* Un estado que respete los derechos de todos por igual.
Un pais que se respete a si mismo, respeta los derechos de todos sus ciudadanos sin distinción de raza, sexo, ideas políticas, ideas religiosas, posición social, ni de origen.
La intolerancia, la exclusión, el discrimen y el privilegio derrotan la igualdad de derechos. Eso es lo que pasa en nuestro país. Parece que se ha instituído la frase orweliana de “ algunos son mas iguales que otros” (*). La alta cúpula del poder goza de privilegios y prevendas que son inalcanzables al cubano de a pié. Ellos son una minoría de minorías. El gobierno discrimina con los que no comparten las ideas oficialistas. Peor aun, persigue a los que profesan otras ideas politicas y los excluye y los discrimina en sus empleos y la participación social. Hay religiones cuyos creyentes son acosados. La intolerancia es parte de la política del Estado. Y esto desemboca en una patria de algunos que se sostiene con el sudor de los demás ( De la mayoría del pueblo).
Esta no es la Cuba de los cubanos, sino la Cuba robada a los cubanos por la oligarquía del poder.
Todos los hombres deben ser iguales ante la ley, ante los servicios públicos , ante las oportunidades para su desarrollo, bienestar y progreso. El gobierno no debe ser dirigido por un grupo , sino debe con la particitación de todos los sectores políticos y sociales del país. Excluir a unos y dar participación a otros es discriminar y marginar, y contraviene el derecho a ser iguales ante la ley y las oportunidades. Los derechos humanos han de ser respetados a todos por igual sin distinción de tipo alguno. Son humanos, porque le son intrínsecos a todos los seres humanos por igual. Por eso los padres de la democracia los llamaron Derechos Naturales. Cuando estos se conculcan, se oprime, se coarta la libertad del ciudadano.
Cuba requiere un nuevo orden. Distinto y nuevo. Un orden bajo un estado donde los derechos son respetados para todos los ciudadanos por igual. Ese es el cambio que necesitamos.
lunes, 22 de marzo de 2010
EL PAVOR AL PUEBLO
Por: Lcdo. Sergio Ramos
La imagen de Orlando Zapata Tamayo quedó reflejada en las paredes de la Misión Diplomática de Cuba ante las Naciones Unidas en Nueva York. La proyectada foto del preso de conciencia asesinado por la dictadura le dió la vuelta al mundo, dejando claro la vileza de la dictadura y que para los cubanos Zapata vive en sus corazones.
El hecho sucede justo cuando las Damas de Blanco se han lanzado a las calles de La Habana en una campaña de caminatas diarias para conmemorar el aniversario de la Primavera Negra de Cuba. Lo hacen desafiando a la dictadura y a pesar de la fuerte represión y las agresiones de que son objeto diariamente por las turbas gubenamentales y la policía de Cuba.
Pero parece ser que para el gobierno cubano, mas que una simple proyección de una inofensiva foto, se les ha aparecido un fantasma. Sí, es el fantasma de la libertad que impacta la conciencia sucia de los opresores. El suceso los ha hecho temblar como si el valiente opositor hubiera vuelto de la ultratumba a reclamarles justicia.
Ahora la dictadura de Cuba grita despavorida como gallina que ve al gavilán un !!! Obama protégeme !!!. Le pide a Washington, a ese “imperio” que tanto fustigan, odian y acusan, que lo proteja y los defienda de los exiliados cubanos por el mero hecho de proyectar la imagen del mártir de la patria en las paredes de su sede diplomática.
Habría que preguntarles ¿Qué te pasa guapetón, porque lloras?
Su llantén es síntoma de su cobardía. Y es que los cobardes suelen temblarles las piernas cuando se topan con quienes les enfrentan. Ellos son “valientes” para pegarles a las mujeres que desfilan con flores pidiendo la libertad de sus familiares. Ellos son “valientes” para torturar a sus prisioneros. Ellos son “valientes “ para matar a los que entre las rejas de sus cárceles se les enfrentan.
Pero en verdad, es como dice la estrofa de nuestro Himno Nacional que no se canta “ Son cobardes cual todo tirano”.
Le piden a “las autoridades de Estados Unidos que les garanticen la seguridad y la integridad física de la misión y de su personal”. O sea, que la lectura es esta: No permitas la libertad de expresión de proyectar en mi fachada, desde la acera de enfrente, imágenes en contra de mi dictadura.
Sin embargo, nada dicen de proteger a las Damas de Blanco que desfilan por las calles habaneras recibiendo golpes de sus turbas facistoides. Nada hablan de proteger los derechos humanos de los presos de conciencia sujeto a sus salvajes tratos. Nada plantean para proteger las vidas de los opositores. Pero sí gritan como mariquitas que los salve de una foto.
