domingo, 23 de marzo de 2025

APLICACIÓN DE POLITICAS CON EFECTOS NOCIVOS PARA LA LIBERTAD DE LOS PUEBLOS OPRIMIDOS


 

APLICACIÓN DE POLITICAS CON EFECTOS NOCIVOS PARA LA LIBERTAD DE LOS PUEBLOS OPRIMIDOS

 

Por: Lcdo. Sergio Ramos

 

Recientemente el presidente Donald Trump ha dictado una serie de órdenes ejecutivas que afectan a ciudadanos de Cuba, Nicaragua, Haití, y Venezuela.

 

En primer término, revocó el parole de los cubanos, venezolanos, nicaragüenses y haitianos que entraron a los Estados Unidos bajo el programa de parole humanitario. Dicha orden presidencial entrará en vigor el próximo 24 de abril y tendrá el efecto de dejar sin estatus migratorio legal a cerca de 530,000 personas de las antedichas nacionalidades; los cuales, a partir de entonces, estarán en riesgo de ser deportados a sus países de origen, lo cual implica que serían devueltos a la esclavitud y la represión de los regímenes dictatoriales castro-comunistas  de Cuba, Nicaragua y Venezuela y en el caso de los haitianos, expuestos al peligro de la violencia despiadada de las mafias criminales que hoy día actúan impunes en ese país caribeño.

 

Previo a dicha disposición, el presidente Trump dictó otras Ordenes Presidenciales revocando los Status de Protección Temporal para los venezolanos y negándose a extender el TPS para los haitianos. El ‘Temporary Protected Status’ , conocido por sus siglas en inglés como TPS , es una especie de status de refugiado para países que atraviesan situaciones extremas, sean climáticas, sociales, bélicas o políticas. Entre las políticas está el caso de Venezuela, donde impera una férrea dictadura de izquierda. La revocación del TPS a los venezolanos, deja a los refugiados de ese país a expensas de ser deportados y devueltos al represivo régimen dictatorial de Nicolás Maduro. De hecho, el gobierno de Estados Unidos y Venezuela, el dictador Maduro acordó aceptar el recibir a los venezolanos deportados.

 

Claro está, es preciso aclarar que cuando se trata de criminales, como es el caso de la organización criminal Tren de Aragua, es justificable la deportación, pero no en el caso de las personas que escapan de la represión de regímenes dictatoriales en busca de libertad y refugio. 

 

En el caso de los haitianos, de ser deportados los dejaría a expensas y riego para sus vidas e integridad personal por las mafias criminales que controlan ese país.

 

Las deportaciones a los antes mencionados países podrían constituir medidas violatorias de los Derechos Humanos porque contravienen el derecho a la vida, la libertad y la seguridad de las personas según el Artículo 3 de la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que establece que: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”

 

Por otro lado, el gobierno del presidente Donald Trump ha llevado una drástica política de recortes de fondos. Como resultado de la aplicación indiscriminada de dichas políticas sin medición de sus efectos, se ordenó desmantelar a Radio Martí, uno de los medios de difusión radial que por años ha informado al pueblo cubano las verdades de la dictadura oculta al pueblo, rompiendo la férrea censura de la tiranía.

 

Además, fueron recortados de las ayudas de fondos federales varios medios de prensa independiente del exilio que divulgan hacia Cuba y el mundo la realidad de los abusos y crímenes que a diario comete la dictadura castrista y orientan sobre los de la libertad y la democracia, además de educar sobre los derechos humanos en un país donde no existe la libertad de prensa y está sometido a una total censura, al tiempo que la dictadura controla todos los medios de prensa escrita, radial y televisiva.

 

Los efectos de estas medidas son nocivos para el imprescindible propósito de romper la censura del régimen y para que así el pueblo cubano reciba información veraz de lo que está aconteciendo en el país y en el mundo. Dichas disposiciones   contribuyen limitar el acceso a la información veraz al oprimido pueblo cubano, favoreciendo a tiranía en su política de difusión de desinformación y de mentiras a través de su férrea censura contra la prensa libre y la libertad de expresión.

