CUBA 2025: RUMBO A LA DEBACLE ECONOMICA
Por: Lcdo. Sergio Ramos
El régimen dictatorial de Cuba concluye
el año 2024 arropado por un desastre económico sin precedentes en la historia
del país.
De acuerdo con las estadísticas, en el
2024 se estima que la población cubana, estimada en 11.2 millones de
habitantes, sufre de alarmantes niveles de pobreza extrema, los cuales se
estiman en un 89% de la población. Simultáneamente, durante ese año la tasa
inflacionaria registro un aumento del 28.09% durante el mes de octubre pasado,
al tiempo que el ingreso medio de los trabajadores es de 5,750 pesos nacionales
(CUP) lo que equivale a un salario medio de US$ 239.39 dólares al mes, siendo el salario minino de
2,100 CUP lo que equivales a US$ 87.43 dólares mensuales. (Cambio a Diciembre
2024 esta 1.00 CUP = US$ 0.04 ). A esto añádase que el desempleo para el 2024
es de un 10% de la fuerza laboral.
Estos exorbitantes incrementos en los
precios de los alimentos y artículos de primera necesidad ocurren en medio de
una crisis alimentaria a causa de la escasez de alimentos por la que atraviesa
el país. Situación que hace que los alimentos sean cada día más inaccesibles
para el cubano promedio. De hecho, el Producto Interno Bruto (PIB) en el 2023
fue de 1.9% y se estima que para el 2024 sea de 0.4%.
Esta más que probado que los sistemas de
economía estatizada característica del marxismo-leninismo son intrínsecamente
improductivos. Los desastres económicos de la otrora URSS la llevaron a readoptar
el capitalismo y en China a implementar la tenencia de empresas privadas bajo
un modelo de corte fascista con disfraz de maoísmo.
En Cuba la industria básica tradicional
ha pasado a en quedar un relegado plano, siendo sustituida por el turismo, el
cual, actualmente, está teniendo una seria caída a causa de los problemas
infraestructurales de energía, transportación, y, además, las escaseces de
alimentos y productos.
Además, el país sufre una gran escasez
de combustible, ya que sus suplidores tradicionales están atravesando por
situaciones críticas que afectan el suministro de crudo. Ni Rusia, cuyos
recursos están comprometidos en la guerra en Ucrania; ni Venezuela, arropada
por la ineficiencia en que atraviesa su industria petrolera, pueden abastecer
eficientemente la demanda de combustibles de Cuba. Súmese a esto, la falta de
divisas que sufre Cuba, que le limita la compra de combustible de otros países,
así como la importación de alimentos, medicinas y productos en general.
La escasez de combustible, sumado a
falta de mantenimiento adecuado y a lo anticuado de las siete plantas
termoeléctricas generadoras de energía en el país, ha provocado una seria
crisis energética que afecta, no solo la vida cotidiana del ciudadano, sino
también limita seriamente la productividad de fábricas y empresas.
La capacidad de generación eléctrica del
país es de 1,760 megavatios (MW), sin embargo, la demanda estimada de energía
es de 3,020 MW lo que implica un déficit energético de 1,260 MW. A esta seria
limitación de producción energética hay que sumarle la limitación creada por la
falta de combustible, lo que causa el actual caos en el sistema eléctrico del
país.
Por otra parte, el país adolece de un
serio déficit fiscal, además de que el erario público está en constante
deterioro a causa de la alta incidencia de corrupción que caracteriza a las
altas esferas del gobierno castrista.
Otro gran problema que afecta la
economía de Cuba es su falta de divisas y su poco crédito para adquirir
productos en el mercado internacional, cuyo efecto es aumentar la escasez de
productos, materias primas y combustibles en el país.
Tal falta de divisas sumado al
incremento de las escaseces de productos alimenticios y de primera necesidad
que ha llevado a eliminar la libreta de racionamiento pues el régimen no puede abastecer
a la población de las migajas alimentarias que proporcionaba con su vieja e
ineficiente política de racionamientos. Además, ante la falta de divisas y la
impotencia para poner en circulación mayor volumen de moneda nacional, ahora dispone
la dolarización general para todo el país, lo que creara un caos, por un lado alimentación
agravando la hambruna en la población y por otro lado aumentando la incapacidad
de los ciudadanos de a pie para adquirir productos a los exorbitantes precios
del mercado regular e irregular ( bolsa negra) sobre todo para aquellos cubanos
que no disponen de familiares que le envíen remesas en dólares para ayudar a su
sustento.
Cuba entrará al nuevo año 2025 sumido en
una profunda crisis económica que, a juzgar por las circunstancias, continuará
agravándose para terminar en un total desplome económico y social. En
consecuencia, la actual situación económica tiene el efecto de desencantar e
irritar cada día más al pueblo cubano, creando las condiciones para que, como
ocurre con los volcanes, un buen día la presión interna del malestar social
haga erupción provocando el estallido social que dé al traste con la tiranía
castrista.
San Juan, Puerto Rico a 21 de diciembre
de 2024