A lo que temen también, y es lo que ellos ven tras la imágen de Zapata, es el despertar de un pueblo enardecido que se disponga a romper sus cadenas y se levante con furia imparable, como pasó en Polonia, Checoslovaquia, Alemania Oriental y Rumanía. Le temen a ese pueblo que han oprimido por cincuenta años.
Saben que un pueblo que se rebela a sus tiranos es como un gigante iracundo. Los tiranos le tienen miedo al gigante de la libertad; Zapata les destapa el pavor al pueblo que ya se les envalentona.
En definitive y a modo de moraleja, es como dice otra estrofa olvidada del Himno Nacional,
“ Por cobardes se fueron vencidos. Por valientes sabremos triunfar”
Por: Lcdo. Sergio Ramos
La imagen de Orlando Zapata Tamayo quedó reflejada en las paredes de la Misión Diplomática de Cuba ante las Naciones Unidas en Nueva York. La proyectada foto del preso de conciencia asesinado por la dictadura le dió la vuelta al mundo, dejando claro la vileza de la dictadura y que para los cubanos Zapata vive en sus corazones.
El hecho sucede justo cuando las Damas de Blanco se han lanzado a las calles de La Habana en una campaña de caminatas diarias para conmemorar el aniversario de la Primavera Negra de Cuba. Lo hacen desafiando a la dictadura y a pesar de la fuerte represión y las agresiones de que son objeto diariamente por las turbas gubenamentales y la policía de Cuba.
Pero parece ser que para el gobierno cubano, mas que una simple proyección de una inofensiva foto, se les ha aparecido un fantasma. Sí, es el fantasma de la libertad que impacta la conciencia sucia de los opresores. El suceso los ha hecho temblar como si el valiente opositor hubiera vuelto de la ultratumba a reclamarles justicia.
Ahora la dictadura de Cuba grita despavorida como gallina que ve al gavilán un !!! Obama protégeme !!!. Le pide a Washington, a ese “imperio” que tanto fustigan, odian y acusan, que lo proteja y los defienda de los exiliados cubanos por el mero hecho de proyectar la imagen del mártir de la patria en las paredes de su sede diplomática.
Habría que preguntarles ¿Qué te pasa guapetón, porque lloras?
Su llantén es síntoma de su cobardía. Y es que los cobardes suelen temblarles las piernas cuando se topan con quienes les enfrentan. Ellos son “valientes” para pegarles a las mujeres que desfilan con flores pidiendo la libertad de sus familiares. Ellos son “valientes” para torturar a sus prisioneros. Ellos son “valientes “ para matar a los que entre las rejas de sus cárceles se les enfrentan.
Pero en verdad, es como dice la estrofa de nuestro Himno Nacional que no se canta “ Son cobardes cual todo tirano”.
Le piden a “las autoridades de Estados Unidos que les garanticen la seguridad y la integridad física de la misión y de su personal”. O sea, que la lectura es esta: No permitas la libertad de expresión de proyectar en mi fachada, desde la acera de enfrente, imágenes en contra de mi dictadura.
Sin embargo, nada dicen de proteger a las Damas de Blanco que desfilan por las calles habaneras recibiendo golpes de sus turbas facistoides. Nada hablan de proteger los derechos humanos de los presos de conciencia sujeto a sus salvajes tratos. Nada plantean para proteger las vidas de los opositores. Pero sí gritan como mariquitas que los salve de una foto.
A lo que temen también, y es lo que ellos ven tras la imágen de Zapata, es el despertar de un pueblo enardecido que se disponga a romper sus cadenas y se levante con furia imparable, como pasó en Polonia, Checoslovaquia, Alemania Oriental y Rumanía. Le temen a ese pueblo que han oprimido por cincuenta años.
Saben que un pueblo que se rebela a sus tiranos es como un gigante iracundo. Los tiranos le tienen miedo al gigante de la libertad; Zapata les destapa el pavor al pueblo que ya se les envalentona.
En definitive y a modo de moraleja, es como dice otra estrofa olvidada del Himno Nacional,
“ Por cobardes se fueron vencidos. Por valientes sabremos triunfar”
EL RECLAMO JUSTO DE REYNA TAMAYO
Por: Lcdo. Sergio Ramos
El pasado 3 de marzo, una madre herida y angustiada por el asinato de su hijo escribió una carta abierta al dictador sustituto general Raúl Castro Ruz.
En su valiente misiva, Reyna Tamayo Danger, desmiente al dictador y a la maquinaria propagandística de la dictadura sobre los hechos y las difamaciones que sobre su hijo han esgrimido con total menosprecio a la verdad.
Erguida sobre sus lágrimas – vivo ejemplo de una Mariana Grajales --- señala en su carta como causante del asesinato de su hjjo, al mayor Filiberto Hernández Luis, jefe del penal de Kilo 8 en Camagüey.
