sábado, 3 de diciembre de 2022

LOS HORRENDOS INFANTICIDIOS DEL CASTRISMO


 

LOS HORRENDOS INFANTICIDIOS DEL CASTRISMO

Por: Lcdo. Sergio Ramos

Cuántas veces hemos visto al régimen dictatorial de Cuba hacer alarde sobre la “protección y beneficios” que brinda a la niñez y la juventud. Sin embargo, tras su fachada de hipócrita “bondad” se esconde un tenebroso historial de crueldad y maltrato contra niños y adolescentes, al extremo de cometer horrendos crímenes contra menores de edad.

Tan reciente como el pasado 29 de octubre del año en curso, ocurrió el asesinato por los esbirros de las Fuerzas Armadas de Cuba de siete cubanos en Bahía Honda, cuando intentaban escapar de Cuba hacia tierras de libertad. Un horrendo crimen que ha consternado al mundo, sobre todo por el hecho de que entre las víctimas hay una niña de unos 2 años de edad.

No es la primera vez que estos horribles crímenes de lesa humanidad son cometidos por la dictadura castrista, ni tampoco es nada nuevo el asesinato de menores de edad por parte de los esbirros del régimen.

El método de embestir con las patrulleras y barcos de guerra a las frágiles embarcaciones de los que tratan de escapar del Cuba por mar utilizado por las unidades navales y los guarda-fronteras castristas utilizado en el caso de la masacre de Bahía Honda fue el mismo que utilizaron el 13 de julio de 1994 durante el hundimiento del remolcador “13 de Marzo” en donde fueron asesinados 10 niños entre un total de 42 víctimas que en esos momentos también huían de la opresión de la tiranía castrista.

Anteriormente, el 6 de julio ded 1980 en la desembocadura del Rio Canímar, Provincia de Matanzas, militares castristas asesinaron a 5 menores de edad entre las edades de 3 a 17 años junto a otros cubanos más que trataban de salir del país   en la embarcación “XX Aniversario” en busca de libertad en tierras foráneas.

A eso añádase otros 9 casos más de asesinato de menores cuando trataban de escapar de Cuba en incidentes separados y cuyo caso más remoto del que se tenga conocimiento data del 8 de diciembre de 1963, en ocasión de un menor de 17 años que trataba de llegar a la Basa Naval de Guantánamo.

A esto hay que sumarle un total de 35 menores de edad de entre 13 a 17 años fueron ejecutados en el paredón de fusilamiento por las fuerzas represivas del régimen. Más otros 14 menores más de entre 14 a 17 años ejecutados por las tropas de la dictadura durante la insurgencia anti-castrista en el Escambray, y 2 menores más de 17 años ejecutados por tratar de infiltrarse en Cuba.

Más recientemente, en la ciudad de Santa Clara, la policía castrista asesinó a mansalva a un menor de edad de 17 años, hecho ocurrido el pasado 1ro de julio de 2022.

Al día de hoy, se estima que un total de 79 menores han sido asesinados por la tiranía castrista, sin contar otros incidentes donde por causa de los esbirros castristas han muerto menores de edad en Cuba.

Añádase a los infanticidios cometidos por el régimen, el maltrato institucional contra menores por parte del régimen dictatorial castrista. Se calculan en unos 55 menores de edades entre 12 a 17 años están encarcelados tras ser condenados en juicios amañados por participar pacíficamente en las protestas contra el régimen el pasado 11 de julio de 2021. Muchos de ellos están prisioneros en cárceles junto a adultos con condenas desde 8 hasta 15 años de prisión.

Tampoco es nuevo el encarcelamiento de menores de edad en cárceles para adultos. Desde principios de la dictadura castrista en la década de los sesenta habían mas de un centenar de menores presos en cárceles para adultos por razones políticas.

Inclusive, hasta son torturados, como ocurrió en el caso el hijo del Pastor de Palma Soriano, Lorenzo Rosales Fajardo cuyo hijo de 17 años según el informe de Human Right Watch (Informe de Julio 2022) que fue detenido y los agentes castristas le propinaron golpizas y fue empujado por unas escaleras con las manos atadas.

La crueldad del régimen no tiene límites. Ese es el mismo régimen en su mendaz propaganda hace alarde de la protección y beneficios para los niños y menores de edad, pero que cuando esta por medio el interés del control totalitario del estado sobre los ciudadanos, entonces desatan la inhumanidad intrínseca del régimen encarcelando, torturando y hasta asesinando a menores de edad.  

En Cuba, a lo largo de las seis décadas de dictadura castrista, se han cometido, de forma reiterada, múltiples infanticidios por parte del estado dictatorial. Se trata de serios crímenes de lesa humanidad contra menores de edad que no pueden ser ignorados por la justicia internacional.

 

San Juan, Puerto Rico 27 de noviembre de 2022

 

 


sábado, 5 de noviembre de 2022

LOS PELIGROS DE UNA NUEVA PATRAÑA DIALOGUERA


 

LOS PELIGROS DE UNA NUEVA PATRAÑA DIALOGUERA

Por: Lcdo. Sergio Ramos

La dictadura castrista atraviesa por una de las crisis económicas más duras en su historia. El sistema marxista de economía centralizada destapa una vez más, ante la sociedad cubana y ante el mundo, su improductividad congénita y además, simultáneamente, destaca el irracional abismo en cuanto a la tenencia de la riqueza, en donde la gran mayoría de la población son obligados vivir en la miseria y la escases, mientras que los minoritarios altos jerarcas del régimen y los inversionistas extranjeros que mantienen negocios compartidos con el estado y con los altos dirigentes que usurpan el poder, disfrutan de grandes riquezas a costa de la explotación de los trabajadores cubanos, cuyos bajos salarios devengados son insuficientes para su sostenimiento y el de sus familias.

Cuba atraviesa por una gravísima escases de alimentos, medicamentos y productos de primera necesidad y, además, una seria falta de combustibles para la generación de la energía eléctrica, que se suma a la obsolescencia y mal estado de las plantas generadoras de electricidad a causa de la falta de mantenimiento adecuado durante décadas.

Gran parte de la actual crisis también ha sido provocada por la incapacidad de los tradicionales sostenedores económicos de Cuba debido, en el caso de Venezuela, porque ese país atraviesa también por una seria crisis económica y un grave deterioro de la productividad en su industria petrolera. Y en cuanto a Rusia, por estar su economía sumamente afectada y comprometida por la Guerra en Ucrania, lo cual absorbe en demasía sus recursos económicos e industriales, limitando grandemente la exportación y la transportación eficiente de los mismos hacia Cuba, afectándose seriamente la economía del régimen comunista de Cuba, la cual es dependiente de los recursos rusos y venezolanos.

