domingo, 26 de agosto de 2012

RECUENTO DE UNA NUEVA VENDETTA

RECUENTO DE UNA NUEVA VENDETTA Por: Lcdo. Sergio Ramos Durante el mes de julio de este año el general Raúl Castro visitó sorpresivamente a China, Viet Nam y Rusia y firmó una serie de tratados con dichos países, procurando distintos intereses a tenor con las posibilidades de cada uno de ellos. Pero en el fondo, había un urgente propósito de sobrevivencia para el régimen y su dinastía gobernante. La situación económica de Cuba esta en dramática crisis, por no decir en bancarrota. Esta caída abrupta de la ya débil economía cubana puede afectar peligrosamente la continuidad del régimen. Es claro que el sistema económico cubano, copiado del diseñado por los Soviet bajo Lenin y Statin, es intrínsicamente ineficiente por ir en contra de las leyes de la naturaleza humana y de la economía. Esa ineficiencia ha hecho de la economía cubana una dependiente del subsidio extranjero. Con lo cual, el gobierno cubano se ha visto obligado a, no solo a dar jugosas concesiones al foráneo, sino hasta entregar la soberanía nacional y convertirse en colonia de otros países. Así lo hizo con la otrora Unión Soviética. Lo repitió con las concesiones a Venezuela por petróleo y ahora lo esta haciendo con China, una potencia emergente en la etapa preliminar para iniciar su expansionismo mundial. Con China y Viet Nam, fue evidente que su objetivo fue la ayuda económica para su malograda economía y el asesoramiento para la implantación del modelo vietnamita (Copia restringida del de China), o lo que es lo mismo, la ayuda en el objetivo de mutar del marxismo-leninismo al chino-fascismo. No es de extrañar, a juzgar por las experiencias anteriores, que tales convenios conceden enormes porciones del espacio soberano de poder económico y político del país. El viaje de marras tuvo otro propósito adicional: La sobrevivencia política de la dinastía Castro. La dictadura castrista ha estado muy preocupada con el efecto que en la isla caribeña pudiera tener una explosión de Primavera Árabe. La oligarquía gobernante en Cuba ha visto como cuando los rebeldes libios tuvieron el respaldo de la Comunidad Europea y del apoyo aéreo de la NATO, las bien armadas tropas de Muamar Khadafi retrocedieron hasta ser derrotadas y el tirano libio ejecutado. Pero también ha visto en Siria, en medio de una cruenta guerra civil, como se sostiene una dictadura cuando los intereses político-militares de un país con poder de veto en la ONU pueden frenar el respaldo a los opositores de ese organismo internacional y de las restantes potencias mundiales. Rusia, apoyado por China han ejercido tozudamente el poder de veto en el Consejo de Seguridad y en la Asamblea General de ese organismo para bloquear toda sanción o intervención internacional contra la dictadura de Bashar al-Assad. Mirándose en ese espejo, los jerarcas del régimen cubano, han enviado a Rusia al general Raúl Castro, para negociar y firmar tratados estado enfocados en reavivar el interés Ruso por Cuba, en un momento donde Moscú ha mostrado, con la ayuda de Venezuela un gran interés de ampliar su poder político-militar en el Caribe, proveyendo armamento al gobierno de Chávez. Para lograr su seguridad, la dictadura ha concedido a Rusia la reapertura de las bases militares y de espionaje de Cienfuegos y de Lourdes en Cuba. Un acuerdo admitido públicamente por el jefe de la Armada Rusa vicealmirante Víctor Chirkov, aunque después el gobierno ruso lo desmiente, al darse cuenta del indiscreto ‘lapsus mentis’ y el malestar callado de las chancillerías occidentales. Sin embargo, este desmentís esta en contradicción con la intromisión militar rusa en el Caribe con la anuencia y apoyo de Chávez, por lo que lo hace poco sincero y creíble. Rusia mantiene su ancestral tradición expansionista que se remonta a los tiempos de Pedro El Grande, pasando por Stalin. ¡Ya quisiera el sueño imperial Ruso tener hoy en Cuba una base militar como la de Guantánamo! La gerontocracia cubana sabe que una vez reabiertas y en operación las bases militares Rusas en Cuba, habrán garantizado contar con la protección del veto del Kremlin ante la ONU en caso de una revuelta popular en la isla o cualquier otra acción internacional contra el régimen. Sabe, además, que al aumentar los intereses económicos de Pekín en Cuba, y brindarles concesiones a granel, garantizan , no solo salir del atolladero económico actual, sino contar con otro poder de veto en la ONU, tal como sucede hoy con la posición de China en la ONU frente al caso de Siria. La visita de Raúl Castro a China, Viet Nam y Rusia, puede tener muy serias consecuencias en el desarrollo de los acontecimientos venideros en Cuba, pues resulta un nueva vendetta de la soberanía nacional para salvaguardar la perpetuidad de la dinastía Castro en el poder en Cuba. De nuevo queda en evidencia la total falta de lealtad al pueblo y a Cuba que tiene la corrupta gerontocracia gobernante. Su abyecta concepción de finca privada que Cuba tiene para ellos, cuando regalan una vez mas a nuestro país a potencias extranjeras con pretensiones expansionistas, en un acto solo calificable de la mas alta traición a la patria.

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