lunes, 2 de enero de 2012
RECUENTO DE UNA PREDICA EN CALZONCILLOS
RECUENTO DE UNA PREDICA EN CALZONCILLOS
Por: Lcdo. Sergio Ramos
El general Raúl Castro habló ante la políticamente homogénea Asamblea del Nacional del Poder Popular. Un parlamento nada representativo del abanico poblacional de Cuba, que por demás adolece de carencia de autonomía y poder por causa de su total dependencia del todopoderoso ejecutivo, el Consejo de Estado, y mas que de este, del dictador de turno.
El impuesto presidente del Consejo de Estado indicó que el Producto Bruto de Cuba crecerá un 3.4 por ciento en el 2012, luego de balbucear una dudosa numerología, cuyos detalles y fuentes siempre son omitidos, para obviar las criticas; aunque basta con una simple mirada al entorno cubano para percatarse que no hay mejorías en los paupérrimos niveles de vida del ciudadano común y los pronósticos continúan nada halagadores.
Las medidas implementadas y las prometidas adolecen de la profundidad y radicalidad que requiere la economía cubana para poder salir del atascadero depresivo económico en que el país vive sumido desde hace muchas décadas. Nada, que el cambio económico demanda que sea de sistema y no ajustes del infuncional modelo vigente.
Tres temas adicionales que acapararon su discurso fueron: la migración, liberación de presos y la corrupción. El primero es un tópico que despierta mucha expectativa en un pueblo que solo ve esperanzas de progreso en el exterior, porque en su propio país el régimen se niega a proveer los profundos cambios económicos y sociales requeridos, debido al aferramiento al monopolio poder y la riqueza que ostenta la oligarquía gobernante.
El miedo se destaca en la siempre en la puntualización de la aplicación “paulatinamente” de las medidas de “actualización” del modelo económico vigente; destapando el sentimiento del temor que les embarga al hacer cualquier cambio; pues saben que caminan sobre terreno minado para la estabilidad de su omnímodo poder. Así que las reformas sobre migración, como todas las anteriores, esperémoslas lentas, tibias e insuficientes.
Con bombos y platillos anunció la liberación de 2,900 presos. Una medida motivada más por la política exterior que por las razones humanitarias. Un lavado de cara por la próxima visita de su Santidad Benedicto XVI a Cuba. De esos liberados, solos menos de una docena son políticos, el resto son presos comunes. Como quiera que sea reconocemos que las cárceles cubanas no tienen condiciones para la reclusión de confinados. Un mal histórico del régimen. Lo que no dijo es que este año que acaba de pasar, la dictadura detuvo más de 3,000 opositores políticos y que las prisiones cubanas acumulan unos
70, 000 a 80,000 presos condenados a través de dudosos procesos judiciales implementados por medio de un sistema jurídico que no garantizan los mas elementales derechos para un juicio justo e imparcial al ciudadano y donde la fabricación de casos comunes a opositores y al pueblo en general, es una costumbre institucional del régimen.
El otro tema importante de su discurso se enmarca con la aseveración de que: “Estoy convencido de la corrupción es hoy uno de los principales enemigos de la revolución”. Es cierto. Pero también es cierto que ese mal es el fruto de lo que los lideres de la revolución han enseñado, provocado y sembrado por décadas.
La corrupción es un cáncer que destruye a cualquier sociedad o gobierno e impide el desarrollo sostenido de las encomias de los pueblos. Además, cuando ésta proviene de las altas esferas del poder, fomenta la pérdida de credibilidad en las instituciones y en los líderes y contribuye al deterioro social.
Por eso cuando Raúl Castro habla de corrupción, equivale a escuchar al muerto hablando del ahorcado. Lo primero que él debería probarle al pueblo, es como obtuvo los $400 millones de dólares que posee. Explicarle al pueblo como con un salario oficial de unos $700.00 pesos nacionales históricos ha sido capaz de acumular tan gigantesca fortuna. La matemática no cuadra, por tanto de donde y a quien se los robo, porque no creemos que sea fruto de su participación hereditaria en la finquita de Biran. El desfalco al tesoro del país es evidente. Un enriquecimiento ilícito que comparten figuras connotadas del régimen como Fidel Castro con $1,400 millones de dólares, Ramiro Valdés con $150 millones de dólares, etc.… la lista es larga y el espacio nos es corto, luego bástenos con este botón de muestra.