Esta situación ha destapado un gran malestar entre la población y ha sido una de las causas de las repetidas protestas que se están produciendo en el país desde la explosión social del 11 de julio de 2021. Además, ha provocado la salida masiva de cubanos hacia el exterior, la cual, en gran parte, también ha sido causada por la fuerte e inhumana represión desplegada por la tiranía castrista contra el pueblo. 

Ante este patético escenario, el régimen dictatorial de Cuba ha estado maniobrando solapadamente para obtener del exterior los recursos económicos para solventar la crisis por la que atraviesa.

Así vemos como recientemente el dictador Díaz Canel se reunió en Cuba con un grupo reducido de empresarios norteamericanos y comerciantes cubanos del exterior, quienes, en la ambición de incrementar sus riquezas, buscan hacer negocios con la genocida dictadura y sus jerarcas, guiados por elementos dialogueros pro-castristas y agentes infiltrados del régimen en el exterior, específicamente en los Estados Unidos.

Pero como bien dijera José Martí en su carta a Serafín Sánchez de 7 de abril de 1894:  “¡Cuanto cómplice encuentra la tiranía en la corrupción, en la ambición y en el miedo!”. Por eso afirmamos que negociar con tiranos que oprimen, torturan y asesinan a un pueblo es un acto inmoral y constituye una alta traición al sufrido pueblo y a la patria.

Y también cabe preguntarnos: ¿Serán estas conversaciones una acción independiente del régimen con los dialogueros y potenciales inversionistas o habrá detrás una movida de acercamiento y negociaciones entre Washington y La Habana? No es la primera vez que, tras bastidores, las cancillerías de Estados Unidos y Cuba negocian entre sí, procurando sus intereses particulares, a espaldas del verdadero doliente de la tragedia nacional e incumbente del derecho a ser libre que es el pueblo cubano.

Hay que tener presente que actualmente los Estados Unidos confronta una serie de graves problemas, tales como el de las caravanas de migrantes en donde miles de personas han cruzado ilegalmente su frontera con México. De hecho, el gobierno americano ha estado en negociaciones con varios países para que detengan las caravanas. Con el gobierno mexicano llegó recientemente un acuerdo para devolver a los venezolanos y como resultado de dichas negociaciones, la Casa Blanca emitió una orden ejecutiva para deportar a México, modo sumario, a todos los venezolanos detenidos en la frontera y simultáneamente, como medida supuestamente “tranquilizante” para la comunidad venezolana en Estados Unidos, autorizó conceder 24,000 permisos de “parole” con vigencia para permanecer dos años en Estados Unidos. Cifra que es ridícula si lo comparamos con el número de venezolanos han llegado por la frontera en lo que va de año. Un total 177,000 venezolanos cruzando la frontera en lo que va de año. A esa cifra hay que añadirle gran la demanda de venezolanos que buscan refugio tras huir de la dictadura de Nicolás Maduro.

También se sabe que Washington está teniendo negociaciones con el gobierno de Honduras sobre la cuestión de los hondureños que han entrado ilegales (Un total de 133,000). Al presente, dichas conversaciones no han tenido resultado alguno. Como también están en curso conversaciones con los gobiernos de Guatemala y Panamá.

Recientemente el dictador Daniel Ortega emitió una amenaza en el sentido de que, si los Estados Unidos no toma ciertas medidas favorables respecto a Nicaragua, continuarían las caravanas. Hay 155,000 nicaragüenses que han cruzado la frontera. Esto apunta a que muy posiblemente existen también negociaciones con el régimen dictatorial de Nicaragua.

Como sabemos la dictadura cubana está desesperada por resolver la crisis económica y alimentaria que tiene exasperado al pueblo cubano.   Por lo que, siguiendo el patrón de conversaciones que Washington está teniendo con los países con mayor número de entradas de migrantes ilegales y considerando que en los que va de año han llegado 220,000 cubanos por la frontera sur, es muy probable que la Casa Blanca este maniobrando y/o sosteniendo solapadas conversaciones con el régimen castrista para parar la migración de cubanos que en realidad, buscan, al igual que los venezolanos y nicaragüenses, refugio y libertad, tras escapar de los regímenes que los oprimen. Coinciden las circunstancias de que ambas partes ---Washington y La Habana ---- tienen sus respectivos quid pro quo para negociar: El de Estados Unidos parar la masiva migración irregular y el régimen castrista resolver su crisis económica y alimentaria.

Por el momento, ambas partes están tapando sus respectivas maniobras diplomáticas con la apariencia de un evento “espontaneo y aislado” entre el régimen de Cuba y los aspirantes a inversionistas en Cuba. Pero recordemos las sabias palabras del Apóstol Martí cuando expresó que “…en política, lo real es lo que no se ve”. Por eso los amanes de la libertad de Cuba tenemos que poner ojo avizor e indagar las causas, los motivos y los personeros de esta patraña, para manifestar nuestra oposición y denuncia enérgica frente a cualquier intento o componenda cuyo destino sea el tratar de salvar a la dictadura de su desplome político y económico perpetuando la opresión del pueblo cubano. Porque como nos enseñara nuestro Apóstol José Martí: “La tiranía no se derriba con los que le sirven con su miedo, o su indecisión, o su egoísmo o el odio a la verdadera libertad, que anima y pierde a los mismos que han ganado lauros en la defensa casual o aparente de ella.” O, dicho en otras palabras, la tiranía solo se derroca combatiéndola.

San Juan, Puerto Rico, a 30 de octubre de 2022

 

   

 


domingo, 23 de octubre de 2022

INCONSISTENCIAS MIGRATORIAS CON LOS PERSEGUIDOS POLITICOS


                                                    Venezolanos cruzando el Rio Bravo



                                               Balseros cubanos interceptados en alta mar


INCONSISTENCIAS MIGRATORIAS CON LOS PERSEGUIDOS POLITICOS

Por: Lcdo. Sergio Ramos

La crisis alimentaria, sumado a la falta de medicamentos, más la crisis energética y sobretodo, la falta de libertades que padece Cuba ha producido un gran malestar en el pueblo. Esta situación provocó las protestas masivas del 11 de julio pasado y las múltiples que se produjeron y que continúan produciéndose esporádicamente tras esa explosión social en donde el pueblo reclamaba el respeto a sus derechos humanos, una vida digna y un sistema democrático para el país.

