sábado, 11 de diciembre de 2021

CRUELDAD GUBERNAMENTAL CONTRA MENORES DE EDAD EN CUBA

 


CRUELDAD GUBERNAMENTAL CONTRA MENORES DE EDAD EN CUBA

Por: Lcdo. Sergio Ramos

Tras las manifestaciones pacíficas en Cuba del 11 de julio pasado y el llamado a las protestas del 15 de noviembre, el régimen desplegó un operativo militar con las tropas especiales del Ministerio de Interior y de la Policía para reprimir a los ciudadanos que pacíficamente se manifestaban en las calles de muchas ciudades en Cuba exigiendo la libertad, el respeto a los derechos humanos y el derecho a poseer una vida digna sin miserias ni escases de alimentos y medicinas.

Como parte de la fuerte represión del régimen fueron encarcelados cientos de ciudadanos entre ellos decenas de menores de edad. Se calcula que de acuerdo a la organización Justicia 11J hubo 1,271 personas arrestadas y de las cuales, a la fecha de hoy, se estiman que continúan detenidas desde aquella fecha 659 personas. Dentro de ese grupo de ciudadanos detenidos hubo más de 40 menores detenidos con edades que oscilan entre 13 a 18 años, de los cuales se estiman que aun hoy continúan detenidos unos 15 menores por las fuerzas represivas del régimen. 

Resulta que, por ejercer un derecho humano, estos menores están siendo penalmente procesados ante los tribunales controlados por el régimen, en donde no existen garantías procesales para los acusados. Los fiscales del régimen han solicitado sentencias que van desde 13 hasta 25 años de cárcel.

El régimen se ampara en el artículo 16.1 del Código Penal del Cuba que hace procesables criminalmente a los menores desde los 16 años de edad cumplidos, pues a tenor con el impuesto ordenamiento jurídico del régimen, la mayoridad es a partir de los 18 años de edad.

No es la primera vez en la tenebrosa historia de la dictadura castrista en Cuba que los menores son abusados y/o maltratados, incluso asesinados. Están evidenciados los casos del asesinato múltiple de los 13 niños del remolcador “13 de Marzo” el 13 de Julio de 1994 y los menores asesinados en Rio Canímar por tropas cubanas el 6 de julio de 1980.

Las detenciones de menores de edad en Cuba no son nada nuevo. Según informes de la Organización de Estados Americanos de 1967 en las cárceles de Cuba había encarcelados por razones políticas cerca de un centenar de menores de edad con condenas de hasta 25 años de prisión.

Estos menores que hoy día están detenidos en Cuba, se les arrestó por ejercer un derecho humano: La libertad de expresión y de reunión pacifica, por lo que el régimen está incurriendo en una flagrante violación de los Derechos de los Menores según la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas de 20 de noviembre de 1989 y de la cual Cuba es signataria.

Dicha convención en su artículo 13 inciso 1 determina que: “1. El niño tendrá derecho a la libertad de expresión; ese derecho incluirá la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de todo tipo, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o impresas, en forma artística o por cualquier otro medio elegido por el niño.”

Dicha disposición es cónsona con la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas al esta última expresar en su artículo 19 establece que: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.” Así como también con el artículo 20 de la citada Carta de Derechos Humanos de la ONU que dispone en su inciso 1 que: “1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas”. 

De hecho, la citada Convención de los Derechos del Niño establece en su artículo 15 inciso 1 el derecho la libertad de reunión de los menores: “1. Los Estados Partes reconocen los derechos del niño a la libertad de asociación y a la libertad de celebrar reuniones pacíficas.”

Pero más grave aún es que se han reportado maltratos de parte de las fuerzas policiacas y militares de la dictadura contra los menores de edad detenidos. Un ejemplo es el caso de la menor de 17 años Gabriela Zequeira; esta fue objeto de violencia de género estando bajo detenida bajo la custodia de agentes de la Seguridad del Estado en la prisión de 100 y Aldabó en la Habana.

Tales actos de crueldad contra menores de edad constituyen un claro maltrato y tortura, lo implica una clara violación del artículo 37 de la citada Convención de los Derechos del Niño que expresa:

“Los Estados Partes velarán por que:

a) Ningún niño sea sometido a torturas ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. No se impondrá la pena capital ni la de prisión perpetua sin posibilidad de excarcelación por delitos cometidos por menores de 18 años de edad;

b) Ningún niño sea privado de su libertad ilegal o arbitrariamente. La detención, el encarcelamiento o la prisión de un niño se llevará a cabo de conformidad con la ley y se utilizará tan sólo como medida de último recurso y durante el período más breve que proceda;”

En cuanto al caso específico de los menores de edad, el régimen dictatorial cubano ha violado flagrantemente y abusivamente sus derechos humanos, lo que denota su menosprecio hacia la niñez y la juventud cuando se trata de asuntos que colisionan con los intereses de la cúpula gobernante en su afán ilícito de mantenerse en el poder absoluto.

San Juan, Puerto Rico a 5 de diciembre de 2021

 

 

 


sábado, 4 de diciembre de 2021

LA VICTORIA ES NUESTRA, LA DERROTA ES DE LA TIRANIA

 


 

LA VICTORIA ES NUESTRA, LA DERROTA ES DE LA TIRANIA

Por: Lcdo. Sergio Ramos

El mundo ha visto con horror el terrorismo de estado desplegado por la tiranía castrista contra el pueblo cubano durante la convocatoria a las protestas pacíficas del pasado 15 de noviembre (15N).  Quedó claramente evidenciado el nivel de opresión a que está siendo sometido el pueblo cubano, al tiempo que se le desplomaba la careta de “bondadoso” con la cual la tiranía se disfrazaba.

