sábado, 18 de febrero de 2012
SIGUEN LOS ASESINATOS Y LA IMPUNIDAD
JUSTICIA, NO MAS IMPUNIDAD
Por: Dr. Darsi Ferrer
La Habana, Cuba. 24 de enero de 2012.
Wilman Villar ha sido asesinado. No puede calificarse de otro modo el acto de encerrar en una fría y mugrienta celda de castigo, sin agua ni asistencia médica, a un hombre desnudo y debilitado por la hambruna. El deterioro irreversible de su salud durante los 50 días que pasó en huelga de hambre, contó con el apoyo del desamparo, las más que probables palizas y la indiferencia de quienes lo custodiaban y se esforzaron en quebrar su posición ética de rechazo a la injusticia cometida contra su persona.
Era un joven lleno de vida, que con su muerte prevenible dejó abandonadas a su esposa y dos pequeñas niñas de 5 y 7 años. Su delito fue reclamar respeto a los Derechos Humanos y libertades ciudadanas. Razón suficiente para ser merecedor del odio, el desprecio y castigo de la junta militar que mantiene secuestrado el poder en Cuba e implementa una política de terrorismo de Estado para sojuzgar al pueblo.
Más no constituye un hecho aislado, sino que resulta apenas otra víctima de un Plan de eliminación física de opositores que, en años recientes, incluye la muerte de Orlando
Zapata Tamayo, Wilfredo Soto y Laura Pollán. Además, está fresco el recuerdo de los crímenes perpetrados con el hundimiento del Remolcador 13 de Marzo en las afueras de la Bahía de La Habana, el derribo en aguas internacionales de las avionetas civiles de Hermanos al Rescate por aviones militares, la muerte en total abandono de decenas de enfermos mentales en el Hospital Psiquiátrico de la Habana, y el arbitrario y expedito fusilamiento de tres jóvenes negros que secuestraron una lancha en el intento de escapar de la isla.
Ante esta cadena de asesinatos la comunidad internacional ha reaccionado con pasividad, y hasta complacencia. En los últimos tiempos, solo en las prisiones cubanas se reportan muertes de reclusos en huelga de hambre. En ninguna otra nación del continente ocurren situaciones tan deplorables, ni siquiera en la cárcel de la Base Naval de Guantánamo. La dictadura militar argentina jamás ordenó golpear a las Madres de Plaza de Mayo, mientras las Damas de Blanco sufren todo tipo de agresiones por parte de la policía política. Cualquier intento de ejercer derechos elementales de reunión, asociación o manifestación es reprimido con brutalidad policial, arrestos arbitrarios y las golpizas protagonizadas por turbas progubernamentales que obran con total impunidad. Más de
cien mil cubanos languidecen en las prisiones bajo régimen de torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, sin el amparo de las normas de reclusión establecidas por la ONU.
El régimen de La Habana ha perdido toda legitimidad. Sus abusos y acciones represivas contra la población lo hacen similar a las repudiadas dictaduras del Medio Oriente. Tanto el gobernante sirio Bashar Al Assad como Raúl Castro en Cuba desconocen la voluntad popular, desprecian a sus pueblos y están dispuestos a aplastar mediante la fuerza cualquier reclamo que les cuestione su presencia vitalicia al frente del poder.
La aceptación de la junta militar de La Habana en foros internacionales, como el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, mancha la credibilidad de esas instituciones. Los gobiernos latinoamericanos y caribeños, que en su momento repudiaron las dictaduras militares establecidas en Chile y Argentina, deberían ser consecuentes y rechazar al régimen dictatorial de la isla. La OEA terminó desechando la suspensión de Cuba promovida por el gobierno de los EEUU. Sin embargo, no condena con firmeza los crecientes desmanes de la dictadura antillana. El dinero depositado por La Habana en la Banca internacional se utiliza en gran medida para satisfacer los lujos y vida aburguesada de la élite gobernante, además de financiar el tenebroso aparato represivo y de sojuzgamiento del pueblo, que cada día es obligado a soportar el incremento de la pobreza y de sus necesidades más elementales.