La respuesta de la dictadura castrista ha sido incrementar la represión contra el pueblo y esto, sumado a los males antes indicados, ha provocado una crisis migratoria en donde miles de cubanos están saliendo del país buscado en suelos foráneos, la libertad que les fuera conculcada en su patria. El destino principal de la mayoría de los cubanos que salen son los Estados Unidos.

La misma triste situación está ocurriendo con los pueblos oprimidos por dictaduras izquierdistas en Latinoamérica, específicamente, las de Venezuela y Nicaragua, donde los ciudadanos de esos países también son perseguidos y oprimidos.

Tales crisis migratorias, implican también una crisis humanitaria para los pueblos que huyen de las dictaduras castro-comunistas, como son los casos de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

En el caso de Cuba, desde el año 1966, los Estados Unidos mantiene en vigor una imprescindible ley humanitaria de protección a los cubanos que escapan de la tiranía castrista: La Ley de Ajuste Cubano. Esta se basa en que si un ciudadano cubano y/o una persona nacida en Cuba, aunque haya adoptado otra ciudadanía y entra legalmente con visa a los Estados Unidos o es admitido y puesto en libertad bajo ‘parole’, al año y un día de su entrada al territorio americano puede aplicar a una residencia permanente bajo el amparo de dicha ley. Así también los hijos menores de edad y las esposas de esos cubanos, aunque sean ciudadanos y/o hayan nacido en otros países.

Desde que el presidente Barak Obama --- un par de semanas antes de traspasar la presidencia a su sucesor ----- quitó la política conocida como de “pies secos – pies mojados” por la cual aquellos cubanos que tocaban tierra americana se les daba un ‘parole’ que les abría la puerta hacia una residencia bajo la Ley de Ajuste Cubano de 1966.  Pero, contradictoriamente, los que eran capturados en alta mar, eran entonces deportados retornándolos hacia el régimen opresivo de Cuba.

Actualmente, hay una dicotomía en el trato que reciben los cubanos que entran por la frontera y los cubanos que son interceptados en alta mar.

Los cubanos que entran por la frontera normalmente se le deja en libertad “bajo su propio reconocimiento” ( Release on Recognizance), o sea bajo la llamada           i-220-A, la cual, por no ser un ‘parole’, no le abre la puerta para acogerse eventualmente a la Ley de Ajuste Cubano. Sin embargo, ha habido algunas excepciones de cubanos que les dieron un ‘parole’ temporero en lo que se reportaban en el lugar a donde se destinaban para justarse con sus familiares en los Estados Unidos, y estos sí podrían aplicar al Ajuste Cubano oportunamente. Pero la gran mayoría se le libera bajo la i-220-A y todos son puestos en un proceso de remoción (léase deportación) ante una Corte de Inmigración en donde tienen como remedio aplicar a un asilo (Asylum) y/o retención de deportación                    ( Whithholding of Removal ) y/o bajo la Convención Contra la Tortura                       ( Convention Against Torture ) y allí, en una vista en su fondo, tendrían que probar que fueron perseguidos y/o torturados por el régimen dictatorial y que de retornar a su país de origen serían perseguidos y/o torturados por la tiranía. Quien no lo pruebe esa persecución pasada y/o futura, se expone a una orden de remoción (deportación) de los Estados Unidos.

En la práctica, la actual aplicación de la i-220-A constituye un modo de bloqueo al beneficio de una ley cuya finalidad es la protección de los cubanos que salen huyendo de la opresión que sufren su país en busca de la libertad que les es negada por una tiranía que es consistentemente irrespetuosa y violadora de los derechos humanos del pueblo.

Más grave aún es al caso de los que tratan de arribar a los Estados Unidos por mar.  Cuba es una isla, el mar es su frontera natural, es su ineludible camino para escapar hacia la libertad. Y la realidad es que cuando uno es perseguido y su vida y su libertad están en peligro, la persona sale con lo que tiene puesto por la primera ruta de salida que se le presente.

Luego la política de interceptar las precaria balsas y botes en los cubanos salen al destierro buscando su libertad negada en su propio suelo, constituye una nociva e inconsistente política pública que contribuye a la continuidad de la esclavización de un ser humano que busca refugio en tierras de libertad. Por tal razón, es hora ya que se detenga la cruel e injusta devolución hacia la esclavitud y opresión por la que salen miles de cubanos huyendo por mar de Cuba hacia tierras de libertad.

En el caso de los venezolanos, tienen a su favor el Estatus de Protección Temporera  (Temporary Protected Status), también conocido como TPS, para aquellos que oportunamente aplicaron a dicho recurso, el cual es una protección temporal que aplica a los ciudadanos de ese país que entraron a los Estados Unidos antes del 8 de marzo de 2021. Pero aquellos que entraron a los Estados Unidos después de esa fecha o no aplicaron a tiempo al TPS, se quedan sin estatus migratorio y por tanto, ilegales en los Estados Unidos con riesgo a que pudiesen sr algún día deportados y de vuelta al horror de la dictadura de Nicolás Maduro.

En el caso de los venezolanos que entran por la frontera, también son puestos en libertad bajo la i-220-A y son llevados a un proceso de remoción ante una Corte de Inmigración, en donde también tienen que radicar una solicitud de asilo y probar que sufrieron persecución por causa del régimen dictatorial de Nicolás Maduro, creándose así una precariedad en su búsqueda de refugio y libertad.

A los venezolanos también deberían promulgárseles por el Congreso de los Estados Unidos una Ley de Ajuste como la tienen los cubanos, tal como recién habilitaron una ley de ajuste para los afganos que fueron colaboradores de las fuerzas estadounidenses y aliadas durante el conflicto armado en ese país. O en el menor de los casos, flexibilizarles los accesos al TPS para todo venezolano que llegue a tierras de Estados Unidos buscando refugio y libertad.

Hace años los nicaragüenses, durante la guerra civil, en 1997 tuvieron una vía de legalizarse y adquirir una residencia en los Estados Unidos a través de la ley conocida como NACARA.

Sin embargo, desde que Daniel Ortega tomo el poder, hemos visto como cada día mas ese país centroamericano se hunde en una feroz y cruel tiranía de corte castro-comunista. Como cuestión de justicia, hoy día, también a los nicaragüenses que huyen de su tierra buscando la libertad deben concedérseles una Ley o al menos un TPS para protegerlos y garantizarles el derecho como refugiados una vez lleguen a los Estados Unidos.

Tanto en el caso de los cubanos como de los venezolanos y nicaragüenses, no se trata de un problema económico, sino de uno político toda vez que los pueblos de estos países están sometidos a ignominiosas y crueles dictaduras de izquierda, por lo que deben todos ellos ser considerados como refugiados y dárseles, a su entrada a Estados Unidos, un status consistente con su razón migratoria que les abra la puerta a vivir con plenitud y dignidad en un país de libertad y democracia como son los Estados Unidos.

