REPLICA A GRANMA
Por. Lcdo. Sergio Ramos
Ninguna dictadura es buena. Ni de derecha, ni de izquierda. Ni laica , ni teocrática. Ni del proletariado , ni de la oligarquía. Todas están envestidas del abuso por quienes obstentan el poder sobre sus dominados. Y es que el poder, al igual que la droga, envicia y corrompe, por eso hay que otorgarlo de modo diluído, contrapesado, y por tiempo limitado.
El Periódico Granma en su edición del primer día del año trata de justificar la razón de ser de 51 años de inamovilidad gubernamental. Se basa en los crímines del dictador Fulgencio Batista y hace un recuento de los muertos y de los esbirros de aquella triste dictadura que abrió el pretexto para la que actualmente padecemos. Nos habla de las injusticias sociales y las indolencias de terceros países de aquella época.
Empero, una injusticia no se remedia creando otra. Una mirada al medio siglo de Revolución nos descubre que si bien aquellos que se apropiaron del poder fueron perversos, estos también lo son. Granma habla de los asesinatos de aquel dictador, pero , obviamente, calla los del actual tirano. Y es que los muertos que el castrismo ha causado tampoco pueden ser olvidados, por una simple y elemental razón de justicia. Al igual que no podemos olvidar a Jose Antonio Echevarría y a Frank País, tampoco podemos borrar de la memoria a Pedro Luis Boitel, ni a Cesar Páez, y mucho menos, los genocidios donde estuvieron envueltos niños, mujeres, ancianos y cubanos de todas las edades, como lo fue el triste caso del vil hundimiento del remolcador “13 de Marzo”. Y no es el único caso, también hubo niños asesinados en la masacre de Río Canímar en 1980.
Del mismo modo que ayer hubo esbirros que a lo largo de nuestra historia torturaron y asesinaron al pueblo por el simple hecho de no pensar igual que los tiranos ( Wayler, Machado , Batista ) , en estos 50 años también ha habido esbirros que Granma expresamente omitió, como el tenebroso ex-ministro del interior general Ramiro Valdés, el actual sucesor general Raúl Castro Ruz, el sanguinario fiscal Juan Escalona, y otros mas. ( Sin excluir al dictador Fidel Castro ). Sobre los hombros de estos genísaros pesan cientos de crímenes de lesa humanidad. Algunos, usando el disfraz de supuestos “juicios” para tapar macabras ejecuciones en el paredón.
Recuerda Granma las injusticias sociales que existían en la República, pero calla las que hay ahora creadas por esta dictadura apodada “Revolución”. Nadie niega la necesidad de reformas que el país requería, pero los males se remedian con medidas justas y efectivas, no simulando hacer el bien para crear otras injusticias. Nos habla el principal vocero del régimen de la educación y la medicina, y nos parece bien tener un pueblo educado y sano, pero no es justo que los niños por décadas se les haya obligado a trabajar de gratis en el campo para beneficio del estado-patrón, sin poderse llevar nada de la cosecha que producen, pues eso se llama explotación de menores. Tampoco habla de la discriminación en la medicina, donde existen hospitales con todos los adelantos y medicinas para los altos jerarcas y los extranjeros, mientras el pueblo no encuentra una aspirina para el dolor de cabeza y la acepcia de los hospitales a donde va el cubano de a pie brilla por su ausencia.
Tampoco dice nada sobre la ineficiencia congénica del sistema económico que por 50 años ha regido en el país. Un sistema que desmotiva la productividad del trabajador, debido a que lejos de abrirle vías de prosperidad y bienestar, los hunde en una perenne miseria y penuria, obligado a resignarse con un salario de hambre que no da para el sustento diario de su familia, teniendo que recurrir a las formas “ilícitas” , --- o digámosle mejor, no ortodoxas --- para poder sobrevivir.
La motivación del trabajador empieza cuando ve que el fruto de su trabajo le rinde para una vida de calidad y bienestar. Cuando el ciudadano puede libremente abrirse paso creando su propio medio de producción de forma legal, sin impuestos onerosos, y sin tener que recurrir al trabajo clandestino en constante zozobra para burlar a los opresores.
Habla Granma de fragmentos del discurso de la “ Historia me Absolvera”, pero calla lo que ahora es un documento escondido --- si no proscrito --- de la dictadura: “ La Plataforma Programática del Movimiento 26 de Julio”. Allí se habla de dar apoyo al capital nacional. El mismo capital nacional que a los pocos años de ascender al poder, decapitó de un plumazo para sustituirlo por una rígida estatización total, conviertiendo al trabajador en una esclavo del Estado-Patrón. Allí hablaba de un salario justo para los trabajadores y hoy día los trabajadores siguen con salario miserable.
La igualdad de que hablaba en dichos documentos, se desvaneció como por arte de magia, creádose una nueva y rancia oligarquía gobernante que ostenta privilegios inusitados y reside en mansiones lujosas del Reparto Siboney y otros exclusivos lugares del país. Se ha creado el gobierno de los mismos , por los mismos y para los mismos.
Granma tampoco dice que la economía cubana sólo sobrevive por subsidio. Este modelo de economía subsidiada derrota el tan cacareado desarrollo económico de los discursos tempranos de la “ Revolución”. Vivimos subsidiados, primero por la URSS y ahora tenemos que depender de las limosnas de Venezuela. Y eso se llama ser una colonia económica.
Lo triste es que el país subsidiado, tiene que rendir culto, pago y pleitesía al subsidiante. Luego de tanto hablar de la soberanía nacional, se entregó a los dictámenes de la URSS, teniendo que pagarle con la vida de nuestros jóvenes en guerras ajenas y lejanas como las de Angola y Etiopía. Se desmoronó la URSS y ahora le rendimos la reverencia al régimen de Hugo Chávez. Esta declinación de la soberanía sólo tiene un nombre: Traición a la Patria.
El cinismo cobra dimensiones de insulto cuando Granma alega que “ Jamás defraudaremos a nuestro pueblo”. Cinco décadas de “ Revolución” produciendo una constante destrucción nacional plagada de crímenes, miserias e injusticias en contradicción con las promesas con las cuales los oligarcas de hoy tomaron el poder en 1959 es el fraude mayor que ha sufrido pueblo alguno en este continente.
Por suerte , no hay régimen eterno. Los gerentócratas consumirán su tiempo de vida y serán sustituídos por una nueva generación que ya viene acercádose, que hará posible hacer realidad la esperanza de un futuro mejor para todos los cubanos lleno de libertad, bienestar y prosperidad.
miércoles, 10 de febrero de 2010
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