Si bien es cierto que debido a la intensa y despiadada represión a que fue sometido el pueblo, las marchas de protesta no se llevaron a cabo según lo programado por los opositores convocantes; también es cierto que la dictadura obtuvo una victoria pírrica, o sea que su supuesta “victoria” en las calles al impedir muchas de las protestas les causó una contundente derrota en el ámbito internacional, por la pérdida mundial de credibilidad y por el desprestigio e indignación que ha provocado internacionalmente contra el régimen castrista. Al punto que la canción-himno ‘Patria y Vida’ fue galardonada por los premios Grammy como la mejor canción del año y la mejor canción urbana.  Por primera vez en la historia de dichos premios una canción con trasfondo político-ideológico es galardonada en dichos prestigiosos premios.

Nacionalmente también constituyó una derrota moral para la dictadura al crear el descontento y desilusión en muchos de sus seguidores e incrementar el malestar y enojo entre los cubanos de pie, quienes ya estaban muy molestos con la falta de libertades, la maltrecha situación económica y de escases de medicinas y alimentos que padece la isla. Así vemos como figuras del arte y la cultura como Leo Brouwer o José María Vitier han criticado públicamente al régimen por los abusos cometidos contra el pueblo cubano

Por otra parte, en 122 ciudades alrededor del mundo, el exilio cubano se manifestó al unísono en solidaridad con las protestas y la lucha libertaria del pueblo dentro de Cuba en su reclamo de libertad y respeto a los derechos humanos para todos en el país.

En resumen, cuando analizamos el macro de los eventos acaecidos tras el 15 N, es indudable que la victoria moral y real ha sido nuestra, del pueblo cubano. La derrota es de la dictadura.

Sabemos que hay personas que, en la sana esperanza y anhelo de un triunfo total, enfocados de buena fe en el micro de los acontecimientos, han mostrado sus insatisfacciones con algunos hechos. Como, por ejemplo, con el hecho de que la gente no salió a las calles como en julio 11 pasado; que uno de los promotores, Yúnior García, se fue para España por causa de la fuerte presión represiva del régimen; o que la dictadura no se pudo erradicar.

Pero séame permitido con todo respeto indicarles, que las luchas libertarias no son lineales, ni se desarrollan en progresión constantes, sino por el contrario, su desarrollo es cíclico. Toda lucha libertaria tiene alza y bajas. Lo vimos en nuestra historia: La Guerra de los Diez Años (1868-1878) concluyó en el Pacto de Zanjón, a pesar de la insistencia de aquellos que se opusieron a este en la llamada Protesta de Baraguá, que dio como resultado la llamada Guerra Chiquita, cuyo desenlace al final no fue la victoria para los cubanos. Pero tanto una como la otra sentaron las bases y aportaron la experiencia de lucha necesaria para que, en 1895, al llamado de José Martí, surgiera el Grito de Baire y con ello la llamada Guerra de Independencia que al final produjo la victoria definitiva de las fuerzas mambisas, trayendo la libertad e independencia de Cuba.

En el presente de Cuba, gracias a las protestas masivas --- las de julio 11 y las del 15 de noviembre ---- demuestran un sutil pero importante avance de las fuerzas libertarias pro-democracia en Cuba y una fractura en los cuadros del régimen que se reflejan en los siguientes factores:

Primero: El pueblo se está progresivamente despojándose del miedo infundido por el terrorismo de estado castrista, mientras cada vez son más visibles los miedos de los jerarcas del régimen ante la posibilidad de que el pueblo tome el poder y derroque a la tiranía.

Segundo: El falaz discurso fantasioso y recargado de promesas demagógicas del régimen con el cual hipnotizaron a buena parte del pueblo, creándole falsas expectativas, se ha desplomado estrepitosamente. El castrismo ya no tiene credibilidad. Ni en Cuba, ni en el mundo. Quizás, salvo un grupúsculo de fanáticos incapaces de ver, de escuchar y de pensar por sí mismos.

Tercero: Ha quedado probado, que en Cuba cada vez son más los ciudadanos que buscan hacer prevalecer el derecho a la libertad, la democracia, los derechos humanos deseando un país de progreso y bienestar y que ese anhelo es cada día más firme y arraigado en la conciencia del pueblo cubano.

En resumen, cuando analizamos el macro de los eventos acaecidos tras el 15N, es indudable que la victoria moral y real ha sido nuestra, del pueblo cubano. La derrota es de la dictadura.

Por eso, a pesar de los vaivenes que acarrea toda lucha libertaria, los cubanos, dentro y fuera de Cuba, debemos enfocarnos en la meta fundamental de todos, que, a su vez, es la meta fundamental de la patria: Derrocar la tiranía, abriéndole las puertas a la libertad, la democracia, los derechos humanos, el bienestar y el progreso para todos los cubanos. O como lo resume la canción-himno: Patria Y Vida.

Por lo que la hora presente de Cuba nos llama a todos los cubanos a arreciar e incrementar las acciones de protesta y lucha frontal contra la tiranía, procurando y desarrollando nuevos métodos y estrategias, cónsonos con las cambiantes circunstancias que se generan con el desarrollo de los acontecimientos en los procesos libertarios de los pueblos. Y lo más importante: Jamás desanimarse, sino, por el contrario, que, contra cada represión, hemos de perseverar, insistir y aumentar las acciones libertarias contra la tiranía, tal como nos planteara el Apóstol de nuestra independencia José Martí: “Los hombres que ceden no hacen a los pueblos, sino los que se rebelan”.

San Juan, Puerto Rico a 20 de noviembre de 2021