La presente política migratoria de los Estados Unidos respecto a las naciones subyugadas por las dictaduras de extrema izquierda de Cuba, Venezuela y Nicaragua son inconsistentes con los planteamientos que expresan los informes sobre las condiciones de los Derechos Humanos ( Country Reports on Human Rights) para dichos países que publica el Departamento de Estado de los Estados Unidos en donde se destacan las serias y constantes violaciones a los derechos humanos que sufren los ciudadanos de esos países por sus respectivos regímenes dictatoriales.

Estas políticas respecto a dichos países deberían ser prontamente ajustadas, viabilizando un sistema expedito de acogida como refugiados a su entrada a los Estados Unidos, para así hacer a dichas políticas migratorias cónsonas con el respeto al derecho humano que le asiste a los perseguidos según la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en su artículo 14 inciso 1 que establece que: “ En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y disfrutar de él, en cualquier país”

San Juan, Puerto Rico a 9 de octubre de 2022

 

 

 



domingo, 11 de septiembre de 2022

EL DERECHO A LA LEGITIMA AUTODEFENSA DEL PUEBLO OPRIMIDO


 

EL DERECHO A LA LEGITIMA AUTODEFENSA DEL PUEBLO OPRIMIDO

Por: Lcdo. Sergio Ramos

A raíz de las protestas del 11 de julio y las subsiguientes ocurridas en Cuba a lo largo y ancho de la isla se ha visto un preocupante incremento de la represión contra los opositores y demás ciudadanos que salen a las calles a reclamar sus derechos humanos y una mejor vida digna y libre para el pueblo.

Durante esas manifestaciones hemos visto como los agentes de la policía, las tropas especiales del Ministerio del Interior y los agentes de la Seguridad del Estado han arremetido violentamente contra los ciudadanos. También preocupan los frecuentes arrestos arbitrarios y golpizas contra los pacíficos manifestantes, de los cuales muchos de los detenidos son juzgados en procesos judiciales viciados, en donde se les han impuesto condenas arbitrarias y excesivas de 7, 12, y hasta 20 años por simplemente exigir pacíficamente el derecho de tener una Patria libre y una vida digna para todos los cubanos.

Inclusive se han visto arrestos y detenciones violentas de menores de edad, los cuales han sido encarcelados en prisiones para adultos y muchos de ellos, también han sido golpeados por los agentes policiacos. Un caso dramático sucedió recientemente en Nuevitas, Camagüey, cuando en una protesta pacífica de los vecinos de esa ciudad por razón de los apagones de electricidad, dos niñas de unos 11 años de edad se abrazaron a su madre cuando esta iba a ser agredida por la policía y los agentes les dieron una paliza a esas niñas causándoles serias lesiones en sus cuerpos. Tal acto inhumano muestra claramente el nivel de crueldad de la brutalidad policiaca que los esbirros de la dictadura despliegan contra el pueblo cubano.

Esas agresiones contra los ciudadanos por parte de las fuerzas policiacas de Cuba, constituyen una clara violación de los derechos humanos de los ciudadanos que pacíficamente expresan públicamente sus demandas y reclamos al régimen castrista. Tales repetitivos actos violentos contra el pueblo por parte de la policía y de militares del régimen castrista demuestran que la principal razón de estos   no es la protección de los ciudadanos y sus derechos, sino su avasallamiento, opresión y represión.

Frente a esas ilegitimas, alevosas, injustificadas y malintencionadas agresiones de los esbirros de la tiranía, cada ciudadano cubano en particular y el pueblo en general, tiene derecho a su legítima defensa.

De hecho, la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en su preámbulo se reconoce el derecho de los pueblos oprimidos a la rebelión cuando señala que: “Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión.” (Subrayado nuestro)

Ya para 1789 en la Declaración de los Derechos del Hombre de la Revolución Francesa, según modificada el 24 de junio de 1793, reconocía la resistencia contra la opresión como derechos del hombre que:

“Artículo 33. La resistencia a la opresión es la consecuencia de los demás derechos del hombre.

Artículo 34. Hay opresión contra el cuerpo social cuando uno solo de sus miembros es oprimido. Hay opresión contra cada miembro cuando el cuerpo social es oprimido.

Artículo 35. Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es, para el pueblo y para cada una de sus porciones, el más sagrado de los derechos y el más indispensable de los deberes.”

 

 

Y en la propia Cuba, en la legítima Constitución de 1940, en su artículo 40 se establece que:

“Art. 40- Las disposiciones legales, gubernativas o de cualquier otro orden que regulen el ejercicio de los derechos que esta Constitución garantiza, serán nulas si los disminuyen, restringen o adulteran.

Es legítima la resistencia adecuada para la protección de los derechos individuales garantizados anteriormente.” (Subrayado nuestro)

Se trata, en otras palabras, del legítimo e inalienable derecho de los cubanos a su legitima autodefensa cuando un ilegítimo gobierno de corte dictatorial los agrede, oprime y conculca sus derechos humanos, o sea, que reconoce y establece como derecho la rebelión o resistencia frente a la agresión y la violación de los derechos humanos por una dictadura; por lo que hoy día, ese es un derecho que le asiste al pueblo cubano, oprimido y victimizado por la dictadura castrista desde hace más de seis décadas.

Ese derecho humano a la legitima autodefensa que tienen los ciudadanos oprimidos de un pueblo opera en dos niveles:

Uno el individual, cuando el ciudadano en el ejercicio pacífico de sus derechos humanos, es agredido por los agentes represores del gobierno dictatorial e ilegitimo, en cuyo caso tiene el derecho a auto-defenderse contra la agresión a su persona y/o contra la agresión que sufre un tercero que está siendo agredido por actos de brutalidad policiaca.

El otro nivel es la auto-defensa a nivel colectivo, como pueblo en general que es víctima de la opresión dictatorial, a rebelarse contra sus opresores para reconquistar la paz, la libertad y el respeto a sus derechos humanos.

La autodefensa individual implica que el ciudadano repele la violenta ilegitima y abusiva represión policiaca por parte del estado dictatorial y/o los vecinos o ciudadanos circundantes, actuando en defensa de tercero, cooperan y ayudan a la víctima en su legítima autodefensa.

