domingo, 5 de enero de 2014

LOS LASTRES QUE NOS DEJARA EL DESASTRE

LOS LASTRES QUE NOS DEJARA EL DESASTRE Por. Lcdo. Sergio Ramos La Destrucción Cubana ---- eso que eufemísticamente llaman “Revolución” ---- dejará al término de su triste y doloroso recorrido por el tiempo y el espacio de aquella isla llamada por sus aborígenes Cubanacan, un manto de ruinas físicas y humanas, las cuales significarán un lastre a la reconstrucción y el encause del país hacia el desarrollo y el progreso. Cincuenta y cinco años de persistente devastación de material y moral del país. Recientemente salió a la luz uno de los grandes lastres para la reconstrucción nacional: La descomunal deuda externa de 30,500 millones de dólares, que para una economía subdesarrollada, improductiva y en ruinas, representa un fuerte obstáculo para la adquisición de préstamos para financiar el proceso reconstructivo del país. Otro de los elementos que podrían significar otra dificultad es la falta de la adecuada y moderna infraestructura para asentar las bases de la reconstrucción y el inicio del desarrollo nacional. Las carreteras de Cuba están en pésimo estado. Las facilidades portuarias son anticuadas e ineficientes, no empece el proyecto portuario financiado por Brasil en la Bahía de El Mariel, que de por si es insuficiente si tomamos en cuanta que el desarrollo futuro de Cuba debe ser equitativo y extensivo a todas las regiones del país. Los aeropuertos carecen de las facilidades modernas que requieren los nuevos tiempos. Los sistemas de transportación terrestres y ferroviarios son escasos, obsoletos y se encuentran muchos de ellos en mal estado. Los sistemas de alcantarillado están anticuados y seriamente deteriorados tras más de cinco décadas sin el debido mantenimiento. La producción de energía, no solo es insuficiente, sino ineficiente y escasa para un arranque industrial. Las tecnologías en telefonía, Internet y electrónica no están suficientemente expandidas, ni al nivel requerido. En resumen, se requiere una gran inversión de capital en infraestructura para reparar y adecuar estas a los requerimientos básicos para forjar las bases del desarrollo económico sostenido del país. La mayoría de las industrias cubanas están obsoletas en cuanto a las nuevas tecnologías de producción, las cuales son necesarias para hacerlas económicamente rentables y competitivas en el mercado internacional. Muchas de sus plantillas están infladas por causa de la burocrática estatización y sus métodos están muy alejados de ser productivos. La agricultura sufre un serio deterioro. La industria azucarera, otrora gloria nacional, solo cuenta con 56 centrales de los 161 que cantaba al comienzo de la gran debacle nacional en 1959. Los suelos están invadidos por la maleza y el marabú, mermada su fertilidad por causa del mal uso del suelo y de los fertilizantes. Esto creará un problema para levantar la agricultura a los niveles productivos necesarios para garantizar la exportación sostenida de productos agrícolas de calidad, luego, claro esta, que sea abastecida satisfactoriamente toda la población nacional. Falta en Cuba una cultura y experiencia comercial. Los comercios estatizados son totalmente inadecuados dejan costosas perdidas. Los nuevos pequeños comercios privados (cuentapropistas) carecen del capital y del conocimiento empresarial, lo cual implicaría la creación de intensos programas de capacitación empresarial para fomentar eficientes empresarios nacionales. También la falta de instituciones de financiamiento para la inversión, expansión y la operación representa otro obstáculo inicial que permanecerá, en tanto y en cuanto la banca privada no se asiente y encuentre un clima estable para garantizar sus inversiones. Entre los obstáculos sociales confrontamos una serie de lastres que generarán dificultades por un tiempo hasta tanto se logren los ajustes sociales necesarios, los cuales tomaran un tiempo indefinido en producirse. La falta de una cultura laboral adecuada para la productividad real. El obrero cubano ha estado acostumbrado a la falta de posibilidades mejorar en cuanto a salario y condiciones de vida, lo que lo ha llevado a la simulación de productividad, la corrupción para la sobrevivencia y el ausentismo. Esto hace que inicialmente existirá un bajo índice de productividad de la mano de obra del trabajador, en tanto y en cuanto tales hábitos laborales negativos al desarrollo no se enmienden por otros acorde con un nuevo sistema económico de verdadera libre empresa. Así ocurrió con la mano de obra heredada en Polonia, Republica Checa, Hungría y Alemania tras la caída del Bloque Soviético. La corrupción generalizada a todos los niveles contribuye a crear un clima negativo al desarrollo, puesto que crea incertidumbre, falta de transparencia y socavación del ordenamiento jurídico. Este tipo de clima negativo es repelente de la inversión sólida y estable que necesita un país que se enfoque al logro del progreso y el desarrollo económico. La corrupción en Cuba se originó en la población como mecanismo de sobrevivencia ante la escasez y las restricciones impuesta por el régimen. Mientras que en la cúpula del poder esa misma corrupción existe como parte sistema de privilegiar desmedidamente a los altos jerarcas quienes hicieron de sus funciones un medio de enriquecimiento desmedido e ilícito. La cúpula misma impartió con sus actos el mal ejemplo al pueblo. La corrupción es un nocivo lastre que debe ser erradicado de raíz en la reconstrucción del nuevo país. Hay mas lastres y obstáculos y otros tantos aparecerán tras la caída del régimen. Los obstáculos y las dificultades no son insalvables, pero hay que conocerlas para saber como acometerlas y superarlas. Son los retos que habrá de enfrentarse nuestro pueblo en la nueva obra que se avecina tras la caída del totalitarismo, tal y como los hicieron los pueblos europeos tras la Segunda Guerra Mundial o los países de la Europa Oriental después del desplome del Muro de Berlín. Mas sin embargo, entre todos los lastres que nos dejará la Destrucción Cubana, Cuba cuenta, en la naturaleza del pueblo cubano con virtudes y ventajas, que sabiéndolas manejar dentro de un clima adecuado para la construcción del nuevo país, representan poderosos avales para sentar las bases del progreso y el desarrollo nacional dentro de una patria libre, justa y democrática y de los cuales hablaremos en un articulo sucesivo.

