lunes, 22 de marzo de 2010

EL PAVOR AL PUEBLO
Por: Lcdo. Sergio Ramos

La imagen de Orlando Zapata Tamayo quedó reflejada en las paredes de la Misión Diplomática de Cuba ante las Naciones Unidas en Nueva York. La proyectada foto del preso de conciencia asesinado por la dictadura le dió la vuelta al mundo, dejando claro la vileza de la dictadura y que para los cubanos Zapata vive en sus corazones.

El hecho sucede justo cuando las Damas de Blanco se han lanzado a las calles de La Habana en una campaña de caminatas diarias para conmemorar el aniversario de la Primavera Negra de Cuba. Lo hacen desafiando a la dictadura y a pesar de la fuerte represión y las agresiones de que son objeto diariamente por las turbas gubenamentales y la policía de Cuba.

Pero parece ser que para el gobierno cubano, mas que una simple proyección de una inofensiva foto, se les ha aparecido un fantasma. Sí, es el fantasma de la libertad que impacta la conciencia sucia de los opresores. El suceso los ha hecho temblar como si el valiente opositor hubiera vuelto de la ultratumba a reclamarles justicia.

Ahora la dictadura de Cuba grita despavorida como gallina que ve al gavilán un !!! Obama protégeme !!!. Le pide a Washington, a ese “imperio” que tanto fustigan, odian y acusan, que lo proteja y los defienda de los exiliados cubanos por el mero hecho de proyectar la imagen del mártir de la patria en las paredes de su sede diplomática.

Habría que preguntarles ¿Qué te pasa guapetón, porque lloras?

Su llantén es síntoma de su cobardía. Y es que los cobardes suelen temblarles las piernas cuando se topan con quienes les enfrentan. Ellos son “valientes” para pegarles a las mujeres que desfilan con flores pidiendo la libertad de sus familiares. Ellos son “valientes” para torturar a sus prisioneros. Ellos son “valientes “ para matar a los que entre las rejas de sus cárceles se les enfrentan.

Pero en verdad, es como dice la estrofa de nuestro Himno Nacional que no se canta “ Son cobardes cual todo tirano”.

Le piden a “las autoridades de Estados Unidos que les garanticen la seguridad y la integridad física de la misión y de su personal”. O sea, que la lectura es esta: No permitas la libertad de expresión de proyectar en mi fachada, desde la acera de enfrente, imágenes en contra de mi dictadura.

Sin embargo, nada dicen de proteger a las Damas de Blanco que desfilan por las calles habaneras recibiendo golpes de sus turbas facistoides. Nada hablan de proteger los derechos humanos de los presos de conciencia sujeto a sus salvajes tratos. Nada plantean para proteger las vidas de los opositores. Pero sí gritan como mariquitas que los salve de una foto.

A lo que temen también, y es lo que ellos ven tras la imágen de Zapata, es el despertar de un pueblo enardecido que se disponga a romper sus cadenas y se levante con furia imparable, como pasó en Polonia, Checoslovaquia, Alemania Oriental y Rumanía. Le temen a ese pueblo que han oprimido por cincuenta años.

Saben que un pueblo que se rebela a sus tiranos es como un gigante iracundo. Los tiranos le tienen miedo al gigante de la libertad; Zapata les destapa el pavor al pueblo que ya se les envalentona.

En definitive y a modo de moraleja, es como dice otra estrofa olvidada del Himno Nacional,
“ Por cobardes se fueron vencidos. Por valientes sabremos triunfar”

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