domingo, 29 de septiembre de 2013

LA LIBERTAD DE EXPRESION: EL PUNTO DE PARTIDA

LA LIBERTAD DE EXPRESION: EL PUNTO DE PARTIDA Por: Lcdo. Sergio Ramos La Libertad de los seres humanos empieza por la libertad de expresión, que es el derecho que todos tenemos a expresar lo que se piensa, lo que se siente y lo que se cree. Y su ejercicio incluye el modo, sea hablado, por escrito, a través del papel, del lienzo, la piedra o la música. De este tan fundamental derecho emanan las demás libertades fundamentales del hombre, entre ellas la libertad de prensa, la de publicar y difundir los eventos y opiniones esparciendo la información y el conocimiento a la sociedad, que es en fin de cuentas lo que hace libre y grande a los pueblos. Es una constante que las dictaduras comienzan su ciclo represivo coartando y censurando la libertad de expresión, pues ellas necesitan del silencio, la mentira y la ignorancia para sobrevivir. Y lo hacen fundamentalmente controlando y censurando los medios de comunicación y la expresión artística para evitar que los pueblos a los que oprimen se informen y formen sus propias opiniones. El incidente de cantante Roberto Carcasses es un ejemplo claro de la censura dictatorial. El artista simplemente expresó su sentir, haciendo uso de ese instinto de libertad que mora en cada ser humano; y dijo cosas, a través de su música, de las cuales podemos o no estar de acuerdo con ellas, pero fue su opinión expresada públicamente. Así por ejemplo dijo, y citamos, que quería el “el libre acceso a la libertad de información para tener yo mi propia opinión”, También dijo que “Yo quiero elegir al presidente por voto directo y no por otra vía” y abogó por la igualdad diciendo que “Ni militantes, ni disidentes, cubanos todos con los mismos derechos”. Opiniones con las cuales este quien subscribe concurre. Como también dijo y citamos, “que se acabe el bloqueo” y gritó “Libertad para los cinco héroes”. Temas con los cuales, disiento del artista. Pero de acuerdo o en contra con lo manifestado por Carcasses, ese es su ejercicio a la libertad de expresión y debe ser respetada. Que fue justamente, el régimen castrista no hizo. La dictadura reaccionó censurándolo y reprimiéndolo. La prueba mas contundente es el modo como fue censurado, la represión comenzada por la dictadura y por lo que por poco queda marginado, sin empleo y con cargos de “peligrosidad social” que se aprestaban a radicar lo fiscales; si no es gracias al escándalo que montó la clase artística, sobre todo de algunos cantantes mimados del régimen, y al miedo del régimen ante una posible avalancha de que causaría el escándalo internacional de dicha censura y represión, en medio del coqueteo y las conversaciones con la administración Obama. He ahí el problema. En Cuba no hay libertad de expresión, ya que la censura al ejercicio de tan sagrado derecho es materia de coacción y penalización institucional, la cual se origina en el articulo 62 de la Constitución que dispone que: “.-Ninguna de las libertades reconocidas a los ciudadanos puede ser ejercida contra lo establecido en la Constitución y las leyes, ni contra la existencia y fines del Estado socialista, ni contra la decisión del pueblo cubano de construir el socialismo y el comunismo. La infracción de este principio es punible.” Pasando, además, por la Ley 88 de 16 de febrero de 1999 --- también llamada Ley Mordaza --- que prohíbe y penaliza la divulgación a medios de prensa internacional de información que resulte dañina o contraria al gobierno y otras muchas mas que censuran la palabra de los ciudadanos. Y sin dejar de mencionar el artículo 103 del Código Penal sobre Propaganda Enemiga, que penaliza todo escrito o propaganda que el régimen entienda o considere como que “a) incite contra el orden social, la solidaridad internacional o el Estado socialista, mediante la propaganda oral o escrita o en cualquier otra forma; ““b) confeccione, distribuya o posea propaganda del carácter mencionado en el inciso anterior.” Es decir, que los ciudadanos como Carcasses pueden expresar su opinión contra el bloqueo y a favor la libertad de los cinco espías cubanos, pero no pueden pedir a ‘viva voce’ y con cadencioso ritmo caribeño, terminar con el nepotismo absolutista y semi-monárquico a través de la elección directa del presidente y el respeto la igualdad de todos los ciudadanos cubanos. Que Carcasses haya sido “perdonado” no quiere decir que la dictadura ha cambiado y que abre puertas a la libertad de expresión. Nada de eso. Por el contrario, Cuba se niega a acatar las recomendaciones que recientemente planteó el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas; donde dicho organismo internacional le plantea al régimen la implementación de una serie de medidas para garantizar la libertad de expresión de los ciudadanos cubanos, así como el libre ejercicio del periodismo independiente, y la libertades para los defensores de los derechos humanos y los opositores políticos. Se le pide, además, al régimen que elimine todas las leyes que coartan la libertad de expresión, prensa y de asociación, entre otras. En respuesta a los serios y fundados planteamientos de la ONU, Cuba respondió con terca negativa y desviando el tema con su acostumbrada echada de frívolas culpas desacreditadoras por boca de los desacreditados. Lo que quiere decir que bajo los hermanos Castro de libertades nada y de censura mucho. La existencia de la libre opinión es un asunto crucial para iniciar la transformación política, social y económica de Cuba; pues si se quiere comenzar a cambiar hacia la libertad plena de los ciudadanos, hay que empezar por el respeto y las garantías plenas a la libertad de expresión y al libre acceso a la información, pues es de ahí parten las demás libertades fundamentales del ser humano. San Juan, Puerto Rico, 22 de septiembre de 2013

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