LIBERTAR A CUBA ES NUESTRO DEBER PRIMARIO
Por: Lcdo. Sergio Ramos
En la política internacional prevalecen los
intereses por sobre los principios. Fundamentalmente los intereses políticos y económicos.
En este ámbito, frecuentemente los principios, son involucrados en las
cuestiones internacionales como barniz para encubrir el trasfondo de los
verdaderos propósitos políticos y económicos perseguidos.
A lo largo de la historia, el choque de intereses
políticos y económicos entre los países, muchas veces suelen terminar en serias
desavenencias y en ocasiones, hasta en guerras entre los países involucrados.
Recientemente, hemos visto un choque de intereses
entre los Estados Unidos y países hasta ayer aliados generados por las nuevas
políticas adoptadas por la nueva administración gubernamental del Presidente
Donald Trump.
El primero ha sido con Canadá donde Washington
aspira a reducir las importaciones imponiendo altas tarifas arancelarias a la
importación productos canadienses, lo que provocó la reacción del primer
ministro de Canadá Justin Trudeau. Y del mismo modo con su vecino del sur, México,
donde actualmente se realizan negociaciones entre la presidenta Claudia Sheinbaun
y la administración Trump.
Pero el choque más dramático ocurrió en la misma
Casa Blanca durante la reunión del presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky y
el presidente norteamericano Donald Trump, que culminó en una airada discusión
entre los dos mandatarios. El fin de Trump es limitar las costosas ayudas en tecnología
y armamentos a Ucrania a cambio de que ese país ceda territorios a Rusia; nación
invasora militar de Ucrania, mientras que la posición e interés del gobierno
ucraniano es recuperar los territorios que ha perdido ante la invasión rusa a
ese país.
De hecho, entre las primeras acciones de Trump en
ese ámbito de la política internacional, fue tener conversaciones con el
dictador ruso Vladimir Putin a espaldas del gobierno de Ucrania. Esto también a
causó un gran malestar en los países de la Unión Europea que respaldan a
Ucrania, pues la seguridad de Europa se ve amenazada con el expansionismo de Moscú.
Razón por la cual, previo a la reunión con Zelensky, visitó la Casa Blanca el presidente
de Francia Emmanuel Macrón. En dichas conversaciones tampoco se llegó a un
acuerdo.
El choque de intereses entre Estados Unidos,
Ucrania y los países de la Unión Europea, ha creado una seria fractura entre
los aliados tradicionales Estados Unidos y la Unión Europea, lo que debilita la
capacidad para confrontar y detener el expansionismo militar del dictador ruso
Vladimir Putin.
Al observar las medidas adoptadas por la nueva administración
bajo el presidente Donald Trump, se perfila un cambio en la dirección política,
la cual se enfoca con más énfasis en los asuntos internos de los Estados Unidos,
apartándose de los aspectos de la política
internacional, dejándolos a un segundo plano a costa de perder el respaldo de
sus tradicionales aliados en América y en Europa.
Esto implica que, si bien el gobierno del
presidente Trump tome sanciones en contra de la dictadura de Cuba, esta
administración no tomara acciones directas y ni mucho menos que estén decididamente
orientadas a erradicar el régimen castro-comunista de Cuba.
Este nuevo giro político de Washington
contraviene el legítimo interés político del pueblo cubano, que es claramente
derrocar la tiranía castrista y restablecer un nuevo orden democrático, pluripartidista,
respetuoso de los derechos humanos y promotor del progreso y bienestar para
todos los cubanos y de Cuba en general.
Ante estos hechos, es preciso reiterar que no podemos
depender de nadie para que nos libere de la tiranía castrista, puesto que
solamente a los cubanos todos, los de dentro y fuera del país, somos a quienes
nos compete tomar las riendas de la lucha de liberación en nuestras manos y
encausar los procesos de la lucha por la Libertad de nuestra patria como lo hicieron
nuestros próceres en el Siglo XIX bajo el liderato de José Martí.
Tampoco es de descartar que una vez el régimen
este al borde de su caída, quizás nos pase, repetitivamente, lo mismo que
durante la Guerra de Independencia, cuando los mambises de la columna invasora
al mando del General Antonio Maceo llegaron a Mantua el 22 de enero de 1896, pues
fue a partir de entonces cuando se veía venir la derrota de España; hecho que
despertó el interés político y económico de Washington en la independencia de
Cuba. Ya que antes de ese momento que presagiaba el triunfo de la libertad,
Washington persiguió a los patriotas que intentaban llegar a Cuba para iniciar
la Guerra de Independencia, como pasó con el caso de la conspiración de ‘Fernandina’
en enero de 1895, barcos con armamentos destinados a iniciar la Guerra de
Independencia en Cuba que fueron decomisados por el gobierno estadounidense.
Y lo mismo ha venido pasando en nuestro tiempo
bajo la dictadura castrista; durante estas más de seis décadas de lucha por la
Libertad de Cuba. Desde la traición a la heroica Brigada 2506 en Bahía de
Cochinos, hasta la entrega de Cuba a la otrora URSS por medio del nefasto Pacto
Kennedy-Kruchev, donde los Estados Unidos se comprometió con Moscú a no permitir
ninguna acción contra la dictadura castrista, ni desde su territorio, ni desde
terceros países. Por eso ha habido presos políticos cubanos en cárceles
norteamericanas de cubanos exiliados que trataron de llagar a Cuba con el fin
de luchar para libertarla.
En el largo drama que vive el pueblo cubano se
destapa la realidad de que en este asunto los dolidos somos los cubanos, por
tanto, el interés por la libertad de Cuba es solo nuestro, del pueblo de Cuba.
Y solo el pueblo salvará al pueblo.
Libertar a Cuba es el deber primario de todos los
cubanos. Por tanto, es hora ya de unirnos todos los cubanos y emprender la
lucha frontal y definitiva hacia el derrocamiento total de la tiranía castrista
para forjar una nueva Cuba libre y democrática, como la anhelaba José Martí:
“con todos y para el bien de todos”.
San Juan, Puerto Rico a 8 de marzo de 2025
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