sábado, 30 de mayo de 2020

DOS MODELOS ECONOMICOS ANTE UNA MISMA PANDEMIA

EN LA ECONOMIA CENTRALIZADA POR EL ESTADO


EN LA ECONOMIA DE LIBRE MERCADO



DOS MODELOS ECONOMICOS ANTE UNA MISMA PANDEMIA
Por: Lcdo. Sergio Ramos
A raíz de la pandemia de Corvid-19 en Cuba se ha desatado una seria escases de productos alimenticios y de primera necesidad. El pueblo en su desesperación se aglomera desesperado alrededor de cualquier lugar en donde meramente se diga que están dando o van dar cualquier producto sin importar lo que sea.
La ineficacia productiva del sistema marxista-leninista implantado en el país se exacerba en medio de la pandemia resaltando la incompetencia de la mega-burocracia del totalitarismo de estado imperante.
En respuesta, el régimen, persigue a los cuentapropistas con quienes, hasta ahora, se hacía de la vista larga respecto a los llamados “acaparadores” de productos básicos y de alimentos, desatando una arremetida de confiscaciones y detenciones de aquellos cuyo “delito” es poseer un espíritu emprendedor escudado en el limitado cuentapropismo.
Lo que debía esperarse de tales confiscaciones es que dichos productos se distribuyeran al pueblo, pero lamentablemente no será así, pues en la naturaleza misma del sistema comunista esta la génesis de la corrupción de los funcionarios que realizan tales confiscaciones y los jerarcas de la alta cúpula del poder que los dirigen.
En consecuencia, fuera de quizás unas pocas excepciones, que serán teatralizadas por la propaganda del régimen, mostrando la entrega de algunos de esos productos confiscados a los ciudadanos, la mayoría de estos serán destinados al enriquecimiento de los bolsillos de los corruptos funcionarios y los altos jerarcas del gobierno.
La indolencia gubernamental y la incompetencia del régimen ante la desesperación del pueblo causada por el hambre y las necesidades exacerbada por esta súbita escases, es preocupante. 
Cuando comparamos el efecto de la pandemia en Cuba con el que acontece en las sociedades de mercado abierto y libre, nos percatamos una gran diferencia en cuanto a la situación de accesibilidad de las personas a los productos alimenticios y de primera necesidad.
Partiendo del hecho de reconocer que crisis económica causada por la pandemia, indudablemente, también ha impactado adversamente a los medios de producción y la cadena de distribución de los productos, pero el efecto escases causado en los países de libre mercado es muchísimo menor y no se experimenta el incremento del hambre que existe en los regímenes comunistas, sea el de Cuba o el de Venezuela o cualquier otro país con modelos económicos similares.
Un dato interesante es que, en las economías de libre mercado, a pesar de existir las filas o colas para acceder a los productos, estas fundamentalmente se basan en el control del contagio, no tanto en la escases de los productos.
También vale destacar que, en medio de la pandemia, los países con las economías de libre mercado han desarrollado y/o implementado tecnologías de compraventa y distribución de los productos por medio de internet, incrementando el acceso de la población a los mercados y facilitando la satisfacción de sus necesidades en materia alimentaria y de productos de primera necesidad.
Mientras que en las economías estatizadas estos métodos de tecnología de distribución de productos por internet no están accesibles a la mayoría de la población y los escasos esfuerzos por implementarlos en medio de la pandemia han sido un rotundo fracaso.
La pandemia ha venido a destapar la ineficacia del sistema económico comunista centralizado. Una realidad observable en el diario vivir del cubano de pie desde los mismos comienzos de la dictadura castrista, en donde lo cotidiano es la escases de los productos a causa de la improductividad en las fábricas y fincas agrícolas estatales y la ineficiencia en la cadena de distribución, algo, que se agrava con la corrupción que fomenta la carencia sostenida de productos básicos y los privilegios de las castas gobernantes amparadas en el poder absoluto que ostentan. 
La pandemia del Corvid-19 nos permite hacer una clara comparación de la eficacia de cada uno de esos dos modelos económicos ante una crisis que, no solo afecta la salud, sino también que produce un severo impacto económico en todos los países afectados por ese mal; dejando demostrado que el modelo económico centralizado y estatizado resulta ineficaz, mientras que el modelo de libre empresa y libre accesibilidad a los mercados posee una fuerte solidez para superar situaciones de crisis extremas, en donde son los pueblos los que, en última instancia, sufren los impactos nocivos de las crisis.
San Juan, Puerto Rico a 25 de mayo de 2020    