 

Dicho indiscriminado recorte de fondos, también ha afectado a varias organizaciones opositoras del exilio cubano, privándolos de fondos federales con los cuales ayudaban económicamente a los opositores dentro de Cuba, con lo cual les limita realizar sus actividades en pro de la libertad y la democracia para Cuba.  También, y afecta a dicha organizaciones opositoras del exilio en sus campañas de divulgación sobre la horrenda realidad de las violaciones de derechos humanos contra el pueblo cubano por parte de los represores del régimen castrista y además, limitando las gestiones y relaciones con países y gobiernos democráticos del mundo con el fin de recabar apoyo y solidaridad con la libertad y la democracia para Cuba.

 

Coartar y limitar los caminos conducentes hacia la libertad de los pueblos oprimidos, es cooperar con la opresión.

 

Mas, errar es de humanos, rectificar es de sabios, por lo que exhortamos a la Casa Blanca a la rectificación de políticas, dando protección y refugio a los escapados de las antedichas represivas dictaduras, y brindando apoyo y ayuda, real y efectivo, a los que luchan sinceramente por la libertad y los pueblos sometidos por las dictaduras procastristas.

 

San Juan , Puerto Rico a 23 de marzo de 2025

 

 

viernes, 14 de marzo de 2025

LIBERTAR A CUBA ES NUESTRO DEBER PRIMARIO


 

LIBERTAR A CUBA ES NUESTRO DEBER PRIMARIO

Por: Lcdo. Sergio Ramos

En la política internacional prevalecen los intereses por sobre los principios. Fundamentalmente los intereses políticos y económicos. En este ámbito, frecuentemente los principios, son involucrados en las cuestiones internacionales como barniz para encubrir el trasfondo de los verdaderos propósitos políticos y económicos perseguidos.

A lo largo de la historia, el choque de intereses políticos y económicos entre los países, muchas veces suelen terminar en serias desavenencias y en ocasiones, hasta en guerras entre los países involucrados.

Recientemente, hemos visto un choque de intereses entre los Estados Unidos y países hasta ayer aliados generados por las nuevas políticas adoptadas por la nueva administración gubernamental del Presidente Donald Trump.

El primero ha sido con Canadá donde Washington aspira a reducir las importaciones imponiendo altas tarifas arancelarias a la importación productos canadienses, lo que provocó la reacción del primer ministro de Canadá Justin Trudeau. Y del mismo modo con su vecino del sur, México, donde actualmente se realizan negociaciones entre la presidenta Claudia Sheinbaun y la administración Trump.

Pero el choque más dramático ocurrió en la misma Casa Blanca durante la reunión del presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky y el presidente norteamericano Donald Trump, que culminó en una airada discusión entre los dos mandatarios. El fin de Trump es limitar las costosas ayudas en tecnología y armamentos a Ucrania a cambio de que ese país ceda territorios a Rusia; nación invasora militar de Ucrania, mientras que la posición e interés del gobierno ucraniano es recuperar los territorios que ha perdido ante la invasión rusa a ese país.

De hecho, entre las primeras acciones de Trump en ese ámbito de la política internacional, fue tener conversaciones con el dictador ruso Vladimir Putin a espaldas del gobierno de Ucrania. Esto también a causó un gran malestar en los países de la Unión Europea que respaldan a Ucrania, pues la seguridad de Europa se ve amenazada con el expansionismo de Moscú. Razón por la cual, previo a la reunión con Zelensky, visitó la Casa Blanca el presidente de Francia Emmanuel Macrón. En dichas conversaciones tampoco se llegó a un acuerdo.

El choque de intereses entre Estados Unidos, Ucrania y los países de la Unión Europea, ha creado una seria fractura entre los aliados tradicionales Estados Unidos y la Unión Europea, lo que debilita la capacidad para confrontar y detener el expansionismo militar del dictador ruso Vladimir Putin.

Al observar las medidas adoptadas por la nueva administración bajo el presidente Donald Trump, se perfila un cambio en la dirección política, la cual se enfoca con más énfasis en los asuntos internos de los Estados Unidos,  apartándose de los aspectos de la política internacional, dejándolos a un segundo plano a costa de perder el respaldo de sus tradicionales aliados en América y en Europa.

Esto implica que, si bien el gobierno del presidente Trump tome sanciones en contra de la dictadura de Cuba, esta administración no tomara acciones directas y ni mucho menos que estén decididamente orientadas a erradicar el régimen castro-comunista de Cuba.