Resulta intolerable que en pleno Siglo XXI Cuba sea la única nación privada de democracia en todo el hemisferio occidental. En el actual clima de terror e impunes injusticias, la Oposición pacífica seguirá su sacrificada labor por la libertad del pueblo y la instauración en el país del Estado de Derecho. Los gobiernos e instituciones del mundo libre están llamados a superar las protestas morales y contemplaciones, y adoptar enérgicas condenas políticas y sanciones económicas contra el oprobioso régimen de los Castro. Al menos, hasta que cese la represión, legalicen el multipartidismo y se convoquen elecciones libres. No más sangre de inocentes, no más indolencia ni desesperanza. ¡Libertad!
GRITO DE BAIRE
24 DE GLORIA Y PENA
Por: Lcdo. Sergio Ramos
El 24 de febrero tiene una profunda significación para el pueblo cubano.
Un 24 de febrero del 1895 un puñado de cubanos se alzaron en armas en los poblados de Baire e Ibarra, dando comienzo a la última de las guerras de independencia de Cuba. Marca para los cubanos, un ejemplo de lo que ha de hacerse cuando se carece de las libertades fundamentales que le son innatas al ser humano por derecho natural. Un ejemplo que hoy cobra una extraordinaria vigencia ante la carencia total de los derechos humanos en la patria de Martí. El derecho a luchar por la libertad es parte del derecho a la libertad y su ejercicio es legítimo, aun cuando lo proscriban las leyes indolentes, los códigos irrelevantes o los decretos del autócrata, pues su prelación estriba en libre albedrío que por naturaleza le asiste al hombre.
Un 24 de febrero de 1996 tres avionetas civiles surcaban el espacio areo internacional cercano a Cuba en misión de rescate de los cubanos que en su ansia de ser libres, arriesgaban , y aun hoy arriesgan, sus vidas para alcanzar la libertad prestada en suelo ajeno, lanzándose al mar en frágiles balsas. El hombre busca la libertad por instinto, por ese es su don, que es mas fuerte que su deseo de vida.
Ese día la fecha de Gloria fue mancillada por la infamia. Dos poderosas y sofisticadas máquinas de matar de la Fuerza Aerea de Cuba, hechas en la extinta Unión Soviética, se avalanzaron sobre las tres indefensas avionetas matrícula norteamericana y derribaron dos de ellas, pudiéndo una escapar a la muerte milagrosamente. Murieron sus tripulantes cubanos, argentinos y ciudadanos americanos. Alguien desde un crucero turístico que coincidió en el lugar, filmó el crímen para la historia. Quedaron grabadas para la posteridad las conversaciones entre los pilotos de los Migs y entre estos y su centro de mando, donde , según se plantea, la voz que da la orden de asesinar, es la del actual dictador sucesor General de Ejército y presidente de Cuba Raul Castro Ruz. Quedaron preservadas las piezas de evidencia para el juicio en su día.
Hubo premeditación y alevosía. No fue un acto incidental de defensa, sino una calculada agresión. Un espía del régimen que se infiltró en la organización Hermanos al Rescate delatado los planes de vuelo y pretendía servir, después del derribo, con falsos testimonios públicos para encubrir el asesinato con el gastado cuento de un supuesto ataque al país.
Coincidían esos días con la discusión congresional sobre la Ley Helm Burton sobre el Embargo. El gobierno americano, se limitó a aprobar la Ley, sin tomar ninguna acción directa contra la agresión military perpetrada contra aviones civiles de bandera estadounidense y tripulados por ciudadanos norteamericanos. Contrasta con otros incidentes parecidos en otras partes del mundo donde Washington ha tomado medidas mas firmes, lo que nos deja sin respuesta la pregunta ¿Por que ? . Pero dejemos eso al tiempo, que siempre se encarga de destapar los velos conque los villanos y sus cómplices esconden sus fechorías.
Hoy, 24 de febrero, a los cubanos de Buena fe, nos embarga un doble sentimiento de orgullo, por la Gloria y ejemplo escrito para la posteridad por nuestro valientes mambises que nos legaron nuestra independencia; y de tristeza, por la pena y encono que nos produce el vil crimen perpetrado por los opresores del pueblo cubano.
