LA MUTACION DEL MIEDO
Por: Lcdo. Sergio Ramos
Este pasado mes de abril 2021 estuvo cargado de acontecimientos que
enmarcan un claro despertar de la conciencia libertaria del oprimido pueblo
cubano. Mientras, por un lado, la casta usurpadora del poder del minoritario
Partido Comunista de Cuba realizaba su VIII congreso, marcado por el retiro del
tirano Raúl Castro de su presidencia, siendo sustituido por su títere Manuel Díaz
Canel y acomodando en la cúpula del partido a una docena de generales, en las
calles del país se registraban inéditas protestas del pueblo contra los abusos
del régimen y exigiendo libertad y respeto a los derechos humanos, en lo que
constituye un despertar de la conciencia libertaria de los cubanos en la isla.
Una concientización popular surgida en parte a consecuencia de las medidas
arbitrarias del régimen y la clara desigualdad social y económica entre la
minoría gobernante y la gran mayoría de la población. La primera poseedora de
riquezas mal habida a costa de la corrupción y la explotación de los
trabajadores cubanos, quienes son sometidos a condiciones laborales injustas y
salarios de miseria. Mientras el pueblo, está sumido en la pobreza y el hambre.
Una situación que exacerbó el malestar social cuando el régimen cambió los
sistemas monetarios provocando el aumento desmedido de los precios de los
alimentos, medicinas y productos de primera necesidad, incrementando
exorbitante la ya existente escases de los productos alimentarios, medicinas y
de primera necesidad.
Las manifestaciones de protestas habidas desde el pasado noviembre por
parte de sectores de influencia pública como lo el caso de los artistas del
Movimiento San Isidro y el efecto viral en el país que actualmente tiene la
canción “Patria y Vida”, que se ha convertido en lema e himno de batalla del
pueblo contra la tiranía, estimulando en los ciudadanos el rompimiento del
miedo infundido por la dictadura a los ciudadanos durante más de seis décadas.
Tal rompimiento del miedo infundido ha sido el detonante del reciente
aumento de las protestas en las calles, incluyéndolas repetidas escenas en
donde grupos de ciudadanos logran impedir que la policía arreste injustamente
personas, hasta el punto de sacarlos de los carros patrulla.
Una de las más recientes protestas fue en la calle Obispo en la Habana
Vieja, en donde un numeroso grupo de ciudadanos se manifestaban en solidaridad
con la huelga de hambre del opositor Luis Manuel Otero Alcántara. En dicha
protesta, el pueblo confrontó a las fuerzas represoras e impidió el arresto de
algunos de los manifestantes al grito de “Paria y Vida”.
Las huelgas de hambre de José Daniel Ferrer y varios miembros de UMPACU en
Santiago de Cuba a pesar del cerco tendido por la policía a la sede de esa
organización opositora y en la que, al fin de cuentas, la dictadura tuvo que
retirar sus agentes policiacos, dándose así fin a la huelga, aunque luego de
terminada ésta, volvieran a personarse en el lugar.
Los agrietamientos en el sistema se perciben en detalles tales como la
declaración de militares jubilados de las fuerzas armadas y del ministerio de
interior, solicitándoles a sus colegas que no reprimen al pueblo.
Por otra parte, en el sistema judicial --- tradicionalmente controlado por
la dictadura --- sucede otro precedente cuando un tribunal de las Tunas admite
un recurso habeas corpus de un grupo de opositores detenidos por las fuerzas
represivas de la dictadura.
Un agrietamiento en las estructuras de poder del régimen que irá
incrementándose a medida que transcurra el tiempo y los personeros de la gerontocracia,
empezando por el nonagenario tirano Raúl Castro, vayan desapareciendo por la
ineludible ley de vida y sustituidos por los designados descendientes de la
casta del poder, carentes del arraigo, aceptación y control de sus
correligionarios y los cuales son despreciados ante los ojos del pueblo.
En resumen, el epicentro del miedo empieza a mutar hacia la cúpula del
poder dictatorial, que percibe el despertar de un pueblo hastiado de tanta
injusticia y miseria, y que cada día mas, se despoja del miedo infundido por
los aparatos del terrorismo de estado de la dictadura, desafiando en las calles
a sus opresores; mientras el régimen empieza a dar claros síntomas del
incremento de su miedo al pueblo, al aumentar las acciones represivas contra
los ciudadanos, e imponer leyes que intentan coartar la capacidad de acción del
pueblo, tales como la que pretende bloquear los medios de comunicación que les
proveen las tecnologías de comunicación social como las redes sociales, la
internet y los celulares.
El miedo de los opresores se manifiesta en el incremento de la represión
contra el pueblo.
Cuba ha vivido durante más de seis décadas bajo los efectos inhibidores y
coaccionantes del terrorismo de estado.
Y es que el miedo infundido por el terrorismo de estado inhibe y
paraliza al pueblo haciéndolo involuntariamente dócil a los caprichos del
tirano. Pero cuando el pueblo pierde el miedo, se envalentona, despierta y
revive rebelándose contra sus opresores, rompiendo las cadenas que le oprimen.
La mutación del miedo del pueblo hacia la cúpula del poder es la génesis de
la explosión social necesaria e inevitable para sacar de raíz a la tiranía y
retomar el camino de la libertad.
San Juan, Puerto Rico a 2 de mayo de 2021