La auto-defensa colectiva significa que el pueblo o sectores de este, ejerzan el derecho de rebelión contra las fuerzas represoras de la dictadura. En este caso los ciudadanos colectivamente se rebelan, protestan y se manifiestan pacífica y públicamente en reclamo del respeto a sus derechos humanos y contra los abusos de la dictadura y en caso de la agresión violenta de las fuerzas policiacas de la dictadura, ejercen el derecho a la autodefensa legítima como colectividad o grupo en contra de las fuerzas represivas de la dictadura.

El pueblo oprimido de Cuba tiene ese derecho y ya es hora que lo ejerza individual y colectivamente para lograr esa tan anhelada Patria y Vida digna con libertad para todos los cubanos.

San Juan, Puerto Rico a 3 de septiembre de 2022

 

 

domingo, 14 de agosto de 2022

DISCRIMEN ALIMENTARIO EN CUBA


 

DISCRIMEN ALIMENTARIO EN CUBA

Por: Lcdo. Sergio Ramos

Cuba sufre una contradictoria dualidad alimentaria que separa de modo discriminatorio a la mayoría de la población de la minoritaria oligarquía que usurpa el poder desde hace más de seis décadas. Se trata de una de las mayores injusticias que sufren los cubanos de a pie, para quienes, el sistema de escases y carencia de productos alimentarios, medicinas y de primera necesidad les genera un dificultoso acceso a la alimentación adecuada, a las medicinas y a los productos de primera necesidad, ya que el estado totalitario los controla y raciona de su antojo desde hace 60 años, y mantiene el discriminatorio racionamiento como un mecanismo de control y subyugación social.

En otras palabras, al estado totalitario controlar la alimentación y los medicamentos para el pueblo, crea un efecto de dependencia del ciudadano para con el estado y este último puede a su antojo controlarlo y/o castigarlo privándole o limitándole el acceso a esos productos alimenticios y medicamentos, creando así un mecanismo de coacción contra la población.

Son frecuentes las largas y tediosas colas que el ciudadano común tiene que hacer para abastecerse de la escasa comida, de algún medicamento o algún producto básico, a causa de que la dictadura los distribuye a su antojo y conveniencia.

Ante este bloqueo alimentario que el régimen castrista le impone al pueblo, el cubano de a pie no le queda más remedio que acudir a la ilegal bolsa negra o mercado clandestino para obtener algunos productos a precios exorbitantes.

Suelen escapara duras penas de este encierro, aquellos cubanos que tienen familiares en el exterior y que reciben ayuda a través de los envíos de remesas en divisas.

Hay que tener presente que el sueldo medio del trabajador cubano al día de hoy es de 3,838 pesos nacionales, lo que equivale a un salario mensual de US$33.67 dólares. Con lo cual tiene que adquirir sus alimentos, cuya canasta básica tiene un valor medio de 3,250 pesos nacionales, lo que equivale a US $28.15 dólares, quedándole un sobrante de 588 pesos nacionales que equivalen a US $5.16 dólares. Eso significa que el 84.37% de su sueldo lo tiene que gastar en alimentación racionada por el estado.

A esto añádase que para finales de este año 2022 la inflación en el país proyecta un aumento del 51.8%, lo que cada vez más reduce el poder adquisitivo del consumidor cubano y aumenta gravemente los altos niveles de pobreza en el país.

Una situación que muy probablemente se agravará a raíz del daño que sufrirá la economía del país a causa de los incendios que destruyeron los depósitos de combustible de Matanzas. La pérdida de grandes cantidades de gasolina y diésel a causa del incendio, tendrá el efecto de aumentar la escases de combustible con lo cual se afectará seriamente la ya deteriorada producción de energía eléctrica, lo que a su vez, inevitablemente, tendrá un impacto negativo en la producción y distribución alimentaria en el país.

Pero más allá del efecto negativo que pueda generar el reciente incendio de los tanques de combustibles de Matanzas, la gran responsabilidad y génesis de esta crisis y su consecuente incremento en los niveles de pobreza y la escases alimentos, de medicinas y productos de primera necesidad que sufre el pueblo se debe, en gran medida, al carácter intrínsecamente improductivo del sistema económico centralizado y controlado por el estado comunista.

Sin embargo, en Cuba existen unos minoritarios sectores de la población que disfrutan de una abundancia insospechable. Se trata en primer término de la alta cúpula dirigente del régimen, quienes, tras la mampara de su privacidad, están abundantemente abastecidos de los más apetitosos manjares y disponen de todo tipo de medicamento y los servicios médicos de calidad, así como todo tipo productos de diversa índole y residen en lujosas mansiones inalcanzables para el ciudadano común.

El otro sector es el de los extranjeros, quienes viajan de turistas a Cuba hospedándose los hoteles y hospedajes turísticos, los cuales tienen acceso a una variedad de alimentos inaccesibles para el pueblo. Algo que es cónsono con la política de atraer divisas al país a través de la industria del turismo, cuyos réditos se reparten entre el estado, los inversionistas dueños de hoteles extranjeros y la alta cúpula regente de la dictadura.

Mientras, en dramático contraste, la mayoría del pueblo cubano recibe tan solo migajas con la libreta de racionamiento que le impone el régimen, los altos jerarcas celebran y se nutren con suculentas comelatas. Mientras el pueblo carece de medicinas y se les atiende en hospitales que carecen de asepsia y los pacientes tienen que llevar su propias sabanas y comidas cuando son hospitalizados, los altos jerarcas son atendidos en hospitales como el CIMEC que cuenta con los más modernos y avanzados equipos y están surtidos de todo tipo de medicamentos. Mientras los cubanos de a pie se les están cayendo sus viviendas encima y son comunes los derrumben de edificaciones en el país por la imposibilidad de darles mantenimiento y/o por el estado ruinoso en que se encuentran sus maltrechos hogares, los minoritarios altos dirigentes de la dictadura viven en suntuosas y lujosas mansiones en barrios exclusivos del país.

De hecho, en Cuba hay fábricas de enlatados de alimentos cuyos productos nunca los puede adquirir el pueblo, pues están vedados para este, y hasta muchos cubanos desconocen que existen, porque son solo para exportación y cuyos ingresos son distribuidos entre el estado totalitario, la cúpula gobernante y los inversionistas dueños de esas industrias.

Tal discrimen alimentario, en medicinas y servicios médicos-hospitalarios y en productos de primera necesidad constituyen una violación de los derechos humanos de los ciudadanos cubanos por parte de la alta cúpula dictatorial que controla el poder en Cuba, ya que el artículo 25 inciso 1 de la carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas expresamente establece que: “1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad”.