Pide angustiada se le haga justicia y citamos:
“Que se abra un proceso investigativo sobre las causas originales de la huelga de hambre, así como también que se haga una exhumación de los restos de mi hijo donde participen un equipo de médicos internacionales para que de manera transparente quede al descubierto la verdadera razón por la que murió, teniendo en cuenta que el cuerpo y la vida de Zapata quedaron solamente en las manos de los que quisieron verlo muerto.”
Pero los tiranos son indolentes y sordos. Ahora ponen a sus ciegos aliados y discípulos, Hugo Chávez y Evo Morales, a repetir como papagayos las mentiras del régimen. Le secundan en el difamador estribillo el coro de los mercenarios, los hipnotizados y los vendidos al sátrapa, como por ejemplo, la hija del connotado genocida Ernesto “Che” Guevara, Aleida Guevara y los cantantes Williy Toledo y Miguel Bossé. Lo triste es que independientemente de que la tontería útil les embarga les haya hecho creer el libreto, con su postura, estas personas aplauden un asesinato.
La verdad es una: Asesinaron al preso de conciencia Orlando Zapata Tamayo. Y la Comunidad Europea y varias organizaciones internacionales de Derechos Humanos han condenado la barbarie.
Pero el reclamo de justicia está pendiente. Por eso hay que hacer de esta petición un clamor mundial.
La impunidad es parte del crímen que se comete y alienta y envalentona al criminal. La justicia bien aplicada frena el crimen. Por cuanto hay que añadir, para el cumplimiento fiel de la justicia, como colorario a la investigación internacional, que se abra un Tribunal Penal Internacional contra el mayor Filiberto Hernández Luís y sus cómplises.
La impunidad conque hasta ahora el régimen de Cuba ha matado, torturado, encarcelado, desterrado y perseguido a sus detractores y al pueblo cubano en general, tiene que tocar a su fin. La justicia no puede seguir siendo pisoteada, ni ignorada. Las víctimas también tienen derecho, y lo primero es que se les haga justicia.
Por: Lcdo. Sergio Ramos
El pasado 3 de marzo, una madre herida y angustiada por el asinato de su hijo escribió una carta abierta al dictador sustituto general Raúl Castro Ruz.
En su valiente misiva, Reyna Tamayo Danger, desmiente al dictador y a la maquinaria propagandística de la dictadura sobre los hechos y las difamaciones que sobre su hijo han esgrimido con total menosprecio a la verdad.
Erguida sobre sus lágrimas – vivo ejemplo de una Mariana Grajales --- señala en su carta como causante del asesinato de su hjjo, al mayor Filiberto Hernández Luis, jefe del penal de Kilo 8 en Camagüey.
Pide angustiada se le haga justicia y citamos:
“Que se abra un proceso investigativo sobre las causas originales de la huelga de hambre, así como también que se haga una exhumación de los restos de mi hijo donde participen un equipo de médicos internacionales para que de manera transparente quede al descubierto la verdadera razón por la que murió, teniendo en cuenta que el cuerpo y la vida de Zapata quedaron solamente en las manos de los que quisieron verlo muerto.”
Pero los tiranos son indolentes y sordos. Ahora ponen a sus ciegos aliados y discípulos, Hugo Chávez y Evo Morales, a repetir como papagayos las mentiras del régimen. Le secundan en el difamador estribillo el coro de los mercenarios, los hipnotizados y los vendidos al sátrapa, como por ejemplo, la hija del connotado genocida Ernesto “Che” Guevara, Aleida Guevara y los cantantes Williy Toledo y Miguel Bossé. Lo triste es que independientemente de que la tontería útil les embarga les haya hecho creer el libreto, con su postura, estas personas aplauden un asesinato.
La verdad es una: Asesinaron al preso de conciencia Orlando Zapata Tamayo. Y la Comunidad Europea y varias organizaciones internacionales de Derechos Humanos han condenado la barbarie.
Pero el reclamo de justicia está pendiente. Por eso hay que hacer de esta petición un clamor mundial.
La impunidad es parte del crímen que se comete y alienta y envalentona al criminal. La justicia bien aplicada frena el crimen. Por cuanto hay que añadir, para el cumplimiento fiel de la justicia, como colorario a la investigación internacional, que se abra un Tribunal Penal Internacional contra el mayor Filiberto Hernández Luís y sus cómplises.
La impunidad conque hasta ahora el régimen de Cuba ha matado, torturado, encarcelado, desterrado y perseguido a sus detractores y al pueblo cubano en general, tiene que tocar a su fin. La justicia no puede seguir siendo pisoteada, ni ignorada. Las víctimas también tienen derecho, y lo primero es que se les haga justicia.
