JOSE MARTI, EL
OPOSITOR
Por: Lcdo. Sergio Ramos
Recientemente, la dictadura castrista ha detenido a varios opositores por
distribuir hojas sueltas con pensamientos de José Martí en las calles de Cuba, lo
resulta en una contradicción a los valores, cultura e historia de nuestro país
que pone de manifiesto el carácter anti-cubano y anti-martiano del castro-comunismo.
Desde los comienzos de la dictadura, el régimen castrista ha mal usado a Martí,
citando sus pensamientos a conveniencia y hasta distorsionarlos
acomodaticiamente, como mampara para ocultar su opresivo sistema. Al tiempo que
censuraban aquellas partes de sus obras completas que criticaban y alertaban
sobre los peligros de la futura esclavitud del socialismo – hoy día presente ---,
específicamente en sus comentarios a la obra de Herbert Spencer “La Futura Esclavitud “, en donde Martí señaló
que los ciudadanos: “De ser siervo de sí mismo, pasaría el hombre a ser siervo del
Estado. De ser esclavo de los capitalistas, como se llama ahora, iría a ser
esclavo de los funcionarios” … “Esclavo es todo aquel que trabaja para
otro que tiene dominio sobre él y en ese sistema socialista dominaría la
comunidad al hombre, que a la comunidad entregaría todo su trabajo. Y como los
funcionarios son seres humanos, y por tanto abusadores, soberbios y ambiciosos,
y en esa organización tendrían gran poder, apoyados por todos los que aprovechan
o esperan aprovechar de los abusos y por aquellas fuerzas viles que siempre
compra entre los oprimidos el terror, prestigio o habilidad de los que mandan…”
Y es que,
para Martí, la libertad de los hombres es como un templo sagrado, porque para él
“El
respeto a la libertad y al pensamiento ajeno, aun del ente más infeliz, es mi
fanatismo: si muero o me matan, será por eso.” Y la definía como que “La libertad es el derecho
que todo hombre tiene a ser honrado y a pensar y a hablar sin hipocresía”.
Hoy día, de
Martí estar vivo en Cuba, indiscutiblemente, sería un opositor, pues la tiranía
es incompatible con sus principios por los que dedicó y dio su vida. De hecho,
cuando era un jovencito, en plena Guerra de los Diez Años, para 1869 publicó un
periódico: ‘El Diablo Cojuelo’ desde
donde criticaba los abusos del coloniaje español. Fue en tiempo de su juventud
que publicó el 23 de octubre de 1869 en otro efímero periódico clandestino
juvenil llamado “La Patria Libre” el
poema Abdala, donde interpolara la situación del país en aquella
época a tiempos remotos, a un supuesto país, que llamó Nubia, que representaba
a Cuba y la situación que vivía el país, para así expresar el sagrado deber de
libertar la patria:
“Por
defender su libertad me aguarda
.. Un
pueblo extraño nuestras tierras huellas:
. . Con vil esclavitud nos amenaza;
.. Audaz
nos muestras sus potentes picas,
. . Y nos manda el honor, y Dios nos
manda .. Por
la patria morir, ¡antes que verla
.. del Bárbaro opresor cobarde,
esclava!”
Por causa
de ese poema y de su activismo en oposición al régimen opresor que imperaba en
el país en aquellos tiempos, con 17 años, fue a prisión en 1870, condenado a 6 años
de cárcel y confinado a trabajo forzado en las canteras de San Lazaro. Martí,
el Preso Político por ser opositor.
Un año después,
en 1871, y quizás por su minoridad, fue deportado a España. Y desde ese exilio,
continuó su oposición, publicando sus memorias del presidio político. Allí
relata los incidentes y maltratos que sufrió el día de su arresto, que nos
recuerda los que hoy la tiranía les hace a los opositores cubanos todos los
días y en todas partes del país: “Ser apaleado, ser pisoteado, ser
arrastrado, ser abofeteado, en la misma calle, en la misma ventana donde un mes
antes recibíamos la bendición de nuestra madre…” ¿Acaso no es esa la misma tétrica estampa
que día a día nos denuncian los opositores en la isla?
La
dictadura es incompatible con el pensamiento martiano, porque Martí, amante de
la libertad y la dignidad del ser humano, es un opositor a todo régimen de
esclavitud y opresión, pues la esencia de la vida y obra de Martí es el
apostolado de la libertad.
Hoy día, un
José Martí extrapolado a la triste realidad presente de la patria cubana,
estaría esgrimiendo su brillante pluma para denunciar la infamia del régimen y
exigir justicia y libertad para el pueblo cubano. O protestaría en las calles
del país portando un letrero denunciando de los abusos de la tiranía y
reclamando las libertades y derechos humanos conculcados. Porque para el Apóstol
de la Independencia de Cuba “ La Tiranía es la misma en sus varias
formas , aunque se vista en algunas de ellas de nombres hermosos y de hechos
grandes” y estaba conciente que “Los hombres que ceden no son los que hacen
a los pueblos, sino los que se rebelan” y que para alcanzar la liberación
de la patria solo hay un camino: “ La libertad cuesta muy cara, y es
necesario o resignarse a vivir sin ella o decidirse a comprarla por su precio”
porque ante la opresión “los derechos se toman, no se piden; se
arrancan, no se mendigan…” ya que “los derechos se conquistan con sacrificios.”
O quizás lo
veríamos sufriendo, junto a muchos compatriotas, los rigores del presidio
político o exiliado en algún país libre, trabajando por retornar con dignidad a
la patria, para llevar la antorcha de la libertad y los derechos humanos para
el sufrido pueblo cubano. O tal vez lo hubiesen fusilado en un infame paredón o
asesinado vilmente como les ha ocurrido a muchos opositores. O quien sabe
hubiera vuelto a morir en otra confluencia de otros dos ríos, quizás en aquel
Escambray glorioso. Porque ante la tiranía, la injusticia y la opresión, José Martí
era y es un opositor.
La lucha de
Martí, en el escenario patrio de hoy sería para que, una vez alcanzada la
libertad, forjar la Cuba “Con todos y para el bien de todos”.
Una nueva república asentada en el carácter pluralista como resultado de la voluntad
del pueblo expresada a través de elecciones libres. Sobre lo cual nos decía que: “La
Republica no debe ser el patrimonio injusto de una clase de ciudadanos sobre
los demás, sino el equilibrio abierto y sincero de todas las fuerzas reales del
país, y el pensamiento y deseo libre de los ciudadanos todos” Porque
para Martí “La Patria es eso, equidad, respeto de todas las opiniones y consuelo
al triste”
La lucha de
José Martí, continúa en el corazón de cada opositor, de cada preso político, de
cada exiliado, y en espíritu, en cada mártir victimizado por la tiranía.
Martí, el
opositor, vive en nuestros corazones; en el corazón de cada cubano que ama la
libertad y la procura para bienestar y felicidad de nuestro pueblo. El es
nuestro faro y guía en el camino a hacia la libertad y la edificación de un
nuevo país para el bien y la felicidad de todos los cubanos.
San Juan,
Puerto Rico a 23 de enero de 2021