sábado, 13 de agosto de 2011

LA CULPA DEL INCULPADOR



LA CULPA DEL INCULPADOR

Por: Lcdo. Sergio Ramos

Consistentemente, desde que tomaron el poder los personeros de la oligarquía gobernante en Cuba, han achacado los males del país a terceras personas, sean estos gobiernos extranjeros, exliados de Miami, inclemencias del tiempo, o a sus subalternos e inclusive culpan al propio pueblo.

De ese modo, vemos como los gobernantes, cada vez que hay un fracaso, o ellos fracasan o les sale mal algún trasnochado plan, imprecan contra algo o alguien. Muchos estribillos nos son ya hartos conocidos:

“Fue por culpa del bloqueo americano”, cuando todos los países del mundo, inclusive industrializados como Japón, Francia o España, le venden y compran a Cuba sus productos, salvo Estados Unidos y aun este, le ha vendido últimamente productos alimentarios y agrícolas por miles de millones de dólares.

“ Fue culpa de la sequía, el huracán o las lluvias”, pero en Cuba siempre ha habido sequías, huracanes y lluvias; estas pasan, pero el desastre admistrativo del régimen continúa en una especie de maldición “ad perpetuam”.

“Se debió a los gusanos o a la mafia de Miami”, cuando esos cubanos envían a Cuba miles de millones de dólares que ayudan a resolver las carestías de alimentos y productos que el gobierno no suple y que sufre el pueblo desde los primeros años de este régimen.

“ El compañero ‘X’ tuvo la culpa”, cuando el desdichado compañero solo hizo su trabajo y siguió las direcciones y deciciones del mismo jerarca que desde arriba “lo truena”.

“La culpa es nuestra falta de disciplina y de cumplimiento de las normas revolucionarias” y aquí cae todo el pueblo, menos el que tomó las decisiones desde un escritorio o porque se encaprichó en un atarceder Habanero en Punto Cero de un plan fantasioso e impráctico, quien no se da por aludido… y entonces, el pueblo entero paga los platos rotos con una descarada exigencia de mas orden, disciplina, y sacrificios…sobretodo eso, mas sacrificio.

Y la respuesta al mal que el alto jerarca causa, empezando por los comandantes que se autotitularon jefes, es decapitar a algún subalterno, que quizás le había advertido al jefe seudo-omniciente que esa medida sería a un desastre…y así añadiéndole a la desdicha del decapitado, el sesudo oligarca lanza un millón de epítetos que van desde ladrón, pasando contrarrevolucionario y traidor…y luego de tronado, el jefe sigue tan campante, haciendo las mismas barbaridades sin rendirle cuentas de sus actos a nadie.

Un ejemplo reciente fue el discurso del octogenario oligarca Jose Ramón Machado Ventura en Ciego de Avila. Sus palabras resultan en un imprecatorio de culpas contra el pueblo cubano que sufre de precisamente eso: La irresponsabilidad y la incompetencia de los sesudos de la alta cúpula del gobierno.

Basta de estar echándole las culpa al totí. Ellos y nadie mas que ellos, son los únicos culpables de las extraordinarias penurias que viene padeciendo el pueblo cubano. Ellos, los que tienen el poder absoluto desde hace mas de cinco décadas, son los únicos responsables de que el país este en la miseria y la bancarrota. Ellos, y nadie mas que ellos son los únicos responsables de que país este convertido en un amasijo de ruinas. Son los culpables de que las casas de los cubanos se les estan cayendo encima y no tengan vivienda digna y adecuada; de que la comida escasee; de que el cubano de a pié tenga que emigrar para poder tener una mejor vida; de que el país sea incapaz de producir; de que los trabajadores ganen salarios de miseria; de que el pueblo no tenga libertad.

Ellos, y no sus subalternos, son los que deberían renunciar en masa por incompetentes, indolentes, ladrones y abusadores. Ellos y solo ellos, bajo el liderato del coma-andante y su flamante sucesor, son los únicos responsables del gran fracaso nacional, alias “Revolución”.

Es vital que una nueva generación de cubanos, desvinculada familiar, política e idiológicamente, de la fracasada y obsoleta oligarquía gebernante, debe tomar las riendas del país. Una nueva generación comprometida con el bienestar y el progreso del pueblo cubano; que separada de las demagógicas retóricas revolucionarias, los dogmatismo idiológicos idiotizantes y los clasismos jerárquicos tradicionales, conduzca al país sobre realidades, hacia caminos de libertad. bienestar y desarrollo económico pata todos los cubanos.



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