La solución de la crisis alimentaria en Cuba está condicionada a que se produzca un radical cambio político en el país, cuando una vez erradicado de raíz el régimen totalitario, bloqueador de las libertades y del verdadero bienestar del pueblo, se edifique en el país una sociedad justa, “con todos y para el bien de todos” los cubanos como nos enseñara el Apóstol José Martí, bajo un sistema democrático pluripartidista, participativo e inclusivo de todas las corrientes del pensamiento político, social y económico del país, dentro del marco de un estado de derecho basado en el respeto a las libertades y los derechos humanos, implementándose una política de desarrollo económico sostenido basado en una economía de libre mercado y libre empresa y desarrollándose además, una política de bienestar social para todo el pueblo y en donde los trabajadores cubanos reciban salarios dignos y justos que garanticen plenamente su mantenimiento y el de sus familias. O sea, una patria con vida digna y libertad para todos los cubanos.

San Juan, Puerto Rico 12 de agosto de 2022

 


sábado, 23 de julio de 2022

CUBA ES UN VOLCAN LATENTE


 

CUBA ES UN VOLCAN LATENTE

Por: Lcdo. Sergio Ramos

 

A un año de las protestas del 11 de julio del 2021, surgen nuevas protestas del pueblo contra la dictadura castrista, esta vez por la crítica situación que está generando los constantes cortes del servicio de energía eléctrica por espacios de 12 y 16 horas en muchas partes del país; además de la dramática escases de alimentos, medicinas y gasolina.

En realidad, Cuba está sufriendo un desabastecimiento de combustible porque Venezuela ya no está proporcionando el suficiente diésel para abastecer las plantas productoras de energía eléctrica del país. Un desabasto producto del estado de ineficiencia en que ha caído la producción de crudo bajo el régimen pro-comunista del dictador Nicolás Maduro, sumado al estado de deterioro de dichas plantas generadoras de energía en Cuba, por antigüedad y falta del debido mantenimiento durante décadas, lo que provoca que estén funcionando muy por debajo de su capacidad. Este es otro reflejo más de la ineficiencia productiva intrínseca que acarrea el sistema económico estatizado del comunismo.

El efecto de las repetidas faltas de energía por largas horas acrecienta el malestar y disgusto del pueblo, que luego de adquirir la poca alimentación que a duras penas logra conseguir, se les deteriora por la falta de energía eléctrica.

Las protestas del pasado año el 11 de julio fueron una demostración clara del rechazo popular a la dictadura de los Castro y sus secuaces. Un malestar que ha permanecido latente en cada cubano y que, con esta crisis energética en el país, destapa la ira popular, produciéndose nuevas protestas en las calles de varias ciudades entre ellas Los Palacios en Pinar del Rio, en el parque de El Curita en Centro Habana y otros lugares de la isla. También últimamente es frecuente en el país que durante las largas y tediosas colas que hace el pueblo para adquirir productos, se escuchen gritos y comentarios en alta voz en contra de la dictadura, quejándose de las carencias alimentarias, de medicinas, gasolina y productos de primera necesidad. Esto a pesar de la fuerte represión contra el pueblo desplegada por los esbirros de la tiranía durante y posterior al 11j. Porque cabe notar, que la ira de un pueblo oprimido aplasta el miedo y rompe cadenas.

Y es que la situación del incremento en el descontento popular en Cuba asemeja al volcán que cada día acumula más lava y presión en su interior hasta que un buen día estalla en erupción arrasando con todo lo que le rodea. Cuba es un volcán latente. Las condiciones del próximo estallido social son cada día más factibles en todo el país.

Por tal razón, el pueblo cubano, tanto dentro como fuera del país, debe prepararse para apoyar a la población enardecida cuando este estallido advenga, para que el mismo pueda producir el resultado anhelado por todos, que es el fin de la tiranía castrista.

Recientemente, y salvando las diferencias existentes entre ambos países, vimos como el pueblo de Sri Lanka se lanzó a las calles y derrocó al gobierno corrupto. En ese país los manifestantes tuvieron un objetivo: Se dirigieron a los centros de poder y los tomaron expulsando a sus incumbentes.

Más allá de la necesaria y legítima expresión protestando en rechazo a los abusos y atropellos que comete a diario la dictadura castrista contra el pueblo cubano, las protestas han de tener un objetivo supremo: Erradicar la tiranía y abrir las puertas a la libertad y la democracia para encaminar al país hacia el logro de ese anhelo de que todos los cubanos puedan poseer una digna patria y vida con libertad.

San Juan, Puerto Rico a 17 de julio de 2022

 

  

 


domingo, 26 de junio de 2022

LOS PUEBLOS NO ESCARMIENTAN EN CABEZA AJENA


 

LOS PUEBLOS NO ESCARMIENTAN EN CABEZA AJENA

Por: Lcdo. Sergio Ramos

 

Recientemente hemos visto el triunfo electoral del exguerrillero izquierdista Gustavo Petro en Colombia, lo que augura un serio peligro para las libertades del pueblo colombiano toda vez de que existe la posibilidad de que este pudiera optar por seguir una política de radicalización como la que tomara Hugo Chávez y el actual dictador Nicolás Maduro en de Venezuela. Como también el recién electo Petro pudiera optar por las posturas moderadas como las de Gabriel Boric en Chile o de Pedro Castillo en Perú

Actualmente en Latinoamérica estamos ante un preocupante giro político hacia la izquierda a través de los procesos electorales. Así vemos en estos últimos tiempos, además del reciente presidente electo de Colombia, el triunfo de Gabriel Boric en Chile, Alberto Fernández en Argentina, Luis Arce en Bolivia, Pedro Castillo en Perú, Xiomara Castro en Honduras, Andrés Manuel López Obrador en México. A esto añádase las dictaduras totalitarias tradicionales del castrismo de Miguel Díaz Canel en Cuba, Nicolás Maduro en Venezuela y Daniel Ortega en Nicaragua.

En algunos casos como  en Venezuela y Nicaragua, los comunistas, una vez asumido el poder se radicalizaron para imponer una tiranía totalitaria de izquierda y en otros casos han mantenido, por circunstancias y conveniencias particulares, una postura moderada dentro de sus respectivos marcos izquierdistas, pero todos entrelazados formando un preocupante frente común de las izquierdas en el continente americano, pues nada quita que en un momento dado cualquiera de esos países pudiera optar por iniciar un proceso de radicalización hacia el totalitarismo comunista.

Cabe entonces preguntarnos ¿Cómo es posible que, teniendo ante sí las macabras experiencias de los desastres socio-económicos y las violaciones de las libertades y los derechos humanos en Cuba, Venezuela y Nicaragua, los pueblos de esos países latinoamericanos no hayan reflexionado y aprendido la lección, y se lanzasen a votar por los simpatizantes y promotores del totalitarismo castrista en Latinoamérica?