Por eso concurrimos con él en que debe erradicarse la corrupción y que ya que “La Contraloría General de la Republica, la Fiscalia y los órganos especializados del Ministerio del Interior, tienen instrucciones de combatir este flagelo, con toda la severidad que permiten las leyes …”, demandamos que se empiece por el propio general de ejercito Raúl Castro y su hermano en jefe Fidel Castro, pasando por todos y cada uno de los altos jerarcas de esta elitista cúpula gobernante.
Pero para que ilusionarnos… Sabemos que no será así, y que, como es usual en el país de las horribles maravillas, una vez mas el general predica la moral en calzoncillos y el pueblo empobrecido pagara los platos rotos
Y si bien es cierto que en el pueblo se roba ya casi como cuestión generalizada, también es mas cierto que se debe a los que ostentan el poder absoluto los explotan y les roban toda posibilidad de adquirir honestamente riqueza y bienestar. Para el pueblo es una cuestión de sobrevivencia, para los de la cúpula es un vicio desmedido de poder y avaricia.
Sabemos que nada pasará, y que la santurrona disposición anti-corrupción solo se aplicará a los oprimidos ciudadanos quienes han sido forzados a buscar medios alternativos no ortodoxos para sobrevivir en medio de la miseria a que han sido sumidos por la oligarquía entronizada en el poder hace mas de cincuenta años.
El preludio del discrimen que advendrá en la aplicabilidad de las sanciones contra los corruptos, se matizó en la teatral Asamblea Nacional del Poder Popular que , como de costumbre , nadie, absolutamente nadie ,--- a diferencia de un parlamento verdadero --- se paró en el foro parlamentario a increparle a ese generalote de turno de donde saco sus millones de dólares.
Moraleja: Que el remedio al mal de Cuba, tiene que conllevar cambios totales de los sistemas político, económico, jurídico y social para que el país pueda encaminarse a un desarrollo sostenido capaz de generar riqueza y bienestar para el pueblo, unido al respeto de las libertades y derechos humanos de todos los ciudadanos.
2012: RESOLUCION DE SER LIBRES
2012: RESOLUCION DE SER LIBRES
El año 2011 que acaba de terminar se caracterizo por la liberación de varios países sometidos a dictaduras de derecha y de izquierda. En todos los casos observamos como los pueblos se lanzaron a las calles exigiendo la salida de los dictadores y el respeto a sus libertades y derechos humanos.
Unas fueron pacíficas como en Túnez y Egipto, otras tuvieron que recurrir a la vía armada como sucedió en Libia.
En algunos casos todavía el proceso transitivo no se ha culminado y los pueblos siguen demandando por el cumplimiento de sus demandas libertarias como lo en los casos de Egipto y Yemen.
Lo que ha quedado demostrado es que en la mayoría de los casos en donde el pueblo se resuelve a lanzarse masivamente a las calles demandando la libertad y el fin de la dictadura, han tenido éxito en lograr sus propósitos.
En Cuba continuamos sufriendo una dictadura que acaba de cumplir 53 años. Un recuento del proceso que aun insiste en llamarse “revolucionario” nos produce un balance negativo en lo que respecta a adelantos económicos, en términos de bienestar social y en libertades y derechos humanos. Lejos de producir una economía sólida y un desarrollo sostenido, el país se hunde año tras año, consistentemente en la pobreza y a desigualdad social. La revolución ha producido una rancia oligarquía gobernante compuesta por unos pocos que se han enriquecido a costa del sudor del trabajador cubano. Una oligarquía que goza de infinitos privilegios, mientras al pueblo se les niega el acceso a la riqueza. El sistema económico impuesto por los gobernantes prueba que no funciona. Es injusto y perjudicial para la gran mayoría de los ciudadanos
Por otra parte, al dar una mirada al gobierno, nos percatamos de que las mismas caras se reciclan en el poder, produciendo un nocivo inmovilismo político. Aquellos jóvenes que tomaron el poder hace 53 años, siguen en el poder hoy constituidos en una gerontocracia elitista.
Las medidas para “actualizar" el modelo económico resultan insuficientes e inadecuadas para lograr el cambio que conduzca al desarrollo sostenido capaz de producir riqueza en manos del pueblo y el verdadero bienestar social.
El cambio real jamás será logrado por los que hoy, tras 53 años en el poder han probado a la saciedad que no son capaces de lograrlo, ni tienen la intención de que se logre.
Por tanto, es imprescindible sacar del poder a los obstruccionistas de la casta gobernante, para poder encausar al país hacia el cambio verdadero y efectivo. El poder tiene que volver al pueblo, porque solo el pueblo puede lograr cambio radical que se requiere para forjar un nuevo modelo político, económico, jurídico y social. Un nuevo orden de libertades, democracia y justicia social para beneficio de todos los cubanos.