SE LES CAYO LA CARETA

SE LES CAYO LA CARETA Por: Lcdo. Sergio Ramos Cuando el dictador Raúl Castro comenzó con la llamada “actualización del modelo socialista” buscaba en realidad proyectar la imagen al mundo y sobre todo a los Estados Unidos, de que el régimen cubano estaba cambiando hacia una mayor apertura, aprovechando la presencia en la Casa Blanca de una administración menos agresiva en política internacional, capaz de ser mas complaciente con el gobierno cubano. La principal motivación estribó en la crisis económica del país, que obligaba a la oligarquía del poder a buscar con urgencia nuevas fuentes de divisas, sabiendo que si lograban una relajación del embargo y atraer mayor comercio e inversiones americanas significaría un gran alivio a dicha crisis. La cúpula esta conciente de que de producirse mayores niveles de escasez y pobreza, podría significar un aumento del descontento en la población, lo que pudiera degenerar en nuevos “maleconazos” inspirados por la Primavera Árabe. Así pues iniciaron un simulacro de cambio que en lo económico, para lo cual permitieron el cuentapropismo bajo fuertes limitaciones y onerosos impuestos, crearon un deficiente mercado inmobiliario para nacionales y extranjeros, y otorgaron la concesión de tierras bajo un restringido usufructo a ciertos campesinos, En lo social, se eliminaron el permiso de viaje y se liberalizaron la salida al exterior de ciudadanos. Plantearon una la mayor apertura en cuanto a la forma en que la monopolizada prensa en manos del estado presenta las noticias y admitieron las transmisiones nacionales a ciertos canales de televisión extranjeros afines al régimen como lo es Tele Sur y se abrieron, de modo muy limitado y costoso, el acceso al Internet a lo ciudadanos. En lo político, se trajo a la cúpula del poder a una incondicional figura joven como vice-presidente, Miguel Díaz Canel; auto limitaron el término para la presidencia del octogenario dictador a 5 años mas; y autorizaron la salida de opositores al exterior, permitiendo su retorno al país. Ahora estudian eliminar la doble moneda y permitir que los atletas cubanos de grandes ligas retornen y residan en la Isla, sin perjuicio de que participen en las series nacionales e internacionales como profesionales, como medio para atraer sus jugosos salarios a suelo cubano. Todas estas medidas, son realmente mínimas e insuficientes para las que en verdad necesita el país, de modo que exista un cambio real capaz de sentar las bases para una verdadera transformación social, política y económica. Pero como todo lo oscuro tras la mentira se descubre ante el resplandor de la verdad. El miedo de la oligarquía a perder su poder absoluto los lleva a ir en contra de sus propios actos y sus simuladas medidas de apertura, despojándolos de su antifaz aperturista. Recién hemos visto como han sido despojados de sus pequeños establecimientos los cuentrapropistas de ropa en la capitalina Calle Zapata o el cierre violento de los mercados de cuentrapropistas de La Cuevita en La Habana, no sin la protesta de sus dueños y sus clientes. Todo porque sus ventas afectaban los establecimientos del estado cubano, incapaces de competir en eficiencia con la incipiente y débil libre empresa. Del mismo modo vemos como se destapa el doblez en las políticas supuestamente permisivas a la oposición de dejar salir al exterior, cuando éstos, una vez retornan y ya dentro de la isla, son fuertemente reprimidos con golpizas, hostigamientos, detenciones arbitrarias y demás violaciones de los derechos humanos por la policía política del régimen. La reciente golpiza propinada al opositor Guillermo Farinas es un claro ejemplo de la doble cara en cuanto a la supuesta “tolerancia” con la oposición. Así también observamos como pregonada liberalidad en el arte se contradice con la brutal represión contra el rapero conocido como “El Critico” y con la clausura de los cinecitos privados de 3D, en donde se proyectan películas al margen de la censura oficialista. Pero así como el simular podría engañar incautos dentro y fuera de Cuba, inclusive a gobiernos y gobernantes en el mundo, también encierra sus peligros para la casta que desde hace más de cinco décadas oprime al pueblo cubano con mano de hierro. El engaño hizo creer momentáneamente al cubano de a pie que se le abría un camino hacia un futuro mejor, y de pronto, al corto tiempo, es decepcionado por los contradictorios actos represivos de la dictadura, los cuales generan el malestar y el enojo del ciudadano: Algo equivalente a hacer chispas sobre un barril pólvora. La careta se les cayó con las contradicciones e inconsistencias de sus actos, dejando una vez más en claro la gran moraleja: Cuba no cambia mientras no estén fuera del poder los Castro y sus malandros.