Este nuevo giro político de Washington contraviene el legítimo interés político del pueblo cubano, que es claramente derrocar la tiranía castrista y restablecer un nuevo orden democrático, pluripartidista, respetuoso de los derechos humanos y promotor del progreso y bienestar para todos los cubanos y de Cuba en general.

Ante estos hechos, es preciso reiterar que no podemos depender de nadie para que nos libere de la tiranía castrista, puesto que solamente a los cubanos todos, los de dentro y fuera del país, somos a quienes nos compete tomar las riendas de la lucha de liberación en nuestras manos y encausar los procesos de la lucha por la Libertad de nuestra patria como lo hicieron nuestros próceres en el Siglo XIX bajo el liderato de José Martí.

Tampoco es de descartar que una vez el régimen este al borde de su caída, quizás nos pase, repetitivamente, lo mismo que durante la Guerra de Independencia, cuando los mambises de la columna invasora al mando del General Antonio Maceo llegaron a Mantua el 22 de enero de 1896, pues fue a partir de entonces cuando se veía venir la derrota de España; hecho que despertó el interés político y económico de Washington en la independencia de Cuba. Ya que antes de ese momento que presagiaba el triunfo de la libertad, Washington persiguió a los patriotas que intentaban llegar a Cuba para iniciar la Guerra de Independencia, como pasó con el caso de la conspiración de ‘Fernandina’ en enero de 1895, barcos con armamentos destinados a iniciar la Guerra de Independencia en Cuba que fueron decomisados por el gobierno estadounidense.

Y lo mismo ha venido pasando en nuestro tiempo bajo la dictadura castrista; durante estas más de seis décadas de lucha por la Libertad de Cuba. Desde la traición a la heroica Brigada 2506 en Bahía de Cochinos, hasta la entrega de Cuba a la otrora URSS por medio del nefasto Pacto Kennedy-Kruchev, donde los Estados Unidos se comprometió con Moscú a no permitir ninguna acción contra la dictadura castrista, ni desde su territorio, ni desde terceros países. Por eso ha habido presos políticos cubanos en cárceles norteamericanas de cubanos exiliados que trataron de llagar a Cuba con el fin de luchar para libertarla.

En el largo drama que vive el pueblo cubano se destapa la realidad de que en este asunto los dolidos somos los cubanos, por tanto, el interés por la libertad de Cuba es solo nuestro, del pueblo de Cuba. Y solo el pueblo salvará al pueblo.

Libertar a Cuba es el deber primario de todos los cubanos. Por tanto, es hora ya de unirnos todos los cubanos y emprender la lucha frontal y definitiva hacia el derrocamiento total de la tiranía castrista para forjar una nueva Cuba libre y democrática, como la anhelaba José Martí: “con todos y para el bien de todos”.

 

San Juan, Puerto Rico a 8 de marzo de 2025

 

 

 

 

domingo, 26 de enero de 2025

UN NUEVO GOBIERNO EN WASHINGTON: ENTRE EL ACIERTO Y LAS PREOCUPANTES INCERTIDUMBRES

 


UN NUEVO GOBIERNO EN WASHINGTON: ENTRE EL ACIERTO Y LAS PREOCUPANTES INCERTIDUMBRES

Por: Lcdo. Sergio Ramos

Una nueva administración ha comenzado en los Estados Unidos. Donald Trump recién ha tomado posesión como presidente y de inmediato ha dictado múltiples órdenes ejecutivas para revertir disposiciones de la administración anterior y para iniciar la aplicación de las políticas públicas que intenta ejecutar durante su mandato, así como también, la designación de su gabinete, entre los cuales recién nominó al cubano-americano, el ex senador Marcos Rubio como Secretario de Estado.

De acuerdo a la posición conservadora del nuevo presidente, se espera adopte una política más fuerte y restrictiva en contra de las dictaduras castro-comunistas en la América Latina, como son las de Bolivia, Cuba, Nicaragua, y Venezuela.