Le toca, entonces al pueblo decidirse a lograrlo por si mismo, siguiendo los ejemplo de Libia y de Túnez. Nadie lo hará por nosotros. Somos nosotros quines tenemos que hacerlo. Por eso, el camino de Libia, tiene que empezar a andarse con resolución, como prerrequisito para crear las condiciones propicias para el cambio verdadero; luego este 2012 tienen que incrementarse la acción para alcanzar la movilización masiva del pueblo contra la dictadura
CAMBIOS FRIVOLOS
CAMBIOS FRIVOLOS
Por: Lcdo. Sergio Ramos
Durante los años 2010 y 2011 el régimen totalitario marxista leninista de Cuba anunció y puso en práctica varios cambios económicos. Tales medida fueron motivadas por la grave crisis económica que atraviesa el país, sumado al malestar social que la misma crea en la población. La cúpula gobernante sintió los temores de una explosión social que pudiera estimularse en el país a causa del efecto dominó que pudiera acarrear la llamada Primavera Árabe.
Desde hace varios años la alta jerarquía del régimen estudiaba la viabilidad de aplicar el modelo chino o el, aun mas restringido modelo vietnamés, una copia del primero. La fundamental motivación de la dictadura es buscar una formula de sobre vivencia para la oligarquía gobernante y sus herederos.
Entre las medidas tomadas están el otorgar títulos de usufructos a los campesinos para cultivar tierras ociosas, preservando la titularidad de estas en manos del estado. Los productos, sin embargo, quedan controlados en precios y distribución por el estado, aunque se permite la venta libre a cadenas hoteleras.
Permitir el cuantapropismo, o trabajo por cuenta propia, para un sin numero de labores que van desde el zapatero hasta cafeterías. Los cuentapropistas quedan sujetos a fuertes fiscalizaciones por el Estado, y obligados a efectuar la compra de sus materias primas al gobierno a los precios que este fije. También impone altos impuestos y arbitrios que tienen como resultado la asfixia del incipiente comerciante. Añade impuestos onerosos por la contratación de empleados, cuyo número a su vez, esta limitado.
Otra medida fue permitir el traspaso de automóviles viejos de años correspondientes a los comienzos de la Revolución, pero limita al cubano la adquisición de vehículos de motor nuevos.
El régimen ha permitido la venta de propiedades inmuebles, específicamente, casas para vivienda. Pero impone altas restricciones y limitaciones al mercado de bienes raíces, sumándose la falta de un competente y adecuado registro de la propiedad, inexistente desde hace más de cincuenta años.
Todas estas tibias medidas económicas en nada contribuyen a resolver los problemas económicos del país. El carácter restrictivo que contienen todas ellas, lejos de fomentar el progreso de aquellos emprendedores cubanos, los estrangula, dejándolos en la misma miseria y hasta quebrándolos antes de empezar.
Además, la restricción en medio de un ambiente de corrupción generalizada, fomenta el incremento del soborno y el favoritismo con sus serios efectos nocivos en el desarrollo social de la población.
Por otro lado, el usual inmovilismo estatal, y la mala práctica de la usual falta de estabilidad de las políticas internas liberalizadoras que por siempre ha tenido este régimen, auguran una insana precariedad. El recuerdo en los ’80 de los mercados libre campesinos y su decapitación para privar de la adquisición de poder económico a los campesinos, o la persecución y cierre de los Paladares a principios de este siglo denotan un patrón muy restrictivo en sus políticas económicas muy arraigado en el régimen: El no permitir jamás que el pueblo adquiera poder económico. Solo son acreedores del enriquecimiento los bendecidos de la oligarquía gobernante y los extranjeros.
La tibieza en la aplicación de las medidas y sus severas limitaciones destapa ese temor al enriquecimiento poblacional y predice su temporalidad.
Como parte de las medidas tomadas, no están contempladas las posibilidades de un cambio político, sobre todo para abrir el espectro político a nuevos sectores del país que se oponen y disienten del actual gobierno, de sus fundamentos ideológicos y de sus políticas.
Cuando observamos el comportamiento del régimen en materia de Derechos Humanos y de aperturas políticas, vemos un serio retroceso que aporta al criterio de que tales políticas son pasajeras y sin intención de producir un cambio real, sea económico como político en el país.