CUBA EN EL ESPEJO DE SIRIA
Raul Castro y Bashir Assad, Tiramos de la misma camada.
CUBA EN EL ESPEJO DE SIRIA
Por; Lcdo. Sergio Ramos
Impacta las imágenes macabras que nos llegan desde Siria, en donde un pueblo se ha levantado reclamando su libertad y un dictador desalmado los masacra sin piedad. Mientras la comunidad internacional permanece paralizada a causa del apoyo al régimen, que a través del veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, le otorgaron Rusia y China. Así las cosas, el tiempo pasa y Bashar Assad inunda en sangre a su pueblo.
Algo parecido hubiera sucedido en Libia de no haber sido por el efectivo apoyo político y militar y sobre todo aéreo, que brindó la Comunidad Europea. El entonces dictador Khadafi envió su ejército a masacrar sin piedad al pueblo que clamó su libertad en las calles. Gracias al eficaz respaldo de las Fuerzas Aéreas de la NATO, paralizaron y destruyeron la capacidad militar Libia y permitieron avanzar a las tropas del rebelde pueblo hasta capturar y ajusticiar al tirano y alcanzar su libertad.
Los acontecimientos nos llevan a meditar sobre su reflejo en la situación cubana. Mirado retrospectivamente, la historia nos enseña los distintos resultados cuando existe el apoyo efectivo y cuando se carece de éste. En Bahía de Cochino ( Playa Girón ), los heroicos miembros de la Brigada 2506 fueron desprovistos del prometido respaldo de la aviación estadounidense y la consecuencia fue , no solo la derrota por una fuerza muy superior en número, sino , peor aun , la consolidación del tiránico régimen de los hermanos Castro, que ya tiene mas de 50 años. La debilidad e indecisión de un presidente afianzó una tiranía comunista a 90 millas de las costas de Estados Unidos, la cual hoy hace metátesis en el continente Suramericano. Si aquel día se hubiera brindado el prometido apoyo aéreo, Castro hubiera sido una efímera figura en la historia cubana.
Analizando el efecto prospectivamente, debe ponernos a pensar las posibles reacciones del tirano ante el desarrollo de un escenario en donde el pueblo se lance masivamente a las calles. Esta claro que las reacciones entre dictadores de Túnez, Abidine Ben Ali y el de Egipto, Hosni Mubarak, fueron distintas a las de Muamar Khadafi de Libia y Bashar Assad de Siria. Los primeros no son dictadores movidos por fanáticas ideologías; los segundos pueden catalogarse como dictadores ideológicos. Es la misma diferencia que existe entre las dictaduras de Fulgencio Batista y Gerardo Machado, versus la dictadura de Fidel y Raúl Castro. En ambos casos son dictadores, ambos son asesinos, pero cuando se trata de dictaduras ideológicas están enmarcadas en una creencia fanática de destino manifiesto profesada por el propio dictador; lo que los lleva a resistir hasta su muerte y a usar los métodos represivos más crueles y sanguinarios. Así paso también en Alemania con el caso de Adolfo Hitler. Estos últimos son más difíciles de derrocar.
Adentrándonos en el escenario posible de un levantamiento popular extendido y arraigado en Cuba, y considerando el fuerte matiz ideológico que caracteriza la tiranía de los hermanos Castro, y tomando en cuanta las experiencias respecto a sus actos genocidas, de los cuales basta citar el genocidio cometido por Raúl Castro en Santiago de Cuba los primeros días de enero de 1959 y las masacres de cubanos ante el paredón de fusilamiento en la Cabaña y los crímenes en el Escambray durante la década de los sesenta cometidos por Ernesto ( Che) Guevara y Fidel Castro, nos debe llevar a concluir que la tiranía cubana no escatima, ni escatimará en derramamiento de sangre con tal que mantenerse el poder absoluto.