De hecho, una de las medidas que muy acertadamente tomó, revirtiendo las dictadas por la administración anterior, fue la de volver a incluir a Cuba y su régimen dictatorial en la lista de países promotores del terrorismo y reactivar la aplicación del Título III de la Ley Helms-Burton, más conocida como la Ley del Embargo contra Cuba. Unas apropiadas medidas toda vez que es sabido y probado que el régimen de Cuba ha promovido, promueve, entrena y apertrecha a las guerrillas y organizaciones terroristas de izquierda en todo el continente americano y otras partes del mundo.

Toda medida dirigida a frenar y sancionar a las dictaduras castro-comunistas del continente Latinoamericano son aportes importantes para procurar la libertad de los pueblos oprimidos por los regímenes procastristas. Aunque, claro está, la historia y la experiencia nos enseñan que las sanciones por sí solas no tumban las dictaduras totalitarias, solo las limitan y debilitan. Por lo que las sanciones deben ser tomadas como medidas accesorias en respaldo a las acciones directas encaminadas al derrocamiento de las dictaduras para lograr la libertad de los pueblos. Por lo que a esas tiranías (Específicamente las de Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela) hay que erradicarlas por medio de la acción directa y frontal de los pueblos oprimidos, encaminadas a su total derrocamiento, con el apoyo efectivo y participativo de los gobiernos democráticos comprometidos con la lucha por la libertad y la democracia.

Las políticas y acciones que posteriormente sean desarrolladas por esta administración contra las dictaduras pro-castristas en Latinoamérica, se sabrán en el curso de los próximos cuatro años, luego está por verse.  

Pero hay también otros aspectos preocupantes para muchos ciudadanos de los países oprimidos por el castrismo que han arribado a los Estados Unidos en busca refugio y libertad.

Entre las medidas tomadas por la nueva incumbencia de la Casa Blanca están las que tienen que ver con la inmigración. A solo horas de asumir su mandato el presidente Donald Trump dictó varias órdenes ejecutivas para implementar la deportación inmediata y masiva de las personas que han entrado ilegalmente a los Estados Unidos, empezando por priorizar las de aquellos que inmigrantes ilegales que han cometido delitos, continuando por las demás personas que han entrado o están ilegalmente a los Estados Unidos.

Lo preocupante de estas medidas migratorias es que la masificación acompañada de la actuación expedita facilita y propende a la comisión del error, la arbitrariedad y la injusticia.

Uno de los aspectos preocupantes es que estas medidas se implementen en contra ciudadanos de países dominados por regímenes dictatoriales, como lo son los de Cuba, Bolivia, Nicaragua y Venezuela, o por países inmersos en caos socio-político a causa del desgobierno y el control de país por mafias criminales como está ocurriendo hoy día en Haití.

Deportar a los cubanos, bolivianos, nicaragüenses y venezolanos que escaparon de la opresión huyendo de sus respectivos países en busca de libertad, constituiría una grave injusticia y violación al derecho humano de refugio y asilo que contempla el articulo 14 la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. La deportación de dichos ciudadanos es devolver a seres humanos a la esclavizaste opresión. Un acto que se asemejaría a los otrora cazadores de esclavos en el Siglo XIX que capturaban a los esclavos fugitivos y los devolvían a sus amos para que fueran castigados y torturados a latigazos y sometidos nuevamente a la esclavitud. Por lo que tales deportaciones constituirían, en gran medida, una cooperación con la represión y con los aparatos de represivos y de seguridad de los estados dictatoriales de dichos países.

En el caso particular de Haití, deportarlos sería ponerlos de nuevo a dichos ciudadanos a merced de las mafias criminales.

Es por tal razón, que en el caso de los ciudadanos de Cuba, Bolivia, Haití, Nicaragua y Venezuela que entraron y se encuentran ilegalmente en los Estados Unidos, y son personas limpias de delitos y de actos previos de represión, se les conceda a todos, un estatus migratorio estable de protección y refugio en este país, honrando así esencia de esta nación americana y su constitución, que es la garantía de libertad y respeto de los derechos humanos para todos.

San Juan, Puerto Rico a 25 de enero de 2025

 

 

 


domingo, 12 de enero de 2025

CON LA REBELION EMPIEZA LA SOLUCION AL MAL DE LA OPRESION

 


CON LA REBELION EMPIEZA LA SOLUCION AL MAL DE LA OPRESION

 

Por: Lcdo. Sergio Ramos

 

Cerca de 8,500 actos d protesta se registraron en Cuba para el 2024 según los informes del ‘Observatorio Cubano’. Un hecho que evidencia el incremento del descontento en el pueblo cubano contra el régimen castrista.