El reporte producido por la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, nos indica que para el mes de Noviembre de 2011, la dictadura encarceló, en un período de 11 meses de enero a noviembre del 2011, un total de 3,327 opositores. Mientras que para el mismo período de once meses para el año 2010 privó de libertad 1,774 , es decir 1,551 detenidos mas que en el 2010, cuya cifra total hasta diciembre fue 2,074, los que significa un claro recrudecimiento de la represión por la dictadura.
Un ejemplo claro de ese aferramiento al inmovilismo político nos los deja ver la reciente conducta de la dictadura, nada menos que el día de los Derechos Humanos. Por un lado desplegó un abusivo acto de repudio realizado por turbas castristas frente a la casa donde se reunían las Damas de Blanco para conmemorar tan importante día internacional. Lo segundo fue la miedosa conducta del régimen ante la visita de la Flotilla de exiliados ante las costas de Cuba para lanzar a 12.5 millas, en aguas internacionales, fuegos artificiales que serían vistos en el Malecón de La Habana. La dictadura impidió el paso de los ciudadanos. ¿Por que unos inofensivos fuegos artificiales les asuntan tanto? Aparte de este síntoma de debilidad del régimen, denota también su total ausencia de voluntad de cambio.
Con tales patrones de conducta, es fácil deducir que la alta cúpula del poder en Cuba no tiene la menor intención de implementar cambios reales y serios que conduzcan a una apertura económica y política en el país.
El mensaje es claro: La dictadura pretende seguir siendo dictadura y los que gobiernan quieren seguir gobernando. Los mal habidos ricos oligarcas seguirán haciéndose mas ricos a costa del pueblo esclavo. Y el pueblo seguirá pobre y oprimido
En conclusión, esos cambios, nada cambian y las opciones para cambiar realmente el sistema político, social y económico de Cuba, solo están en manos del pueblo cubano por las mismas vías que lo lograron los pueblos de Libia y de Túnez. Lo demás es puro cuento y melodías.
CONTRA LA REPRECION MAS ACCION
CONTRA LA REPRESION, MAS ACCION
Por Lcdo. Sergio Ramos
Las estadísticas hablan por si solas. La represión ha aumentado dramáticamente en comparación con el año pasado. El régimen a medida que desarrolla unos supuestos cambios económicos, caracterizados por la superficialidad, y que lejos de ir a la medula del problema económico del país, lo barniza son mediocridades y simulacros de cambios.
Mientras esto sucede, la cúpula gobernante se siente más insegura y trata de tomar medidas para evitar que el control férreo que ejerce sobre el pueblo, no se les escape de la mano. Esa es una de la razones de la escalada represiva.
Simultáneamente , a medida que avanza la crisis económica, y también social, el pueblo incrementa su malestar y se producen con mas frecuencias actos de desobediencia civil, como el recién ocurrido en el Parque de la Fraternidad en La Habana, donde dos opositoras desplegaron telas aduciendo la falta de leche para los niños cubanos y el hambre y la escasez alimentaria. Lo curioso es que los transeúntes se aglutinaron en tono a ella y expresaron su solidaridad con sus reclamos cuando los esbirros de la dictadura se procedían a arrestarlas.
Otro tanto ocurrió en Palma Soriano, cuando los esbirros policíacos la emprendieron a golpes contra los opositores que manifestaban pacíficamente reclamando los derechos humanos que le son conculcados al pueblo cubano.
La solución de la cincuentenaria tragedia cubana esta en la masividad y amplitud territorial de la desobediencia civil por parte del pueblo cubano. La respuesta contra la represión es incrementar la acción del pueblo. Las protestas aisladas, deben dejarse atrás, para dar paso a protestas más masivas, abarcadoras y simultaneas en distintas provincias y municipios del país. Tal y como lo realizaron los Libios, los Tunecinos y otros pueblos árabes, quienes tuvieron como resultado, el derribo del tirano y la restauración de las libertades del pueblo.
Es lógico que la tiranía agudice y presión, pero también en la medida que se masifiquen, frecuenticen y extiendan las protestas, la dictadura se debilitara, como le paso a los dictadores Gadaffi y Mubarak.
Cuba no es distinta, como tampoco lo fueron los pueblos Polacos, Checos y Rumanos cuando determinaron sacudirse el yugo opresor. Se trata de la toma de resolución y determinación de ser libre al que tomada por el pueblo, lo impulsa hacia la libertad y aplasta a los tiranos. Esa es la resolución que necesitamos tomar para este 2012 de se nos avecina.
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