sábado, 29 de enero de 2011
LAS VERDADERAS PRETENCIONES DEL VI CONGRESO DEL PCC
LAS VERDADERAS PRETENCIONES DEL VI CONGRESO DEL PCC
Por: Lcdo. Sergio Ramos
Durante la última sesión del seudo-parlamento de Cuba, la Asamblea Nacional del Poder Popular, efectuado el pasado diciembre, el dictador sustituto General Raul Castro informó que en Abril de este año se celebrará el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, matizando el tema con la declaración de que este sería el último en donde participarían la “generación histórica”. Ademas, informó que allí serían discutidos la “actualización del modelo económico” que pretenden implantar y en donde se incluyen las medidas de la “liberalización” del cuentapromismo. Tras dicho acto salió publicado un folleto titulado “Lineamientos de la Política Económica y Social” con el objeto de que fueran “discutidos” entre la población.
La entrelinea del discurso de Raul Castro deja ver los verdaderos propósitos perseguidos: Uno, abrir el camino a la sucesión colocando en las filas de la dirigencia del PCC y del gobierno a los “hijos de papa”; y Dos, salvar la seria crisis económica sin perder el control sobre la economía y los jugosos beneficios que de ésta percibe la oligarquía gobernente.
En cuanto al objetivo solapado de garantizar la linea de sucesión de la faraónica familia Castro, podría producirse la inserción de Alejandro Castro, hijo de Raul y de Antonio Castro, hijo de Fidel, en posiciones de alto nivel dirigente dentro del partido y el gobierno, sin perjuicio de que injerten otros vástagos de la alta cúpula en puestos importantes de poder.
Es real que la gerentocracia cubana tiene un muy escaso tiempo de vida politicamente útil. Fidel, Raul, Ramiro, Ventura Machado, al igual que otros muchos jerarcas comunistas son octogenarios. Ellos saben que si no organizan desde ahora una sucesión del poder ordenada, las rivalidades y ambiciones existentes entre los miembros de la familia Castro y demás familias oligarcas, provocarán pugnas internas que debilitarán su poder como clase regente, dando paso al fortalecimiento de elementos rivales de menor nivel dentro del régimen y de la oposición política interna.
Es sabido que en Cuba hay una nueva generación que nació y creció bajo el sistema actual que se siente oprimida y decepcionada por la oligarquía gobernante. Ellos cada día están mas concientes que en Cuba no hay futuro posible bajo el actual régimen y que solo con un cambio sustancial de sistema político, económico y social podrían obtener un mejor mañana. Ellos tienen sus propias ideas y concepciones.
El segundo objetivo para garantizar la sobrevivencia de la oligarquía gobernante es sacar al país de la debacle económica que padece, la cual, de seguir incrementándose, podría desembocar en una imparable desestabilización de la sociedad.
En un reportaje investigativo publicado en el periódico español ‘El País’ de 9 de diciembre del 2010, en donde se consultó a expertos comerciales de los gobiernos de Italia, Francia, España, Brasil, Canadá, Japón y China , todos unánimemente coincidieron de que Cuba esta falta de liquidez, con dos años de vida económica antes que sea un país literalmente en la bancarrota. El gobierno cubano tiene que afrontar una deuda externa de más de $17,500 millones de dólares y su improductiva e ineficiente economía esta casi paralizada. Sus rublos de ingresos más importantes son las remesas envíadas por los cubanos del exterior para ayudar a sus familiares y la ayuda en subsidios que le da el régimen del dictador venezolano Hugo Chavez.
La oligarquía sabe que tienen que tomar medidas económicas urgentes si desean sobrevivir en el poder y mantener los privilegios económicos que ostentan. Saben muy bien, reconocido por el propio dictador Fidel Castro, que su sistema económico no funciona. No sirve.
Ellos han visto como China y Viet Nam han florecido con la mutación que realizaron del estado totalitario marxista-leninista-maoísta al estado fascista corporativo, manteniendo la retórica comunista y desean hacer una imitación. Aunque cabe añadir que tales modelos no son aceptables para el pueblo de Cuba por su carácter dictatorial y por no garantizar los derechos humanos y la democracia.
Sin embargo, esos cambios requirieron medidas mas profundas y drásticas que las que estan dispuestas a tomar los oligárcas que gobiernan a Cuba; puesto que las mismas conllevan una cesión del poder económico y con ello del control social. Ellos saben que una simple grieta en el muro de contención que le tienen impuesto al pueblo, puede traerles un efecto Bucarest, Berlín o Tianamén.
Las medidas propuestas en el citado panfleto no llenan los requisitos necesarios para ese tipo de cambio, porque no garantizan una política conducente al repunte económico con un crecimiento sostenible. Del mismo modo, no se vislumbra la capacidad de audacia y toma de riesgos en el plano económico de parte de la cúpula gobernante. Mas bien tienden a ser conservadores, pues están temerosos de que el dique de contención popular se les rompa. Algo que también les podría suceder si la crisis se les agrava demasiado y los mecanismos de control social o la capacidad para instaurar otros, les reulten insuficientes para contener la ira del pueblo.
En conclusión, la dictadura, por ley natural de vida va llegando irreversiblemente a su fin. La vejez de sus enquistados cuadros del poder, el conservadorismo que los embarga y lo desfuncional del sistema económico castro-comunista los lleva hacia su tumba política en los próximos años. La mística de los primeros años de la revolución, sostenida por un tiempo a base de propaganda y mentiras, se les esfuma como humo entre las manos. El ideal se tranformó en pasadilla y repulsión popular hacia eso que insisten en llamar “revolución”.
Tras la debacle del régimen vendrán las nuevas generaciones del pueblo cubano, que potencializan su próxima subida al poder, las cuales tienen sus propias ideas, visiones y objetivos, distintas y diferentes a la gerentocracia del poder y a la oposición tradicional; por lo que producirán un nuevo modelo político, social y económico que en nada tendrá que ver con la Cuba republicana del ayer, ni con la Cuba comunista de hoy. Pero que si podemos apostar a que será infinitamente mejor y mas libre que lo que es la Cuba del presente bajo cinco decadas de Destrucción castrista.
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