Son varios los factores que llevan a los pueblos a votar por los solapados enemigos de la democracia.

Primeramente, el populismo de las izquierdas en donde estos suelen presentarse como redentores de los pueblos con fantasiosas promesas incumplibles, alegadamente destinadas a acabar con los males que aquejan a sus respectivas poblaciones. Una de ellas es la pobreza, que es un mal que aqueja a muchos pueblos latinoamericanos. A esto, añádase la incultura que abunda sobretodo, entre las clases más pobres de los países Latino América.

Otro elemento es la corrupción de ciertos los gobernantes de centro y de derecha que perjudica enormemente la imagen y el sentido de la sociedad democrática, ya que genera en los pueblos la perdida de fe sus gobernantes y en las instituciones democráticas. La corrupción es el virus mortal que enferma la democracia, y no debe dársele el menor respiro, ni la más mínima tolerancia, atajándose este mal de raíz.

Prometiendo eliminar estos males con fantasiosos discursos populistas las izquierdas pro-castristas, desde los tiempos de Chávez, han adoptado por disfrazarse de demócratas para confundir a los pueblos y capturar el voto de los incautos de modo de acceder al poder para una vez allí, empezar a socavar los cimientos de la democracia e implantar el totalitarismo izquierdista.

 De ese modo, una de las primeras cosas que suelen hacer es cambiar la constitución para acomodar las leyes a sus despóticos propósitos y una vez afianzados en el poder, proceden a eliminar de una u otra forma a los que se le oponen, bien con el presidio político o forzándolos hacia el destierro al hacerles imposible la vida en sus respectivos países y en ocasiones, hasta dándoles muerte.  Eso es exactamente lo que paso en Cuba, Venezuela y Nicaragua, cada cual dentro de sus peculiares diferencias en el tiempo, espacio y circunstancia.

Pero los pueblos no perciben eso, ni creen que el mal que aqueja a otros pueblos, aun siendo vecinos, les pudieran pasar a ellos. Y es que la triste realidad es que los pueblos no escarmientan en cabeza ajena. 

A los pueblos hay que concientizarlos en los valores de la democracia y en los efectos malignos y perversos de sus enemigos, como lo es el totalitarismo comunista y sus maquiavélicos disfraces de falsos profetas. Mientras que simultáneamente, la democracia debe enfocarse en fomentar en promover, proteger y defender las libertades y derechos de los pueblos, así como fomentar el bienestar social y económico de sus pueblos y al mismo tiempo, ha de cerrarle firmemente el paso a quienes maquiavélicamente utilizan sus virtudes para destruirla, bien para sus beneficios particulares o para sus fines político- ideológicos anti-democráticos.

Los pueblos tienen el derecho inalienable a defender sus libertades, sus derechos humanos y su democracia contra aquellos que pretenden destruirla.

 

San Juan, Puerto Rico a 25 de junio de 2022

 

 


sábado, 4 de junio de 2022

UN NUEVO CODIGO PENAL PARA REPRIMIR AL PUEBLO

 


UN NUEVO CODIGO PENAL PARA REPRIMIR AL PUEBLO

Por: Lcdo. Sergio Ramos

La dictadura castrista acaba de promulgar un nuevo un nuevo código penal, el cual fue aprobado, como es costumbre, por unanimidad por la mono-partidista seudo-legislatura Asamblea Nacional del Poder Popular. Esta legislación surge tras las protestas masivas del pueblo reclamando sus derechos humanos y libertades el pasado año el 11 de julio de 2021 y en el 15 de noviembre pasado.

Basta un breve vistazo a dicho código para darse cuenta que el mismo está orientado a penalizar el ejercicio de libertades y derechos humanos de los ciudadanos. Lo que lo hace un claro instrumento represivo y violatorio de los derechos humanos fundamentales del pueblo cubano.

Veamos algunos ejemplos: El articulo 124 penaliza la propaganda en oposición al régimen dictatorial, al “orden social” y al “Estado Socialista” al establecer que:

“Sección quinta

Propaganda contra el orden constitucional

Artículo 124.1. Incurre en sanción de privación de libertad de dos a cinco años quien:

a) incite contra el orden social, la solidaridad internacional o el Estado socialista reconocidos en la Constitución de la República, mediante la propaganda oral o escrita o en cualquier otra forma;

b) confeccione, distribuya o posea propaganda del carácter mencionado en el inciso anterior.

 

2. Si, para la ejecución de los hechos previstos en el apartado anterior, se utilizan medios de comunicación social, la sanción es de privación de libertad de cuatro a diez años.

 

3. Quien permita la utilización de los medios de comunicación social a que se refiere el apartado anterior incurre en sanción de privación de libertad de uno a tres años.

 

4. Quien, teniendo responsabilidad de cuidado, custodia o uso de cualquier medio de comunicación social, permita que otro lo utilice para ejecutar los actos previstos en el apartado 1), incurre en sanción de privación de libertad de uno a tres años, siempre que sus acciones no constituyan un delito de mayor entidad.”

 

El citado artículo constituye una clara conculcación a la libertad de expresión del pueblo cubano. La cual es una de las libertades fundamentales que garantiza la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en su artículo 19:

 

“Artículo 19 

“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.” 

Las protestas del 11 de julio de 2021 estaban dirigidas específicamente contra el estado y representó el ejercicio de un sagrado derecho humano por la población.

Dicha medida, como puede observarse, está en total contradicción con el artículo 19 de la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Pero la conculcación de la libertad de expresión va más allá, pues busca evitar que los gobernantes y sus acciones sean criticados por el pueblo cuando dicho Código Penal establece en su artículo 185.1 que:

“Sección cuarta

Desacato

Artículo 185.1. Quien amenace, calumnie, difame, insulte, injurie o, de cualquier modo, ultraje u ofenda, de palabra o por escrito, en su dignidad o decoro, a un funcionario público, autoridad o a sus agentes o auxiliares, en ejercicio de sus funciones o en ocasión o con motivo de ellas, incurre en sanción de privación de libertad de seis meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas, o ambas.

2. Si el hecho previsto en el apartado anterior se realiza respecto al Presidente o Vicepresidente de la República, al Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, a los demás miembros del Consejo de Estado o del Consejo de Ministros, a los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular, al Presidente del Tribunal Supremo Popular, al Fiscal General de la República, al Contralor General de la República o al Presidente del Consejo Electoral Nacional, la sanción es de privación de libertad de uno a tres años”.