La lucha sin previsión, ni planificación es suicida. Debe preverse y estar preparado siempre para enfrentar los posibles escenarios que puedan acontecer en el desarrollo de la lucha. Tampoco un pueblo que pelea por su libertad frente a este tipo de dictadores ideológicos se puede cazar con un método de lucha en particular. Se debe estar dispuesto a usar aquel método que les requieran el desarrollo cambiante de las circunstancias. Ni pacifico, ni bélico; sino dispuestos a adoptar aquel tipo de lucha que se demande acorde al desarrollo de la lucha en cada momento preciso.
Si nos basamos en el historial de la dictadura castrista, debemos deducir que ante una manifestación popular extendida y sostenida en Cuba, la dictadura usará primero sus brigadas de respuesta rápida y sus tropas anti-motines, pero si estas no logran aplacar la situación, entonces al igual que en Siria, habríamos de esperar --- y hay que estar preparados para --- la reacción militar violenta y despiadada como pasó el Libia o pasa en Siria.
En tal último caso, de la comunidad internacional de hoy día podemos esperar reacciones diversas e imprecisas. Si tomamos en consideración los intereses que China tiene en Cuba, así como la reacción Rusa ante Siria, no es de dudar que estos dos países puedan usar su veto y sus influencias diplomáticas para entorpecer los esfuerzos de apoyo internacional al pueblo cubano.
De Latino América no debe descartarse la probabilidad que ciertos países del ALBA, sobretodo los mas marxistamente idealizados y radicalizados como Venezuela y quizás Bolivia, Nicaragua y Ecuador, envíen tropas de apoyo al dictado; y seguramente, todos usarán sus oficios diplomáticos para bloquear cualquier intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA) u otros organismos y alianzas internacionales a favor del pueblo cubano.
La Comunidad Europea, divida entre las posturas verticales y las lenificadas con el régimen cubano, no pasara de emitir condenas y sanciones diplomáticas, sin otro efecto sustancial en el desarrollo ulterior de los acontecimientos.
La actitud de los Estados Unidos dependerá del tipo de presidente que este rigiendo la Casa Blanca en ese momento. Si es tipo Ronald Reagan o Dwight D. Eisenhower o si es tipo John F. Kennedy o Jimmy Carter. De los primeros, quizás, pudiera esperarse un apoyo efectivo; de los segundos solo retórica política y acciones diplomáticas tibias y hasta nuevas traiciones por acción u omisión.
Reconocemos que el reto de lograr la libertad patria es grande, pero el hecho de que existan obstáculos, dificultades y peligros para alcanzar la liberación del pueblo no es excusa para eludir el deber de procurar romper las cadenas de la opresión, pues la esclavitud denigra y solo libertad dignifica al hombre.
Tenemos que estar concientes de que la confrontación con la dictadura es inevitable en el proceso para lograr la libertad total del pueblo cubano. La intensidad y características de ese choque fuerzas, dependerá de los acontecimientos y las circunstancias que se vayan produciendo a medida que la lucha de desarrolle.
También, en base a las experiencias anteriores, los cubanos tenemos que asumir el control del proceso libertario y no depositarlo en terceros foráneos, que a la larga solo responderán a sus intereses particulares y no a los autóctonos de nuestro pueblo.
La libertad depende de nosotros los cubanos todos, pues solo el pueblo que tome el control de su destino puede salvarse de la opresión y la dependencia. Luego el pueblo cubano solo debe confiar y depender, en primer término, de los cubanos. Las demás alianzas son, vienen y van por añadiduras circunstanciales.
Ya sabemos que los dictadores ideológicos solo salen del poder por la fuerza que ejerza el pueblo que se resuelva a pagar el alto precio de la libertad. Nosotros como pueblo, tenemos que adoptar firmemente esa resolución si queremos sacudirnos el yugo opresor y definitivamente, ser libres e independientes. Y para lograr ese empeño debemos estar preparados para afrontar la reacción desalmada y violenta de la tiranía castrista.
Por tanto, el jugador de ajedrez, debemos tener pensadas tres jugadas adelantes. De aquí que, es hora de trazar, de modo realista, estrategias, planes alternativos de lucha y hacer los preparativos necesarios que nos permitan afrontar los diversos escenarios que pudieran advenirnos en el curso y desarrollo de la gesta de liberación de nuestra patria.
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