sábado, 9 de mayo de 2020

LA PEOR DE LAS PANDEMIAS: EL COMUNISMOVIRUS




LA PEOR DE LAS PANDEMIAS: EL COMUNISMOVIRUS

Por Lcdo. Sergio Ramos
Las pandemias han azotado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Desde la bíblica peste que afectó Egipto en los tiempos de Moisés durante el siglo XIII a.C., pasando por la que azotó a Atenas en el 430 a.C. al 429 a.C. que le costó la muerte al gran Pericles, o la llamada Peste Cipriana que hubo en el Imperio Romano en el 249 d.C. o la que padeció el Imperio Bizantino conocida como la Plaga de Justiniano en el 542 d.C. o la famosa Peste Negra que afectó a Europa entre 1347 a 1353, hasta llegar a cien años atrás entre 1918 a 1919 con la llamada Gripe Española. 
Hoy día, también padecemos una pandemia, la del coronavirus o CORVID-19 que está causando miles de muertos en todo el planeta.
Sin embargo, también en el mundo de la política existen pandemias que han causado millones de muertes a la humanidad. Se trata de los totalitarismos. Desde los monarcas más absolutistas como Nabucodonosor II de Babilonia (630 a.C. - 562 a.C.) o el emperador romano Calígula (12 d.C. - 41 d.C.), pasando por Iván IV el Terrible, de Rusia (1530-1584) hasta Leopoldo II de Bélgica (1865-1909).
Pero las peores de estas nocivas pandemias políticas son las del tirano que se ampara en una ideología, supuestamente “redentora”, para aparecer como el “salvador” de los pueblos. Así pasó con el nazismo de Adolfo Hitler que mató más de 17 millones de personas o la de Benito Mussolini responsable de cerca de un millón de muertos.
Pero el peor y más mortal de los político-virus totalitaristas es el comunismo. Creado bajo las teorías de Karl Marx en el siglo XIX y adoptado e implementado por Vladimir Lenin en Rusia en 1917, se expandió por todo el mundo bajo el camuflaje de “reivindicación de los pobres y los trabajadores”, trayendo a la humanidad una pandemia política que ha causado cientos de millones de muertes en todo el planeta.
Así un vistazo a lo largo de la macabra historia del comunismo podemos observar el sangriento martirio que han sufrido los pueblos a los que esta pandemia político-ideológica  sometió:
En Rusia, el régimen totalitario durante el mandato de Vladimir Lenin entre 1917 y 1924 asesinó, entre opositores, realistas, cosacos, durante la rebelión del Tambov y contra la rebelión de los llamados los Rusos Blancos, un total de 590,000 personas, más otros 4 millones a causa de la hambruna que se desató en ese país como consecuencia de la aplicación de las políticas económicas improductivas resultantes de la estatización. Su sucesor en el poder Joseph Stalin entre 1921 a 1953 mató un total de 23 millones de personas.
El virus político-ideológico del comunismo se expandió a China en donde Mao Tse Tung mató un total de 78 millones de seres humanos entre 1949 a 1973.
En el caso de Camboya, el dictador Pol Pot entre 1963 a 1981 asesinó 1.7 millones de personas. En Corea del Norte, fundador del totalitarismo comunista-familiar de ese país Kim Il Sung asesinó un total de 1.6 millones de personas entre 1948 a 1994. Mientras que en Viet Nam ( Antes, Viet Nam del Norte ) Ho Chi Ming entre 1945 al 1969 mató 1.25 millones de personas.
Volviendo al continente europeo, en Albania el tirano comunista Ever Hoxha asesinó unos 100,000 albaneses.  En Alemania del Este entre 1945 al 1989 fueron asesinados por el régimen comunista pro-soviético de ese país unas 815,000 personas. En Yugoslavia el Mariscal Joseph Tito asesinó 1.2 millones de personas. Y en Rumanía el tirano Nicolau Caecescu, entre 1965 al 1989, asesinó unos 435,000 rumanos. Y en Hungría, entre 1945 al 1989, el régimen comunista mató cerca de 210,000 húngaros.
Pasando a la América Latina, en Cuba el tirano Fidel Castro se estima asesinó 73,000 personas sin contar los más de 7,000 balseros que murieron tratando de escapar de la dictadura castrista y cerca de 10,000 soldados cubanos que se estiman murieron en las guerras de Angola, Etiopia, Eritrea, entre otras.
Actualmente, en Nicaragua, el régimen procastrista de Daniel Ortega se le imputan unas 5,000 muertes a la fecha de hoy. Mientras que al dictador Nicolás Maduro en Venezuela se le estiman según informes de derechos humanos un total de más 7,500 muertes.
La pandemia política del totalitarismo comunista le ha costado a la humanidad más de 120 millones de seres humanos, sin contar las muertes causadas por el comunismo en otros países en donde han intentado apoderarse del poder por la fuerza como ocurrió con las guerrillas de ELN o de las FARC en Colombia y las del Viet Cong en Viet Nam del Sur entre otros o con los grupos terroristas de izquierda como los Tupac Amaru y los Montoneros en Uruguay y Argentina, entre otros más fomentados y armados por los regímenes comunistas.
Todo ese horror de muertes, sin contar los innumerables sufrimientos que han ocasionados a los pueblos victimas de semejante flagelo como la opresión, el hambre, la miseria, la explotación, el presidio político, las torturas y la separación de familias.
El comunismo es un peligroso y mortal virus político-ideológico que ha causado, y sigue causando, muchísimas más muertes en el mundo que cualquiera de las pandemias anteriores que han padecido los seres humanos.
La sociedad tiene derecho a defenderse para salvaguardar sus derechos humanos y libertades. Luego, así como la humanidad ha tomado medidas para frenar la pandemia de coronavirus, los pueblos y gobiernos democráticos del mundo deben tomar contundentes acciones --- preventivas y curativas---, contra la pandemia político-ideológica del comunismo, o lo que podríamos llamar, el comunismovirus.
San Juan, Puerto Rico a 26 de abril de 2020