 

Con esa disposición, también violatoria de la Carta de Derechos Humanos de las ONU, el represivo nuevo código penal de Cuba pretende penalizar las expresiones populares tales como “Diaz Canel Sing…” que no es otra cosa que una expresión clara del rechazo del pueblo a un gobernante despótico y corrupto, junto a su camarilla que usurpa el poder.

Más adelante en el artículo 216 de dicho Código se penalizan las publicaciones, panfletos y hojas sueltas y/o documentos escritos criticando al régimen al establecer que:

“CAPÍTULO XV

CLANDESTINIDAD DE PUBLICACIONES

Artículo 216. Quien confeccione, difunda o haga circular en cualquier formato, publicaciones, sin indicar la imprenta o el lugar de impresión o sin cumplir las reglas establecidas para la identificación de su autor o de su procedencia, o las reproduzca, almacene o transporte, incurre en sanción de privación de libertad de seis meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas o ambas.”

 

Del mismo modo, el artículo 270 prohíbe y penaliza la crítica a las llamadas organizaciones de masa tales como el Partico Comunista de Cuba, la Unión de Jóvenes Comunistas, La Federación de Mujeres Cubanas, entre otras más, todas ellas creadas y controladas por el régimen.  Y además, también penaliza con fines represivos, el rechazo del pueblo cubano a los difuntos opresores como el tirano Fidel Castro o el genocida Ernesto Che Guevara entre otros, en lo que constituye una clara conculcación del derecho humano a la crítica a los verdugos del pueblo ya fallecidos:

“CAPÍTULO IV

DIFAMACIÓN DE LAS INSTITUCIONES Y

ORGANIZACIONES Y DE LOS HÉROES

Y MÁRTIRES

Artículo 270. Quien públicamente difame, denigre o menosprecie a las instituciones de la República de Cuba, a las organizaciones políticas, de masas o sociales del país, o a los héroes y mártires de la Patria, incurre en sanción de privación de libertad de seis meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas o ambas.”

 

Todos los preceptos antes citados del nuevo Código Penal de Cuba constituyen una mordaza al pueblo, coartando el derecho humano a la libertad de expresión.

Por otro lado, con el fin de reprimir y coaccionar la libertad de reunión y asociación en organizaciones opositoras, así como las convocatorias y agrupaciones de descontentos cubanos protestando contra los abusos de la tiranía como ocurrió el pasado 11 de julio de 2021, los artículos 274 y 275 establecen que:

“CAPÍTULO VIII

ASOCIACIONES, REUNIONES Y MANIFESTACIONES ILÍCITAS

Artículo 274.1. Los promotores, organizadores o directores de una asociación no autorizada para constituirse, incurren en sanción de privación de libertad de seis meses a dos años o multa de doscientas a quinientas cuotas, o ambas.

2. Quien pertenezca, como asociado o afiliado, a una asociación no autorizada para constituirse, incurre en sanción de privación de libertad de seis meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas o ambas.

 

3. A los responsables de los hechos previstos en los apartados anteriores, el tribunal puede imponerles la sanción accesoria de confiscación de bienes.

 

Artículo 275. 1. Quien participe en reuniones o manifestaciones celebradas con infracción de las disposiciones que regulan el ejercicio de estos derechos incurre en sanción de privación de libertad de seis meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas o ambas.

2. Los organizadores de reuniones o manifestaciones celebradas con infracción de las disposiciones que regulan el ejercicio de estos derechos incurren en sanción de seis meses a dos años o multa de trescientas a quinientas cuotas o ambas”.

 

El citado artículo 275 claramente responde a la finalidad de coartar y suprimir las organizaciones opositoras al régimen penalizando a sus organizadores y a sus militantes en lo que claramente constituye una crasa violación al Derecho Humano a la libertad de reunión y asociación contemplada en el Artículo 20 de la Derechos Humanos de las Naciones Unidas que establece que:

“Artículo 20 

1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas. 

2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.” 

 

Inclusive la libertad de culto queda coaccionada y oenalizada por el artículo 272 del impuesto nuevo código penal al establecer que:

“CAPÍTULO VI

ABUSO DE LA LIBERTAD DE CULTOS

Artículo 272. Quien, abusando de la libertad de cultos garantizada por la Constitución, oponga la creencia religiosa a los objetivos de la educación, o al deber de trabajar, defender la Patria con las armas, de reverenciar sus símbolos o a cualesquiera otros establecidos por la Constitución de la República de Cuba, es sancionado con privación de libertad de seis meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas o ambas”.

 

Con lo cual, institucionalmente, el régimen cubano atenta la libertad de culto consagrada el en artículo 18 de la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que claramente establece que:

“Artículo 18 

Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.”  

   

Está claro el nuevo código penal de Cuba tiene la finalidad de fomentar el terror entre los ciudadanos y crear un instrumento jurídico para justificar la represión y las arbitrarias largas condenas contra los opositores y los ciudadanos descontentos por causa del legítimo ejercicio de los Derechos Humanos del pueblo. Tales acciones represivas son realizadas a través de los teatrales juicios amañados, en donde a los acusados se les privan de contar con una adecuada defensa, imponiéndose condenas injustas dictando sentencias prefabricadas tras bastidores por la policía política (la Seguridad del Estado) y la alta cúpula gobernante del régimen.

Los tiranos suelen acomodar las leyes a sus intereses particulares. He ahí la razón de la promulgación de este nuevo código penal, cuya legitimidad es nula, toda vez que el gobierno es uno ilegitimo ‘ab initio’, ya que desde 1959 en que tomaron el poder los castristas, lo vienen ostentando y ejerciendo contra la voluntad del pueblo y en contra de la legitima constitución de Cuba, que es la de 1940.

El represivo nuevo código penal de Cuba impuesto por la dictadura castrista, también refleja sutilmente un factor que no debe desconocerse y es que la razón de fondo para su promulgación está motivada por el miedo atroz que la cúpula gobernante del régimen le tiene al pueblo cubano lanzado en las calles, enardecido y hastiado por la falta de libertades, la miseria, el hambre, los abusos y la corrupción que arropa a la cúpula de la tiranía.

Toda ley injusta e ilegítima debe detestarse, impugnarse y combatirse, pues toda injusticia es inaceptable e incompatible con la dignidad a que tiene derecho todo ser humano.

La dictadura podrá imponer leyes represivas contra el pueblo, pero el destino de Cuba es la libertad alcanzada por el pueblo cubano en su lucha frontal contra sus opresores.

San Juan, Puerto Rico a 1ro de junio de 2022