SOLIDARIDAD ACTIVA DE TODOS: UN LLAMADO GENERAL
El vil asesinato de Orlando Zapata Tamayo. Privado de agua por 18 días en medio de una huelga de hambre que llevaba varias semanas, ha causado la indignación de miles de cubanos dentro y fuera de la Isla. En el mundo muchos gobernantes han condenado este crimen.
En respuesta a la cobardia del régimen, cuatro presos de conciencia han tomado la antorcha de Zapata Tamayo y se han declarado en huelga de hambre. Mientras que en Santa Clara el periodista independiente Guillermo Fariñas se ha vuelto a declarar en huelga de hambre y sed. Ya lleva un varios días en su protesta.
Desde Banes, la madre de Zapata Tamayo ha levantado su airada voz y condenado el crimen cometido en la persona de su hijo. Un obrero albañil de 42 años, que estaba preso y habiendo sido declarado preso de conciencia por Amnistía Internacional. Reyna Tamayo esta exigiendo que se exhume el cadaver de su hijo y se le haga una autopsia por organismos internacionales imparciales.
El exilio cubano en distintas partes (Miami, España, Puerto Rico, Nueva York, Alemania, etc) ha hecho manifestaciones de protesta condenando la dictadura por eee cobarde asesinato.
El dictador solo se limita a expresiones hipocratas con un “ Lo lamento “ ; a difamar la integridad de Zapata tildandolo de “delincuente” a él y a los que le sucedieron en el plante y a un indolente encogido de hombros. Hace como Pilatos se lava las manos y deja que sigan los muertos.
Esos compatriotas solo claman por libertad, democracia y justicia para todo el pueblo de Cuba.
Pero como la razon es mas fuerte que la fuerza bruta, y la conciencia del justo mas poderosa que las bayonetas. Ellos siguen con su desobediencia civil, convencidos de que a la larga los tiranos caerán y el pueblo sera libre.
Sin mas armas de que razón, estos valientes compatriotas despliegan su rebeldía frente a la injusticia y el crimen.
Todos debemos de solidarizanos con ellos y condenar el crimen, clamando libertad , derechos humanos y democracia para todos los cubanos. Todos tenemos que solidarizarnos acivamente en la medida de nuestras capacidades y posibilidades. Solidarizarnos con hechos de desobediencia civi, pequeños o grandes, según sea posible a cada quien. Con hechos constantes, cotidianos, persistentes; demostrando la rebeldía contra la opresión. Porque cada acto, por pequeño que sea, debilita la dictadura y gana terreno para la libertad.
El vil asesinato de Orlando Zapata Tamayo. Privado de agua por 18 días en medio de una huelga de hambre que llevaba varias semanas, ha causado la indignación de miles de cubanos dentro y fuera de la Isla. En el mundo muchos gobernantes han condenado este crimen.
En respuesta a la cobardia del régimen, cuatro presos de conciencia han tomado la antorcha de Zapata Tamayo y se han declarado en huelga de hambre. Mientras que en Santa Clara el periodista independiente Guillermo Fariñas se ha vuelto a declarar en huelga de hambre y sed. Ya lleva un varios días en su protesta.
Desde Banes, la madre de Zapata Tamayo ha levantado su airada voz y condenado el crimen cometido en la persona de su hijo. Un obrero albañil de 42 años, que estaba preso y habiendo sido declarado preso de conciencia por Amnistía Internacional. Reyna Tamayo esta exigiendo que se exhume el cadaver de su hijo y se le haga una autopsia por organismos internacionales imparciales.
El exilio cubano en distintas partes (Miami, España, Puerto Rico, Nueva York, Alemania, etc) ha hecho manifestaciones de protesta condenando la dictadura por eee cobarde asesinato.
El dictador solo se limita a expresiones hipocratas con un “ Lo lamento “ ; a difamar la integridad de Zapata tildandolo de “delincuente” a él y a los que le sucedieron en el plante y a un indolente encogido de hombros. Hace como Pilatos se lava las manos y deja que sigan los muertos.
Esos compatriotas solo claman por libertad, democracia y justicia para todo el pueblo de Cuba.
Pero como la razon es mas fuerte que la fuerza bruta, y la conciencia del justo mas poderosa que las bayonetas. Ellos siguen con su desobediencia civil, convencidos de que a la larga los tiranos caerán y el pueblo sera libre.
Sin mas armas de que razón, estos valientes compatriotas despliegan su rebeldía frente a la injusticia y el crimen.
Todos debemos de solidarizanos con ellos y condenar el crimen, clamando libertad , derechos humanos y democracia para todos los cubanos. Todos tenemos que solidarizarnos acivamente en la medida de nuestras capacidades y posibilidades. Solidarizarnos con hechos de desobediencia civi, pequeños o grandes, según sea posible a cada quien. Con hechos constantes, cotidianos, persistentes; demostrando la rebeldía contra la opresión. Porque cada acto, por pequeño que sea, debilita la dictadura y gana terreno para la libertad.
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