 

Una serie de factores que afectan la vida cotidiana de los cubanos contribuyen a que el malestar popular continúe aumentando día por día. El pueblo sufre una seria escases de alimentos, de falta de medicinas y la carencia de productos de primera necesidad; así como también, la falta de combustible, lo que provoca la crítica deficiencia en el transporte y, además, a nivel infraestructural, las fallas en la producción de energía eléctrica, ocasionan frecuentes y prolongados apagones que afectan el diario vivir de los ciudadanos y además, afecta el servicio de agua potable a la población.

 

A esos males cotidianos que sufre el pueblo cubano, hay que añadir la falta de libertad y las constantes violaciones de los derechos humanos a los ciudadanos por parte del régimen dictatorial imperante y el discrimen institucional contra el ciudadano común que el régimen tiene arraigado en el país,  en donde los miembros de la minoritaria casta que usurpa el poder, viven rodeados de lujos y ostentación a costa de la explotación del pueblo oprimido, habitando en lujosas mansiones, abastecidas de abundantes y suculentos alimentos, transportándose el lujosos vehículos de motor, paseando en fastuosos yates, y  poseyendo millonarias cuentas bancarias en paraísos fiscales con los dineros robados al fisco del país.

 

En contraste, el pueblo cubano carece de viviendas adecuadas, teniendo muchas veces que habitar en ruinosas viviendas que colocan en riesgo la vida de ellos y sus familias ante el latente peligro de derrumbes. Sufren las escaseces de alimentos y medicinas, padeciendo hambre y necesidades.

 

Además, los trabajadores cubanos sufren la explotación del mono-patrono estatal. El estado totalitario les paga salarios de miseria que muchas veces no les alcanza para sufragar los altos precios de los escasos alimentos y medicinas, sumiéndolos así en la pobreza extrema.

 

Pero, sobre todo, la mayor de las carencias que sufre el pueblo es la falta de libertad.

 

Ese malestar social que sufre el pueblo continuará en incremento en el 2025, pues las perspectivas económicas y sociales del país proyectan un aumento en el deterioro social y en las escaseces de alimentos, medicinas, bienes y servicios básicos para el pueblo.

 

Pero, por otro lado, ese incremento en el malestar del pueblo augura un aumento de las protestas en Cuba, no en pese la represión despiadada del régimen tiránico.

 

Si analizamos la historia, nos percataremos que la mayoría de los pueblos oprimidos que se han liberado de la opresión lo han hecho a través de la rebelión. Empezando por la Revolución Francesa entre 1789 a 1799, la Revolución Americana que dio lugar a los Estados Unidos de América entre 1775 a 1783, la lucha de independencia de los países latinoamericanos, incluyendo en Cuba, durante el siglo XIX. Y durante siglo XX la libertad de los pueblos de Polonia, Checoeslovaquia, Rumania y otros más, fueron a través de la rebelión de dichos los pueblos lanzados a los campos y calles en contra sus opresores.

En cada uno de estos casos los métodos de lucha, las tácticas y estrategias utilizadas en la lucha son variadas, pues esos factores los determinan las circunstancias que imperan en un país determinado en los momentos en que se produce la rebelión popular.

He ahí, por donde empieza la solución del mal de la opresión: en la rebelión de todo el pueblo contra la tiranía opresora. Una rebelión que progresivamente debe desarrollarse de modo frecuente, extendida y simultánea en distintas partes del país, hasta abarcar todo el territorio nacional, y contando con el respaldo efectivo de los exiliados cubanos en todas partes del mundo.

 

De hecho, nuestro Apóstol José Martí nos ilustra que “Los hombres que ceden no son los que hacen los pueblos, sino los que se rebelan “. Una solución enmarcada en un derecho que nos señala la ruta a seguir, como bien nos dijera Simón Bolívar: “Cuando la tiranía se hace ley, la rebelión es un derecho”. El ejercicio del derecho de rebelión por los pueblos oprimidos, como lo está el pueblo cubano, he ahí la solución para lograr la libertad de Cuba.

 

San Juan, Puerto Rico, 10 de enero de 2025